Fue un día muy duro. Yo estaba cansado, no quería pensar mas, no quería sufrir mas, no quería aquella situación por mas tiempo. Así que desaparecí, me fui lejos, respaldado por el manto de la noche, el cielo, las estrellas y la luna me acompañaban a un lugar remoto, fuera del pensamiento, del espacio y del tiempo. Me tumbé, me tumbé y empecé a contemplar el maravilloso cosmo.

Después no me acuerdo lo que viví, si fue un sueño o fue real, pero lo que paso me ayudo a volver a dormir tranquilo.

Alli estaba, esplendorosa como siempre, y misteriosa al mismo tiempo, cruel sí se le antoja y dulce de mi sueños, Ahí estaba la luna; y a su alrededor flotaban las estrellas, muchas luces iluminadas, que recelosas y con miedo no osaban acercarse a ella, pero una lo osó y... y fue ese el momento mas extraordinario de mi vida, ocurrió hace un mes, y todavía sigo sumido en la fantasía, la alegría y la magia, que con sus mas y sus menos se apodero de mi de nuevo en ese momento de desdichas.

De pronto no estaba tumbado en el suelo sino corriendo por la espesura, cual eterna oscuridad convertido en gato negro en pos de visualizar la mas bella de las imágenes, la siempre amada y anhelada Luna, luz de luna me inunda y de pronto vuelo, viajo a través del eje temporal-espacial, me inundo de luz, y paso a la inmensidad en cuestión de segundos y me veo quieto, receloso y con miedo, pero con una fuerza mayor que las demás que me rodean y me acerco, ya no soy gato u hombre, una estrella del firmamento, justo en ese momento en el que me acerco a la luna. Ella me habla, susurra, me toca, me acaricia, y justo cuando me besa, me ilumino, arde mi interior, me lleno de algo asombroso, nadie sabe describirlo, pero yo... yo lo llamo amor.

Desperté, y seguía feliz, pleno y enamorado, así seguí, creyéndome estrella que besa a la luna, así sigo, desde hace un mes esta es mi felicidad, mi plenitud, y ya se que todo lo que necesito eres... TU.