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Categoría: Historias Pasadas

TU Y EL

Al bajar el pie de la cama, sentí mas frió que nunca el piso, recordé que la alfombra nunca me había Provocado escalofríos y menos tener la sensación de estar pisando agujas.
Un extraño temor se apoderó de mi ser, tenía miedo, terror, no se que, y no se a quien, y lo mas extraño es que me sentía acompañado en esa habitación que yo sabia a ciencia cierta que estaba solo conmigo,
Volví a subir mi pié a la cama y a cubrirla con las sabanas para esperar el salir del sol, no me atrevía siquiera a sacar la mano y encender la luz, era tan extraño, el reloj sonaba con su tic-tac como un pájaro carpintero rompiendo roca, a cada tic el corazón saltaba y era mas evidente que en ese cuarto no estaba solo.
El vacío se hacía enorme, y la oscuridad ahondaba el abandono en que me encontraba, ni los perros se oían ladrar, el continuo sonar de los vehículos a lo lejos de cada noche había sido absorbido por el silencio.
Mi piel se encontraba rígida como si estuviese cubierta por una fina capa de cera, los ojos me pesaban y el habitual pulular de las burbujitas de colores deslizándose por la pupila que tenía cuando los abría en la ausencia total de luz, esta vez no estaba.
El día anterior había tenido un gran dolor en mi pecho por un sentimiento roto como cristal golpeado contra la traición, como si su desamor me hubiese quitado el aire y me llevase al precipicio, no se cuando y como la perdí, no se por que la dejé ir, lo único que aún tengo muy claro es quién se la lleva de mi lado.

Al acostarme el recuerdo de mi descubrimiento tañía en mi cerebro, ese pensamiento tan tierno que esta vez no era para mi, me mordía los labios, los ojos se me enrojecían, y trataba de no llorar, pero la música romántica de Montaner que tantas veces nos hizo disfrutar de nuestros cuerpos y amarnos locamente esta vez se transformaba en un sable que cortaba mi fortaleza en dos, me la debilitaba, y lloré.

No se si apagué o no la música, ya no la escuchaba el sueño se apoderaba poco a poco de mimente, y me rendí entre sollozos, me rendí.
Ahora el sol no ha salido aún y tengo frío mi cuerpo, solo un atisbo de luz de amanecer que pasa sobre los cerros me da la fuerza para bajar nuevamente el pié.
Con mi mano nuevamente corro la ropa de la cama y me aventuro a salir de aquí, ahora se que alguien está a mi lado en una posición que no puedo describir, me está esperando y no es ella, ella no durmió en mi cama esta noche, estoy solo en esta casa y ella está lejos, con el, o tal vez sola.

1 - 2 - 3 - bajé el pié y nuevamente tengo esa extraña sensación, pero si me levantaré, aaaaayyyyyy
sentí un gran frío esta vez en todo el cuerpo, la habitación está iluminada y no he encendido la luz, y en mi cama no, no, no puede ser, estoy yo, pero como si yo estoy aquí no, no lo entiendo la luz está alejándose y yo me veo a mi en la cama azuloso, rígido como muerto, no, no, no, mi deseo se hizo realidad tu lucifer me llevas ahora, te ofrecí mi alma a cambio de detener el sufrimiento, y es cierto lo cumpliste, lo que tantas veces pedí a dios tu me lo has dado.

No se si temo, pero acepto, ella y el, yo y tu, ja ja ja ja no seré feliz pero ellos tampoco desde el infierno te juro que volveré y no volveré solo, ja, ja, ja…
Datos del Cuento
  • Autor: jenjiskan
  • Código: 807
  • Fecha: 14-12-2002
  • Valoración:
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