Aun me duele la cabeza. Pero no queda nada en el frasco de aspirinas. Me las termine todas.
De done saldrían esas plumas? Quizá son de gallina. Mi despertador se detuvo, dice que son las siete de ayer. Más bien creo que son plumas de ganso. Nunca me había fijado lo blanca que es la luz de esta bombilla. Me molesta la claridad de esta habitación.
Diablos! Como quitare esta mancha roja a mis pantalones favoritos. Creo que son alas de águila, que extraño. Porque cuando estoy sola nadie contesta mis llamadas.
El lunes Melvin y yo cumpliríamos un año de novios, si no hubiese pasado eso.
Ahí esta en la puerta, rígido, vestido impecablemente, le hace una señal llamándola; pero no es quien Josie espera. Al dirigirse a la puerta, tropieza con el teléfono descolgado. Como tonta se ríe del disfraz del hombre.
Esas plumas son muy grandes para ser de águila. Porque tendrán ese polvo dorado? Son iguales a las que tiene el, en las alas de su disfraz. Porque la luz esta tan blanca, no te había visto antes por aquí.