Erase una vez una mujer, que era madre y recientemente abuela, se hallaba reconciliandose con su niña interior,
Le llevo tanto esfuerzo la adultez y la madurez, ha esta mujer, que habia olvidado a su dulce princesita, mientras la pobre niñita, olvidada, gritaba su aburriemto.
_"Ya veras, mi niña, dejaras de ser una fotografia en mi mente, intentare albergarte en mi corazon".
La chiquitina esta contenta, muy contenta, aunque sabe, tendra que esforzarse mucho para que su adulta la tenga en cuenta y no digamos ya la madura, pero ¡¡al fin se han enterado de que seguia estando alli!!.
Princesita, pequeñita, tan bonita como una muñeca recien salida de su envoltorio....
Princesita que lastima que tu punto de vista solo llegara hasta las rodillas de tus adultos....
luego hasta la cadera...y a partir de ir creciendo... me desembarace de ti.
Te pido disculpas, princesita volvere a abrazarte y ha levantarte hasta el techo ;"como te lo hacia tu papa" y tu te reiras como te reias...que es como se reian mis hijos de chiquitines, mientras gritabamos juntos ¡¡al abismoooooo!!.
Ahora que nuevas risas infantiles llenan mi vida con nietos, va y me acuerdo que he de recuperar a mi niñita, esa chiquitina princesita que crecio a la sombra de su papa, le estoy preparando su habitacion dentro de mi ser, la estoy albergando.
Me ha gustado compartir este relato.
Gracias.