En un día frio de invierno, me encontraba observando como la lluvia caía en el mar. Como volvia a sus origenes y desaparecia en su inmensidad, entonces me dí cuenta de que una gran gota de lluvia, se negaba a entrar en el mar.
Y este fue el dialogo que escuche:
La gota de lluvia le decia a la Mar:
-- ¿Por qué he de perder mi personalidad en tí?
-- Tu eres yo y yo soy tu.
-- Pero me niego a disolverme en ti.
-- Tu partistes de mi y a mi debes regresar. ¿De donde te crees que vienes?
-- Del cielo, por supuesto. Yo soy un individuo independiente, yo volava con el viento, hasta que me precipite aquí.
La Mar le respondió.
-- ¿Te acuerdas antes de nacer?
-- ¡NO! ¿Tú acaso te acuerdas?
-- Si... Yo soy el infinito. Tu fin.
En ese instante la gota de lluvia se precipito en la Mar. Pensando me aleje, sintiendome cada vez mas una insignificante gota de lluvia, precipitandome al inmenso Mar.
EFECTIVAMENTE, ASI TAMBIEN SE ALEJAN UNOS DE OTROS LOS SERES HUMANOS, CREYENDO PODER HACER SU PROPIO MUNDO APARTE. SIEGOS, SIEGOS, SIEGOS. TODABIA NO SE HAN DADO CUENTA QUE SOMOS TODOS UNO MISMO. DESPERTAD, DESPERTAD, DESPERTAD.