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MONICA MIA - 4

Mónica mía-4
Capítulo 4
“Cristina nos visita”

Ayer sábado salimos a comprar ropa para Mónica y las niñas y luego fuimos todos al supermercado.
Estoy en la sala leyendo el periódico y esperando el desayuno que prepara Beatriz.
Escucho la puerta del dormitorio de Mónica que se abre. Breves instantes y aparece mi patito. Se la ve preciosa con su ropa nueva.

Joaquín - ¡Buenos días Mónica! ¿Cómo te sientes hoy?
Mónica bostezando... – Un poco cansada todavía. Me duelen las piernas de tanto caminar ayer.
Joaquín – Es cierto... luego de desayunarnos te hago los masajes que nos enseñaron. ¿Te parece?
Mónica - ¡No! Tu debes estar igual que yo.
Joaquín – Yo no estoy igual que tú... o acaso me ves panza.
Mónica – No me refería a eso.
Joaquín – Era una bromita para hacerte sonreír.
Oigo que las nenas se están levantando.
Ana María grita desde el baño – Mamá donde está mi cepillo de dientes.
Mónica – ¡Ay! Me olvidé. Más tarde compramos uno.
Joaquín - Eso no es necesario. Naty debe tener media docena de cepillos dentales nuevos.
Me levanto y voy donde Ana María. Abro la gaveta y le doy un cepillo y un besito.
Ana María sale corriendo donde Mónica y le muestra el cepillo con forma de rinoceronte – ¡Mira que bonito! ... mamita... Le agarra la cara con las dos manitos y le pregunta... ¿Él por qué nos quiere a nosotras? ...
Mónica – Porque el corazón hace lo que quiere. No importa lo que nosotros pensemos, no importan las circunstancias el corazón dice a quién quiere y nada se puede hacer.
Ana María me señala con su dedito y dice – Yo lo quiero a él... ¿y tú?
Mónica – Yo también... esteee... necesito un cepillo.
Joaquín - ¡Ya! Vaya a lavarse los dientitos que su desayuno se enfría.
Desayunamos todos y voy con Mónica al jardín. Le tiendo una manta para que se recueste en el césped y hacerle sus masajes.
El césped rodea la piscina y este pequeño parque tiene un arbusto tupido de un metro de alto cortado en forma rectangular. En el suelo nadie puede vernos.

Comienzo la rutina. ¡Piernas al hombro! Y el masaje descendente...
Mónica - ¡Ay despacio que me duele!
Joaquín - Tranquila mi amor seré mas suave. Debí traer una crema.
Algo llega volando. Me agacho. Es una pelota de colores grandísima... La vecina se asoma por la pared y dice – Se me cayó la pelotaaaaaa... ¡Ay disculpen... no sabía...
Joaquín - ¿Y a ésta que le pasa?
Mónica – jajajajajajajaja
Joaquín - ¿Cuál es la risa?
Mónica – Pero... ¿no te das cuenta lo que pensó? Tienes la cabeza entre mis piernas...
Joaquín - ¡¿Queeé?! Esto no es gracioso. Voy a explicarle que todo fue un error. Me asomo por la misma pared (llevo la pelota) ¡Pssss! Vecina... Vecina...
Viene con una sonrisita estúpida y me dice – Gracias por “cortar” lo que estaba haciendo para darme mi pelota.
Joaquín – Mire vecina yo en realidad...
Me interrumpe – Ya escuché que ella le decía que le dolía... espere que tengo una crema buenísima...
Joaquín – No es necesario vecina...
Se va y me guiña un ojo.
Vuelvo donde Mónica – ¿Te das cuenta? No me dejó hablar.
La vecina - ¡Epa Joaquiiiiiiín! Ahí te va la crema. ¡No la gastes toda... deja algo para mí!
Se escuchan sus risas.

Atrapo la crema en el aire. Miro el tubo que dice... “Gel lubricante íntimo, espermaticida y bacteriostático”.

¡Sorpresa! Llega Cristina (la madre de Mónica) y José (el padre) que decidieron visitarnos luego de casi un mes de aquel nefasto día.
Y ahí estoy ... con la cabeza entre las piernas de Mónica y el tubo de “espermaticida” en la mano.

Los dos y Beatriz que los había acompañado quedan ¡Atónitos!
Cristina se persigna y dice – ¡Con razón se la trajo! Empiezan tempranísimo con las orgías.
Beatriz – Permiso para retirarme... se están “quemando las papas”Se lleva una mano al corazón, revolea los ojos para arriba y suspirando se va.

Mónica – Mamá no es lo que están pensando... por favor. Joaquín es un caballero.
Joaquín – Cristina yo solamente le estaba haciendo los masajes...
José me arrebata el tubo y lee “Gel lubricante...”
¡Ay mi madre!
José - ¡Qué caballero ni qué nada! Pero si “más claro no canta un gallo”. No se dan cuenta... par de degenerados... que aquí los pueden ver las niñas.
Se me viene encima.
La vecina desde su casa – ¡Yo también los vi!

(Continuará)
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.82
  • Votos: 67
  • Envios: 0
  • Lecturas: 6259
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Comentarios


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6 comentarios. Página 2 de 2
jaoquin ledo
invitado-jaoquin ledo 02-12-2003 00:00:00

Amiga Lucy-a: Te hice caso al leer tus cuentos (sabes a que me refiero) y te haré caso ahora. Yo había pensado que el bebé llegaría en este capítulo pero parece que a Mónica no le llegan las contracciones. Disfruta los capítulos alegres ya llegarán los otros. Son pocos pero no tendré tiempo... (también sabes por qué). Gracias por leerme... Joaquín

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