Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Cómicos

Eres pefecto...

Eres perfecto, por más que busco desacoples, zonas huecas en las que apoyarme para decirte ¿lo ves?, aquí no encajamos... nada, nada encuentro.

Eres perfecto, si vamos en avión, como tienes vértigo me dejarías el lado de la ventanilla, a mi me encanta mirar las nubes, atravesarlas, ver el suelo, tan pequeñito, tú contando números, tratando de no pensar, leyendo el periódico, cualquier papel, entretenido, sin pensar en el miedo.

Si vamos en coche seguro que no te gusta conducir de noche, prefieres cerrar los ojos o descansar la vista y a mi me encanta comer kilómetros y paisajes en la oscuridad.

Si vamos de viaje, seguro buscamos lugares alejados de playas turísticas y nos adentramos en la montaña, la que tenga más escondidos y espaciales rincones, aquello en donde se huela a un poquito de aventura o mejor a historias de esas que luego, con los pies descalzos recordaremos emocionados brindando por ese recuerdo.

Si nos quedamos en la ciudad, unos buenos vinitos con amigos, unas risas y luego a casa a descansar, a tirarnos en un sofa, hacer el amor revolviendo sábanas toda la noche como si el tiempo no pasara, o en días más sensatos, tu trabajo, mi trabajo, uno rápidito por la mañana antes de irnos a trabajar, un beso, un nos vemos, sabiendo que por la noche eso será cierto.

Si despertamos, tu soñoliento, medio dormido y apagado, sin café metido en el submundo de los eternos silencios, yo sonriente, divertida, con energía, un vendaval que se levanta, prepara café, armarios, ropa, deseos, lo prepara todo... y luego se calma, se reposa, te espera para desayunar.

Si vamos a cenar seguro no podemos pelearnos por el vino, nos gustan buenos, seguro no podemos pelearnos por la comida, nos gusta bien hecha, ni por unos platos los cocinados caseros son nuestros favoritos, las cuatro hojitas minimalistas con espárrago soltero en medio que se las queden los demás. La carne bien hecha, las patatas compartidas a ratos, sin que nos veamos robárnoslas, más divertido aún. La miel... ni olerla, el café fuerte de aroma, intenso.

Si llega algún aniversario de algo, tú te tensas, coges la primera cosa que por práctica sea tu regalo-deseo y me la entregas con una mueca de ironía, de entendimiento, diciendo toma para que lo uses, y yo divertida, emocionada por cualquier tontería, pienso en ese pañuelo de seda cara que hace dos días yo misma me regalé y veo que hace juego en su color con los calcetines divertidos que me has regalado para que mis pies no se queden fríos, entonces río, tu me entiendes y yo te digo, ¡qué bien!, gracias! hacen juego con mi pañuelo!

Eres perfecto, si te tomo medidas, encajas en mi, quizá un poco alto, quizá un poquito más imponente pero yo cobro altura y envergadura cuando me miras, así que eres perfecto. Tus abrazos, estrechan, tus manos acarician, tu pelo se enrreda juguetón entre mis dedos, no te gusta, si sudas aún te gusta menos que te sople en la cara, pero así es más divertido, enfadado, contrariado, tu mueca se pone más graciosa en tu cara, me gustas más cuando pones ese gesto.

Mi cuerpo, un volcán en erupción, tu cuerpo la estufa en la que abrigarme en invierno, tus labios buscando, los míos encontrando bien lo que buscan, todos los huecos ocupados por los besos, unidos en piel, enlazados, como si en un segundo nada fuerámos, como si al siguiente minuto nos reencontráramos, como si fuéramos cada vez un nuevo descubrimiento, el sexo, suave, entregado, compartido, delicioso, rápido, morboso, exhausto, placentero.

En días de lluvia, esos tristes que te ponen trsite, mis ojos el sol que sonríe, que apaga por breves instantes dolores, miedos, Luego una charla, luego una copa, luego otra charla, una película compartida ¿qué tal una de sexo?, luego un sorbo de café, tu tal vez un cigarro, yo un aliento... una mirada cómplice, dos palabras dichas al mismo tiempo, un hueco de humor compartido, tú otro trago, yo un atragantarme, un no conseguir mirarte a los ojos y decirte que te quiero...

Y aún siendo tan perfecto, pero tan, tan, tan perfecto... no podemos besarnos, ni abrazarnos, ni tenernos, ni apoyarnos, ni ayudarnos, ni esperarnos, ni escucharnos, ni queremos, sin que nos acongoje y nos paralice por dentro el miedo... los dos iguales, los dos tan nuestros...

Y ahora ya tú... dividido...alejado... tan lejos.

----------------------------------------------------------------

¿no creéis que es un cuento cómico, dos personas tan perfectas que tienen como única y grave imperfección en sus vidas que nunca podrán estar juntos?

Tal vez penséis que yo le conozco como es, por muchos años vividos con él, por muchos momentos, gestos, por muchos recuerdos extendidos en el tiempo de esos que hacen que todo se conozca... Reiros, la vida es a veces así de graciosa, no lo conozco de nada de eso, apenas breves encuentros que se cuentan con las manos... es tan solo mi corazón que sabe reconocer entre muchos otros, un corazón perfecto.
Datos del Cuento
  • Categoría: Cómicos
  • Media: 5.38
  • Votos: 100
  • Envios: 10
  • Lecturas: 4121
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.118.195.162

2 comentarios. Página 1 de 1
Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 02-01-2015 14:35:13

Enhorabuena, Lágrima Azul por un relato de alta categoría como todo lo que escribes.

Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 02-01-2015 14:34:48

Enhorabuena, Lágrima Azul por un relato de alta categoría como todo lo que escribes.

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815