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Categoría: Tradicionales

una historia con pasado.

bueno, en este cuento empezare por la explicacion: esta basado en la violencia a la mujer y las malas relaciones entre un matrimonio desigual, pero en la epoca colonial en la nueva España o Mexico en 1809. y es de una pelicula que vi acerca de la independencia de mexico en un pequeño film. solo es una recreacion y los nombres son falsos:

En un dia Soleado de marzo, los campesinos de Dolores, Gto. se retiraban hacia sus hogares. habia pocas cosechas de sorgo y frijol, a lo cual muchos habian aprovechado el dia. uno de ellos y conocido por ser el trabajador de un hacendado peninsular, Don Jose Ibaurregui Echeverry de la hacienda "El bajio de dos coronas". quien apenas les habia dado alcabalas de la quincena. tal personaje, Agustin Sanchez de 31 años al parecer no tenia problema alguno con su jefe por lo de castas o bien, por las revueltas que habia encabezado un cura. al menos, eso creia. pero volvamos al hecho. dicho joven era de cuerpo un tanto agraciado y en sus facciones no se notaba mucho la madurez; pese a haberse "casado" por asi decirlo hacia unos años: 10 para ser exactos. ¿con quien habia sido? pues una mujer de su aldea pero no digamos una joven en la flor de la vida y con facciones aguileñas; era Enedina Martinez de unos 41 años. el motivo principal por el que se habian casado era porque a Enedina no habia obtenido respuesta de algun pretendiente en su mocedad ni aun ahora que en ese tiempo tenia solo 32 años, ya una señora con obligaciones como era visto en esa epoca. y porque la familia de su esposo habia adquirido unas tierras a nombre de un hacendado de apellido Asunsolo; el cual era criollo y por las ideas de la ilustracion no le tenia prejuicio a la gente humilde. asi, ambos se habian conocido y tratado solo unos pocos años antes de darse dicho casorio. asi, habian seguido casados y se trataban a los ojos de sus allegados y vecinos como hermanos o bien, parecian solo dos concubinos que vivian cada cual por su lado. nadie parecia advertir las diferencias que habia entre ellos solo les veian como una pareja comun de pueblo; devota y muy dada a la lascivia. hasta que. sucedio la primera revelacion de las relaciones que sostenian; su esposo habia regresado cansado y al entrar al viejo caseron sin siquiera saludarle habia entrado a guardar la diligencia de animales y a cambiar prendas. ella se hallaba; so pretexto de aderezar el guisado, unod e los tipicos al caer la tarde en guanajuato en la mesa pequeña de madera lacada echando los paltos color ocre, sin poner mucha atencion a lo que hacia. cuando sin advertirlo su esposo le dijo, de modo Contrariado:

- ¿ acaso no comprendes? te he dicho cientos de veces que debes terminar el guiso antes de mediodia. ya ves que luego nos visita la gente del lugar.- ella replico algo indecisa;

- es que.- callo, sintiendose vacilante-. es que tu ves que yo no soy de buena ralea con la puntualidad. al decir esto, sabia que su esposo podia bien dejarle o casi insultarle. y asi:

- oh, me lleven todos los diablos! ¡de todas las mujeres en el pueblo, me hube que casar con esto, con este engendro de mujer!-. exclamo y se marcho hacia otro punto. asi, la escena quedaba suspendida. ella, reprimiendo una sonrisa producto de su caracter intempestivo y desorientado, mas la tension provocada fingia volver al traste como dicen en el pueblo. y este altercado a Enedina no le extrañaba gran cosa; casi desde su primer momento de conyugues habian surgido fricciones; tal vez y aunque ella paenas lo notase, habian sido las desavenencias y la poca preparacion, a veces torpe para el en lo que a esposa humilde y matrona referian los preceptos; otra, que ya no sentia un deseo minimo por ella como esposa por su edad y que a ojos ajenos su esposa parecia mas envejecida que el. claro, nunca se habia expresado con palabras
dichas ideas pero en ese tiempo ¿quien podia observarlo? este y otros altecados se daban solo en ocasiones por la ausencia del esposo y por el temperamento solitario de Enedina pues solo se encontraban lo conveniente. hastq eu, sin saberlo estas fricciones darian a algo tipico en esa epoca y muy dado; la desocupacion, aislamiento y una historia agridulce. una historia con pasado. la cual si me dejan seguire relatando. (continuara)
Datos del Cuento
  • Autor: Anonimo
  • Código: 20498
  • Fecha: 10-12-2008
  • Categoría: Tradicionales
  • Media: 5
  • Votos: 66
  • Envios: 1
  • Lecturas: 4774
  • Valoración:
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