PRIMER CAPITULO:
Es el día más esperado por Antonio, sabía que iba a clasificar, pero la noticia es más emocionante aún, está finalista, falta poco para que los miembros del jurado entreguen el sobre con el veredicto, mientras tanto en el escenario un grupo de niños hace una representación mímica del Baile de las Flores, el público espectante, los participantes solo sonríen unos a otros y se encogen de hombros, como disculpándose si aventajan al colega. Antonio, no deja de mirar a las gentes, busca a alguien o quiere mirarse en unos ojos, unos ojos especiales, con cejas tupidas pero perfectas, con esa cabellera rubio dorado y ensortijada, una inmensa cabellera que él reconocería solo con el reflejo de un flash entre la multitud, pero no, nada de lo que desea ver encuentra, su corazón está como detenido, la angustia lo domina, es como si tuviese un hueco y por allí pasara aire que daña, lacera, rasmilla.
¿Cuánto tiempo así, mi Dios? Y ¿cuánto más? Solo mi corazón lo sabe, el no entiende de tiempo ni de circunstancias. El solo siente, espera y desespera.
La presentación termina, pero el ya no está allí, un cigarrillo le arrebata del salón principal y ya en la terraza en busca de aire y su tabaco logran darle algo de calma. Sus amigos allí observan intrigados a corta distancia, pero él está ausente, solo observa, buscando, solo buscando.
Finalmente, se decide a volver, el pasillo está lleno de personas que conversan lo mismo, el concurso, la espectativa, las esperanzas de llevarse un reconocimiento. Pero él sigue en su presencia ausente.
De pronto como si fuera transportado el motivo de su ánimo se hace presente, su inspiración está en su corazón, que late desesperado y busca un lugar silencioso para hablarle: ¡Melisa!¡ té extraño mi amor!, porqué esta ausencia prolongada, ven esta en mi noche, nuestra noche no quiero estar así, sin ti, me oyes, no quiero, sin ti, nada importa...
Se levanta triste, solo el silencio y el murmullo de lejos le acompañan, camina y se integra a la multitud, como en cámara lenta toma su ubicación en el palco de los participantes, sin hablar, ya nadie intenta siquiera dirigirle la palabra, está indiferente, nadie logra llamar su atención.
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SEGUNDO CAPITULO:
“Un año atrás... Antonio está sentado ante su máquina, buscando dar forma y contenido a una idea que nació en un sueño, pero solo tiene en su mente un rostro sonriente y hermoso, una joven, si una niña, que algo quiere decirle, pero no recuerda todo el sueño, solo parte de el y es su rostro, su belleza es sin igual, su cabello rubio dorado, es una cascada que cubre gran parte del cuerpo, un vestido de tules, azulados y dorados, como si una lluvia de polvo de oro la hubiera atrapado, unos ojos azules, llenos de pestañas y de traviesa e inocente mirada.
Fina, muy fina, delicada y graciosa, un poco más baja que él, ya que debe empinarse en la punta de los pies para alcanzar...
Y se va, no recuerda más, pero entonces Antonio sonríe y decidido comienza... otra vez vine y no te encuentro, está el mismo paisaje, la misma fuente, el mismo día y hora, pero ahora quiero verte, la otra vez te encontré, no sabía que existías, ¿me escuchas? ¿dónde?, ¿dónde estás?
El bosque que rodea la fuente es frondoso, verde pasando por toda la gama de tonos en verde, rodea el lugar, los pájaros ya duermen y la noche cae lentamente, tendiendo su manto de sombras, la paz, la calma ingresan y dan descanso a los habitantes del lugar, sólo el ruido de la agua que surte la fuente interrumpe la quietud. De pronto, el agua toma vida, comienza a ampliar su centro, cada vez más y cambia de color del brillo plateado hasta el azul intenso, intenso, y comienza otra vez a recuperar el plata, Antonio, envarado observa el cambio, ¿qué está ocurriendo? ¿Es magia?...no ha advertido que ya no está solo, tras la fuente hay alguien que le observa su expresión de sorpresa por el fenómeno que acaba de apreciar.
Y allí está, sonriente, hermosa y graciosa,... camina hacia él y le pregunta:
-¿Has hecho realidad tu fantasía?
-¿Lograste darle peso a tu argumento?...
-¿Quién eres tu?
-soy... no me creerás... soy el hada de los sueños.
-¿El Hada de los Sueños?...¿quieres hacerme creer que estoy dormido?
-no, no te obligo a nada ni te miento, solo mira en la fuente, obedece a la invitación sin dejar de mirarle, está embobado con su belleza, y sí, no puede ser, pero... ¡sí soy yo!... se mira, se palpa, pero ¿qué hago aquí, o que hago allá? ¿Cuál es el real?
-Ese, dice el hada, esto es un sueño,... Antonio investiga, sí es su escritorio, es su máquina y está la hoja con el inicio de la historia,... pero él tiene la cabeza reclinada y el cuerpo extendido en la silla, con una sonrisa plácida, duerme feliz.
-¿Estoy soñando?- pero si tenía que escribir, debo terminar esta historia.
-¿Cómo la terminarás si no sabes quien es?,- bueno tu me dijiste que eras El Hada de los Sueños y yo, ¡¡¡¡qué -el hada de los sueños!!!!!!! Pero ¿Cómo llegué aquí?,
- En un sueño, éso, llegaste en un sueño... ven dime qué quieres hacer, no te gusta el paisaje?
- Me gusta, pero debo trabajar,
-¡trabajar! ¿y eres feliz trabajando?
- de eso vivo.
-¿pero vives para trabajar?
- no... es que... ¡espera! ¿cuál es tu nombre?...el mío es Antonio,
-mi nombre no es interesante Antonio, Antonio, repite como para no olvidarlo, - Antonio es hermoso nombre, Antonio, Antonio... Ant...
-¿oye, cual es tu nombre?
-...Xandú, -
- ¿cómo Xandú? ¿Y qué significa?- es extraño nombre.
- En el idioma de las hadas significa Sueños...
-Ah, por eso eres el hada Xandú.
-¡No! en tu idioma yo soy el hada de los sueños, solamente.
- Oye pero siendo tan hermosa, en mi mundo necesitas un nombre que signifique algo,
- Algo como ¿qué?,
- Bueno que indique ternura, cariño, saque sonrisas al recordarlo, dulzura, qué se yo, todo lo que siento ahora... al verte tan linda,...
-¿Me encuentras linda?,
- Soy dulce para ti?
- Pero si eres una belleza, tierna y delicada, además de graciosa, como no me vas a atraer, en verdad solo en un sueño puedo estar frente a alguien así...
-Soy hermosa, graciosa, tierna y delicada, y ¿eso es bueno para ti?
-Sí pero mejor para ti,¡Xandú!, no, no me gusta, mejor...
-¿Qué no te gusta?...
-¿Quieres que te ponga un nombre?, ¿que yo té de un nombre, que sea dulce como tu?...
-¿dulce como yo? - Ella sentada en el aire a la altura de la cabeza de Antonio, se desplaza con lentitud y le rodea, le habla a la izquierda y a la derecha, sus ojos brillan su sonrisa mágica, le dejan estático, fue atrapado, la mirada azul intensa no le abandona, no habla y solo la mira, el Hada calma su entusiasmo y se queda de pie a su lado, tomando su mano, le invita a seguirle, no sabe cómo pero están en otro lugar, ahora es un jardín rodeado de cipreses y flores, un prado inmenso de flores, hay luz pero no puede saber de donde nace la luz, bueno, es magia asimila es magia... magia.
Un ruido, si, un ruido, se ha movido y ese movimiento atrapa una tecla de su máquina de escribir, que emite un pitito, primero imperceptible después intenso y le arrebata del sueño y le regresa a la realidad... está adolorido por la incomodidad de dormir en la silla... pero en su mente está: ...lo logré, al menos tengo algo...”Xandú...”
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TERCER CAPITULO:
Y allí está, esperando, recordando, mira su reloj, ya es la hora piensa, ya es la hora de que ella venga. Embelesado mirando hacia el público no repara como la mesa del jurado se ha llenado y el animador del evento toma ubicación ante el micrófono, el silencio se adueña de la sala y Antonio no lo nota, de pronto el nombre que toda la gente aclama, se escucha en el recinto mas los vítores y aplausos: “El Jurado ha designado como ganador en el género de cuento el trabajo presentado por: Escritor de Sueños con su Obra: El Hada de los Sueños. Antonio no puede creerlo, sin dejar de mirar al público que se transforma para él en un enjambre de abejas zumbando, cada vez más fuerte, su corazón a medida que se dirige al escenario late con tristeza, está sin fuerzas, ya no ve, casi no lo logra, por él hecho de mirar con tanto esfuerzo, por querer hallar un rostro, el rostro amado entre ellos, pero no está, y al recibir el pergamino que lo declara como ganador, más el sobre con su premio, una lágrima rueda por su mejilla y se aloja en la comisura de los labios y piensa ahora en voz alta: “-si ella estuviera aquí...” no imagina siquiera que sus palabras se han escuchado en el teatro, y toda la gente guarda silencio, el animador le pregunta: -
- ¿Espera usted a alguien en especial con quien festejar?
- Si, este... siii,... perdón no, estoy muy distraído y emocionado, gracias y disculpen. Los aplausos acallan todo murmullo... pero Antonio ya no escucha y camina lentamente hacia el Jurado, estrechando las manos a cada uno, finalmente se decide a hablar ya que todos esperan su opinión...
-Comienza a hablar sin más expresión que la de la espera y sus ojos giran de un lado a otro del público, buscando, siempre buscando, pero en vano.
- ¡Gracias! Es importante que lo diga ¡gracias! Por confiar en mi y permitirme expresarme, ¡gracias! Por leer y encontrar lo que deseaba decir y me entendieron, ¡gracias! Quizás mi trabajo no sea el mejor de este concurso, pero la magia que compone el cuento lo hizo ganador, si al menos... (ella estuviera aquí... murmura) y ahora viene lo difícil, la reseña de su trabajo, dónde lo escribió, en su cuarto, cuándo, en las madrugadas de muchos sueños atrapados, aquellos que quedaron en su mente y fueron plasmados en letras y llenos de amor.
Explica con calma, como todos los escritores, su voz suena a calma y su cara está serena, pero sus ojos inquietos y tristes. El vacío que le ronda no da tregua, es difícil pero debe seguir adelante, ahora debe hablar de su personaje: El Hada de los Sueños, comienza... es un ser espiritual que todos llevamos dentro, y la magia de los sueños o nuestra magia despiertas, nos lleva a su encuentro, la vida tiene un sentido especial si dejamos que la magia nos rodee en circunstancias especiales, hacen cada instante único y real, aunque sea un sueño. ¿Quién no sueña? ¿Quién no tiene un sueño por cumplir? Pues, de eso se trata, de rescatar esa magia, hacerla viva y disfrutarla, en el cuento ustedes notarán la diferencia entre sueño y realidad, entre amor y desamor, entre soledad y compañía, risa y llanto, plenitud juntos y ausencia, entre recuerdo y olvido, todo, todo lo que quieran hallar está allí, la magia que en el hay lo permite encontrar.
El Hada de los Sueños, es un cuento para leer, leer y leer, solo así se entiende y se vive la magia de leer.
Se detiene en su comentario toma sus trofeos y comienza a caminar hacia el público, desciende del escenario, los aplausos le siguen, pero el no escucha ni escuchará... camina, camina, sale de allí, ya se perdió tras él... el ruido del teatro, y ahora camina por el sendero que le llevará al parque, pero... ¿dónde está el parque?... ¿dónde?
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CUARTO CAPITULO:
Antonio, ha quedado sorprendido una vez más... ahora reconoce el jardín, si antes estuvo allí, ¿Cuándo?, en un sueño, y ella también, allí sonriente de su mano, caminando feliz.
-Si no te agrada mi nombre ¿como me llamarás?
-Tu nombre debe ser hermoso, pero entre las hadas de tu reino, pero aquí, quiero llamarte: “Melisa, mi amor”
–Melisa, mi amor? ¿ No es muy largo?
- No, sólo Melisa
- Pero mi amor.
- Ah bueno, mi amor, porque eso eres, mi amor...
-¿tu amor?
-Sí, ¿no sabes lo que eso significa?
-Sí, cariño.
-Pero amor, involucra algo más Melisa.
-¿Algo, más?...
-Si, mucho más... todo, de todo, lo que sientes y necesitas para ser feliz,
-Pero ¿Porqué yo,?
-Tu belleza, tu ternura, tu alegría,... tu, todo en ti, hace que sienta amor...
-¿Y qué sucede contigo y conmigo si tu sientes amor...?
-¡Dime! ¿Qué te sucede si yo te digo que te amo?
-¿Tú me amas?
-¿Si tu me amas, se notará en mi cara?
-No lo puedo decir, pero a mí si, se me notaría
-¿Porqué a ti? ¿No que sabes si amo a un mortal recibo castigo?
-Entonces sabes lo que es amar...
-No, lo que sé es que no debo amar, pero no sé, cómo se ama...
-¡Melisa, mi amor! Eres un ser tan especial e importante en mi vida, tu inocencia del mundo donde vivo me hace desear de ti... el encuentro de un gran amor...
-¿Encuentro de un gran amor?...encuentr...
Antonio la ha rodeado por la cintura, su brazo derecho la estrecha contra su pecho, su cintura es tan fina que casi no percibe ese cuerpo atrapado en su abrazo, pero le quema, sabe muy bien, como quema, y su mano izquierda cubre la espalda palpando la cascada de rizos y la acerca, tiernamente, ella no alcanzó a terminar su frase, siempre repite lo que le dice Antonio, como asimilando las palabras para no olvidarlas.
Es un beso tierno, suave, inocente,... no hay respuesta de esos labios, pues la sorpresa... -¿Qué me has hecho? Sonríe Melisa, ¿qué me has hecho?...topando sus labios con los dedos, sorprendida, sonrojada y sonriente... me da un temblor en mis labios,...
-¡Es un beso de amor, Melisa!
-¿Un beso de amor? Y el amor se siente así,... con cosquillas en los labios...
-No, no, no, es mi caricia, lo suave que te di el beso, no quise asustarte ni dañarte, pero dime, ¿las hadas no saben de besos?
-Yo sé que no debo enamorarme de un mortal, pero no sé como se ama... -Entiendo, dime como haces tu trabajo o como llegaste a mí, ¿porqué viniste a conocerme...?
-Tú soñaste y pediste un sueño hermoso, y yo recibí tu mensaje y vine...
-¿De dónde vienes,...? -
-Del mundo de los sueños,...
-Y ¿dónde queda ese mundo?
-... está en tu mente, está en tu imaginación, en tu corazón, tu creas el sueño y yo lo realizo. Entonces ¿Cómo sabes lo que deseo si ignoras lo que es un beso de amor? si no sabes cómo se ama...
Ella se sonroja, -he leído tus escenas de amor, he escuchado tus susurros cuando duermes y amas a una mujer...
-Pero ¿cómo que has leído mis escritos?
-Si, una noche tu creaste una historia de una mujer que querías amar... -y decías: quiero que ella sea feliz... -me gustó eso y vine a observarte como tejías la historia. Me gustó cuando hiciste como que la besabas, en el aire diste un beso
-Y tu me mirabas hacer todo eso?...
-Sí, yo no sabia y tu voz me agradó, tu forma de hablar me atrajo y aquí estoy, buscando conocerte, pero las Hadas no podemos, no debemos, enamorarnos de un mortal.
-Está bien, pero ¿Cómo me encontraste,...?
-En un sueño... tu voz me llamó, querías soñar algo bello... y vine, y... y me enamoré... tu dormías tendido en tu cama boca abajo, con tu brazo izquierdo cayendo y el otro bajo la almohada, tu cabeza hacia la izquierda y tu espalda desnuda... tu sonrisa era suave, tranquila... tus escritos sobre el escritorio estaban abiertos, invitación perfecta para ser leídos, y los leí... a medida que avanzabas, vine noche a noche a velar tu sueño, a leer y a conocerte, me quedaba largo rato observándote...
-Pero ¡no puedo creerlo!... nunca...
-¡Nunca no existe Antonio...
-Si nunca no existe, siempre tampoco
-... tampoco.
-¿Puedo saber cómo me observabas en mi sueño y nunca te hiciste presente como ahora?
-...Venía a leer tu historia, y quería vivirla, una noche solo escribiste dos letras... no terminaba la palabra, había una mancha cristalina sobre el resto del papel...
-Si lo recuerdo, había llorado... tenía mucha pena... -¿y tu qué hiciste el resto de la noche si no había qué leer?
-...Te rodee con un perfume que te daría paz y pudieses descansar, que los mejores sueños te hicieran confiar que despertarías contento...
-Si...recuerdo...pero...¡recién recuerdo!...ahora recuerdo que en esa hoja había algo brillante después de la lágrima que se secó en ella.
-Sí, era un cabello que se me enredó en la máquina; tuve que cortarlo y quedó un trozo que olvidé sacar.
-Y después cuando terminé la historia ¿qué hiciste? De eso hace tiempo sabes? Casi un año...
-Sí... casi un año... pues tu leías y dejabas tu libro abierto y yo leía también,... son libros de mis novelas,...
-Sólo puedo leer de tus novelas... otros libros no puedo leer...
-¿Porqué?...porque ellos son los sueños de otro escritor distinto a ti... y yo soy para ti...
Antonio, observa. El jardín solitario, el murmullo es lejano y el tintineo característico está cerca...camina decidido a encontrar lo que adivina...pero el laberinto de flores no le permite encontrar el camino.
Se cansa, tanto buscar, le altera no encontrar... ya exhausto, dolido abandona la búsqueda y se encamina de regreso a casa...
Ya en su cuarto se sienta ante el escritorio para observar su premio, no lo tiene, ¿pero dónde está?
Ah, lo dejé en el asiento de la fuente,... pero ¿cómo me pudo suceder si estaba despierto?...busca entre su saco, revisa sus documentos... nada, el teléfono no deja de sonar, y su desesperación comienza a crecer.
Responde de malas ganas y acepta una entrevista para el diario principal de la ciudad.
Ya agotado y triste, se duerme tendido como siempre, abandonado a sus sueños...
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QUINTO CAPITULO:
La mañana es tibia y los rayos de sol le sacan de su profundo aletargamiento, está contento, feliz, se estira como recuperando fuerzas y algo le llama la atención, sobre el escritorio está el pergamino y el sobre... de un salto los toma, los palpa, están intactos... al lado hay un ejemplar del Hada de los Sueños abierto en el capítulo del encuentro...
-¡Melisa, mi amor! Y un eco en su interior repite: melisa, mi amor, melisa, mi, am...
Vino, pero hoy ella vino, hace días que no lo haces mi amor, pero ahora estuviste aquí y yo dormí, dormí, como nunca,...¡¡¡por eso dormí así,... mi amor estuvo aquí...!!!
Antonio, no puede creerlo, y se sienta decidido a continuar, el argumento está otra vez en él, otra vez la inspiración vuelve, siente que ya no está seco, que puede crear más historias, coloca el papel en su máquina como desesperado para no perder la idea... Y comienza con:
“El Hada de los Sueños, llegó... y se instaló en mi corazón... escribe hojas y más hojas, el teléfono lo saca de su tarea, le molesta, la escena es de las mejores, sabe que debe atesorarla en su mente, una palabra, se pierde la idea, no, no puedo permitirme, perder una sola palabra, no responde el teléfono, que suena y suena, finalmente debe abandonar la escritura y responde... el periodista que concertó la entrevista, le espera hace más de una hora en el lugar acordado.
Hace una reseña de sus obras, cuenta parte de su vida estudiantil, familiar y de sus viajes... fotografías y recortes... todo de todo, para que el mundo que desee saber, le conozcan. Hace presente en todo momento, su personaje más importante, el mejor dice: El Hada de los Sueños.
Llega nuevamente tarde a casa, cansado y se tiende un rato en su cama, analizando si dejó algo sin decir para la entrevista, no, todo está, todo bien.
Mira su escritorio y desde allí, la máquina parece llamarle, un rayo de luna alumbra la hoja que está escribiendo... se levanta, como para que no se pueda perder el encanto, como temiendo que al acercarse, la luna le arrebate el rayo, y allí está resalta entre las letras el nombre amado: -Melisa.
-¡Melisa! dice en voz alta, Melisa... y vuelve a su historia, el hada ha regresado por su escritor, así, sigue escribiendo, ella ha comprendido que el amor no tiene dimensión, viaja a donde nazca la inspiración, donde exista la belleza del sentimiento, el amor estará, siempre estará, aún... más allá de toda comprensión... estará allí, siempre, siempre, aún...
En su alegría de poder vivir la ilusión en las letras Antonio se vuelca toda la noche y ya de madrugada, el cansancio lo domina y debe dormir, sabe que debe hacerlo... para ganarle al sol, se tira en la cama atravesado, y recordando la última frase escrita que ha viajado desde el fondo de su alma, cómo el vaciamiento del último sentimiento recién nacido, ¡te amo Melisa, mi amor! Es tal la felicidad por la magia de este amor, que ya no necesito más,... no quiero amar más... para dimensionar lo que puedo dar... eres mi ....tes...oro.
Cuando vuelve a la realidad, el hambre le atrapa y decide bajar en busca de alimentos, la carpeta de hojas con el cuento está casi llena, dejándola extendida con las hojas bajo un pisapapeles de metal, sale abandonando el lugar.
El baño repara sus energías y su alimento le devuelve la inspiración...
Deja un momento para ver la televisión, para leer el periódico, para hacer unas llamadas, para disculparse con sus amigos escritores, para cancelar otras citas que considera sin importancia, porque la inspiración está en él, y no puede darse el lujo de dejarla escapar.
Esa noche Antonio, ama a Melisa, en un encuentro íntimo dorado de susurros y de magia, el se entrega y toma su ilusión, el cuerpo de su amada es frágil, pero le responde entregando lo que él necesita, es su felicidad la que vive y disfruta. Ella cariñosa, apasionada, sumisa, le deja hacer, le reclama y le ama... solo eso, ....le ama.
Su lecho fue en el campo, entre las flores más fragantes del jardín, entre los rayos de luna y el cantar de los grillos, entre el brillo de las estrellas y el aroma del rocío. Antonio y Melisa sublimaron su amor, ganándole al tiempo, distancia y dimensión... comprensión humana y etérea, pero amor, existencia y entrega total del amor.
Ya el amanecer se anuncia y la novela está a punto de ser escrita... ya le quedan pocas palabras para firmar el fin... y Antonio no quiere abandonarla, ha vivido cada instante, su piel le atormenta, el recuerdo de unas frases, de una piel de nácar, de besos infinitos y de éxtasis soñado, éxtasis mutuo, éxtasis de amor, de ese amor que da la certeza, que todos necesitamos y que solo se da una vez en la vida. “Siempre, siempre, aún, estaremos unidos, más allá del tiempo, distancia y dimensión está grabado en su corazón, lo sabe, y ¡vaya si no lo sabe!...”
Decide escribir el final después,...lo vivido esta noche en sus últimos momentos no le da tregua a seguir escribiendo, necesita atesorar en sus pensamientos, en su mente grabar el instante en que verdaderamente fue feliz...feliz, si feliz...muy feliz....
Con pereza poco a poco desabotona tu camisa y piensa, - a ella le gusta este color, es azul, intenso, muy intenso, y le gusta... - tendido allí, en su cama ya relajado, pasea la mirada por el cuarto, la cortina está corrida y un pequeño rayo de luna se acerca al escritorio, tímido, pero da forma a algo especial para el, y allí está la brisa del amanecer se coló por la ventana y levantó algunas hojas de su carpeta que contiene el cuento, Antonio se asusta, no puede perder nada de la historia y se levanta rápidamente, busca la carpeta, arregla las hojas y la cierra, atrapando cada una de ellas cuidadosamente ordenadas, le coloca el pisapapeles de metal. -¡Ya está! murmura, ahora si dormiré tranquilo- mi obra está en resguardo...
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SEXTO CAPITULO:
En otra dimensión, en un paso del hombre en el tiempo, en la dorada montaña donde se tejen los Sueños, esta Xandú, sonriente dibujando en la arena áurea de su jardín un corazón con el nombre de Antonio, ajena a todo cuanto le rodea, las otra Hadas bordan y pegan flores en tules y adornos del palacio, en una terraza lejana se ve a la Reina y sus damas conversar. Xandú, sabe que tendrá que asistir esta noche, la última de las noches a su cita de amor con Antonio...no quiere que llegue, no quiere que se termine, prefiere dilatar la despedida, prefiere no vivir el tiempo, aunque en su dimensión el tiempo no existe, pero su contacto con el humano la hizo llenarse de horarios, rutinas y lenguaje. Lenguaje ignorado en su piel, en sus labios, lenguaje de amor, necesidad de entrega, de una vida con otra persona, ese lenguaje no existía, ni existe en ninguno de esos seres que le rodean...al menos así siente ella...no existe...
Ve ponerse el sol en el horizonte y debe ir a preparar su visita, se coloca su perfume de flores, engalana sus ropas, cambia de color su vestido, amarra unas flores en el cabello y decide, recortar desde la arena donde estaba, el corazón que escribiera con el nombre de Antonio...”será mi regalo, mi recuerdo, para él, para mi amor, para mi ....tesoro...
Y así, feliz, burlando las miradas que no entenderían sus sentimientos, viaja al encuentro más esperado, pero a la vez, más triste,...sabe muy bien que debe despedirse para siempre...
Ya en su viaje la luna está alta, el silencio ronda junto a la ventana de su amado, si, lo observa apenas, porque algo le impide entrar, es pesado.
-No, ¿qué pasa? ....no puedo, hace el intento de nuevo, pero es una fortaleza para ella...descansa un poco, pero no se conforma y vuelve a intentarlo, nuevamente fracasa,...mira por la pequeña rendija que le permite comunicarse con el...y allí está lo ve...dormir apaciblemente, hasta tiene una sonrisa en sus labios, entonces decide llamarle, comienza despachito sube el tono, cada vez más, hasta el eco en la distancia repite lo que ella dice: Antoniooooooooooooooooooo, Antonioooooooooooooo,
pero nada...él sigue igual...
Se sienta desesperada ya la noche ha avanzado y el amanecer está cerca, recién sabe el motivo que obstaculiza su entrada a la habitación, si, ella nació de la imaginación de Antonio, él le dio forma a sus sueños y nació Xandú, ella en su inmensa ternura se prendó de el, noche a noche su ternura se vació sobre el amado, palabras dulces, sentimientos hermosos, caricias de niña, caricias de mujer, amor de amantes, todo, todo lo dió, y hoy, en su último DIA de amor, no puede, no logra salir. Antonio en su temor de perder alguna página de su nueva y maravillosa historia, cerró la carpeta con el pisapapeles, atrapando con ello a Melisa que no podrá cumplir su último sueño, ¡amarle en una despedida! En una noche que no tendrá regreso....las lágrimas brillantes mojan sus mejillas, no puede luchar contra el tiempo que acerca el amanecer, ella no tiene poder sobre eso, las luces de la mañana ya están cerca y su mundo la reclama a descansar...sabe que no podrá volver...no hay otra alternativa, finalmente, realiza un último intento, pero las fuerzas esta vez logran mover algo del pisapapeles, que cae sobre la carpeta sin abandonarla...el ruido del metal despierta a Antonio; quien sorprendido se levanta como autómata y busca en la habitación el motivo de despertar así; ella le llama:
-¡Antonio, soy yo Melisa mi amorrrrrrr!.....pero no la escucha, se acerca al escritorio, apoya una mano cerca de la carpeta, ella logra sentir el calor de sus dedos, ¡tan cerca! Tan léjos, mi amor, susurra:
-¡abre la carpeta!, pero el no escucha, y cuando descubre que el pisapapeles está volcado, intrigado lo toma, observa alrededor y lo coloca en su sitio. Huele en el aire un perfume de flores, ¿Melisa...murmura, estás aquí? La mañana tras los cerros hace evidente su ingreso, y Antonio dice: no, ya no vino...triste se va a la cama de nuevo...y mirando intrigado ¿qué hizo volcar el pisapapeles?...trata de dormir, dejando su cabeza bajo la almohada, boca abajo con su brazo izquierdo colgando hacia el piso y su diestra sobre las ropas, como siempre su espalda descubierta...y allá mas allá en otra dimensión unos ojos azules intensos y llorosos, le observan ya perdiéndose en la lejanía...
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23.01.1998