los episodios con la droga de Eva no eran repetitivos sino muy usuales, por lo general cuando su hombre salia al trabajo o a algun reportaje breve. el no lo sabia. cuando pasaron unos meses, quizas 7 y se develo la verdad. sucedio un dia cuando el, siendo sabado habia sacado a pasear a fitcher, el perro de Eva: habia sido un regalo de su cumpleaños numero 26. a pesar de que no era lejano el evento, el pequeño terrier escoces habiase tornado algo gordo y un poco irritante si se deseaba jugar con el: contaba ya año y medio. fitcher por adoracion de la mujer le encargaban con vecinos o bien, con la palomilla de Eva. mas ahora ella habia salido porque le aviso (subrepticiamente) que iria de compras al market oils, un supermercado abierto en la metropoli y que por inauguracion todo era barato. el acepto sin recelo, pues no le tocaba editar nada y le habian dado cuando menos 2 semanas en descanso. llevaba dos horas caminando con la correa en mano y la mano sudorosa: "uf! ni el ejercicio de la semana me quita esta grasa!". penso agitado limpiandose con el dorso su sudor causado por el recorrido. el perro cansado ladro.

- oh! veo que ya te agotaste. si, cada dia es pesado, fitcher. ven, vamos a descansar en la acera. se sento en el pavimento. cuando paso un vecino: era carlos marquez, vecino de hacia dosaños: contaba unos 32 y gustaba de andar vagando desde la tarde a las once de medianoche. aunque se trataban rara vez el y la pareja, a el le agradaba el tipo; quizas porque veia que eva seguia con el y el, contaba solo habia durado casado con una mujer, Matilde, porque le habia aburrido la vida de casado prematuro. sus ojos morenos miraron al joven hombre unos segundos y le dijo:

- buenas tardes, vecino. ¿ que haces a estas horas? son las cuatro.

- oh! carlos mucho gusto-. dijo el, algo indiferente.- nada, hombre. aqui, paseando al can de mi novia.

- hablas de eva?- acoto-. yo creia que los sabados se queda aqui.

- bueno, ella tiene sus ocupaciones.- enarco las cejas-. no es raro. pero se queda los fines de semana. y tienes razon.

- ah!-. guardo silencio unos minutos-. entonces, ¿ no sabes lo que se dice por ahi de tu chica? claro yo no soy metiche pero esos rumores.

- ¿ que dicen de ella?-. corto rudo el.- que yo sepa, eva es poco confiable con sus planes. jamas hes abido de que rumores son.

- bueno, chico.-. tosio, como para quitar tension a su comentario-. dicen en el barrio que eva. que eva es drogadicta. uno de mis colegas me dijo que vio cierto dia que salia del trabajo a tu mujer: charlaba en un bar de mala muerte que ni yo con mi vida de patan iria; pasota o no se como le dicen a las claras. lo cierto que ella estaba con un tipo, malencarado y casi barbudo. y no la vieron solo una vez, sino eso ha sido por 4 meses. no creo que sea otra chica.

- quizas debe ser un error-. recalo algo indignado el.- eva jamas me oculta lo que hace y lo que no. se que no soy su padre o cosa asi pero no ha quebrantado mic onfianza. quizas sea. otra chica o habra ido a una fiesta una vez y se habra embriagado.

- te aseguro que no.- dijo el vecino, serio e sta vez-. incluso la casera cuando da su ultima ronda dice que encuentra el zaguan con cadena y que la oye cantar y aspirar. deberias cerciorarte.no lo tomes a mal.

- quizas.-. miro casi con enojo al hombre. "me estara mintiendo este. este casquivano? debo saberlo."penso. miro a carlos unos segundos y dijo tranquilo.

- bueno, hare como dices porque te aprecio. solo dime en que zona de la metropoli o el centro le viste. ¿donde queda el bar?

- ya recuerdo. le dicen el pasota. y eva le vieron cera de la sonce y cuarto de la noche, que es cuando el bar empieza sus diversiones nocturnas y subidas de tono. le vieron con el tipo cerca del valet parking. no tiene auto pero el tipo si. en fin, no hagamos largo este tema; que me desagrada hablar de eso en plena calle.- asi, charlaron sobre cosas de vecinos: la asamblea de barrio, el gimnasio, las conquistas de carlos, etc, etc. al cabo de dos horas se despidio del vecino y se fue con su perro a la casa. su rostro mostraba templanza pero sus pensamientos se revolvian. gruesas lagrimas corrieron de impotencia si eso era verdad, pero las limpio de manera rapida e tintento serenarse. tenia que saberlo. asi, se recosto en la cama viendo un programa de autos deportivos y se quedo dormido, que no oia al perro ladrar de hambre. los ruidos vespertinos cesaban y daban cabida a la noche. el desenlace sera en el otro episodio. gracias. (continuara)