Tití era un pequeñito mono que vivía en la sabana Africana.

Tenía una obsesión desde que era pequeño por volar. Por otro lado estaba Titre, un buitre amigo suyo que no quería volar y cuyos padres estaban muy preocupados por ello.

Tití lo había intentado todo para volar; mover los brazos muy rápido, usar grandes hojas como alas, saltar desde el árbol más alto. Esto último le costó unos dolores de huesos durante varios días.

Volviendo al problema de Titre, a Tití se le ocurrió que podía engañarle un poco y obligarle a volar. Lo llevó a lo más alto del cañón y  una vez allí lo empujó. Los padres de Titre estaban cerca por si había algún problema. El susto del pequeño buitre fue mayúsculo y con los nervios agarró a Tití con sus fuertes garras antes de caer. Aleteó torpemente como pudo y cuando parecía que iba a estrellarse, remontó el vuelo con Tití aún  en sus patas.

Al principio Tití gritaba _¡SUELTAME!¡SUELTAME!_ pero cuando se vio a tanta altura gritaba_¡NO ME SUELTES!¡ NO ME SUELTES!_. Poco a poco ambos amigos se fueron relajando y empezaron a disfrutar del vuelo. Fue lo más emocionante y hermoso que había sentido Tití en toda su vida. Sin embargo Titre pensaba que no era para tanto eso de volar y se le quitó el miedo enseguida.

Gracias a un afortunado accidente Tití  cumplió su deseo de volar y por supuesto Titre agradeció su ayuda llevándole siempre a donde y cuando él quisiera. Tití se convirtió en el primer mono volador de la sabana Africana y quizás del mundo entero.