Me miró a los ojos y con desafío me hizo la siguiente oferta:
- Consigue demostrarme que no eres un trozo de palabras en formol, demuéstrame que sientes, que vibras, ¡que vives! consigue emocionarme con una frase, una simple frase, una sola frase.
Pero no exhibas en ella tus aterciopeladas palabras, no derrames poesía en tus letras, no seas infantil ni exasperantemente madura, no promulgues enseñanzas ni aturdas con verborrea literaria, sé concisa y sabia, sé coherente y sesuda, no te extiendas ni te quedes a medias, no intrigues ni juegues con mezclar conceptos, sé cercana pero sincera, valiente pero no excesiva, solo escribe una frase que encierre la esencia de tu alma, esa frase que al leerla me haga respirar muy hondo, me haga entender toda tu vida, toda tu personalidad, toda tu actitud ante el mundo, escribe esa frase tan especial y humana que me haga recordarte para siempre. Y a cambio yo te entregaré lo que más desees en este mundo. Yo te lo prometo, puedo hacerlo, sabes bien que estoy en muy buena posición para conseguir cualquier cosa que necesites, dime lo que más deseas en este mundo y después de escuchar esa extraordinaria frase yo te lo regalaré, te lo aseguro. Un regalo por una frase tuya.
Ella contesto:
- Yo no necesito que me regales nada, ya lo sabes, pero, ¿serías capaz a cambio de mi frase de contestar a una pregunta?
Entonces dijo él:
- Eh, sí, sí, claro, si prefieres que una respuesta sea tu regalo trataré de complacerte, sabes que soy instruído y estoy preparado en muchos temas, dime primero esa gran frase que me inunde de gozo el corazón y luego si es tan especial y brillante como espero de ti, contestaré gustoso a tu pregunta.
Ella con voz serena y semblante recogido le miró tímidamente a los ojos y así le dijo:
Me estoy muriendo de tristeza por no verle.
¿eso es amor?
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Felices fiestas a todos y feliz Año Nuevo 2007