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Sacude tus uñas cap. 3

Nota: Sobre el título, lo saqué de una frase que decían en un viaje a Australia; según parece Sisqo dice, en una de sus canciones: "Shake your ass", lo que traduce "Sacude tu "trasero", así que yo le puse al cuento "Shake your nails", Sacude tus uñas; si leen el cuento más adelante, y escuchan Sisqo, puede que les llegue la emoción de todo.


En 1980, en la antiquísima ciudad de Shanghai, vivía una hermosa adolescente que ya muchos conocemos en nuestras historias, aunque no precisamente como una adolescente: el nombre de esta adolescente es Sheila Anderson.
Tenía dieciseis años y era como cualquier adolescente: se preocupaba por el presente, compraba cosas sin cesar, pasaba horas hablando por teléfono, nunca sabía que ropa comprarse, siempre intentando ser la persona más popular, y otras cosas que mejor no menciono, porque o si no, me tomaría muchos libros decirlo.
Un día de 1980, la joven Sheila Anderson residía en una parte muy cultural de Shanghai, llevaba menos de una semana de mudarse de Hong Kong y estaba viendo el ambiente; lo que pasó fue que el despertador sonó y la joven se despertó, estiró los brazos y se levantó; lo primero que hizo al levantarse fue ir al espejo y arreglarse el pelo, después se pasó una hora en el baño. Poco después de alistarse el pelo, se vistió y bajó las escaleras deslizándose por la baranda y cayendo de forma desapercibida; llegó a la mesa, donde tenían su desayuno, pero lo hizo bailando y cantando. Después se sentó y empezó a comer.
Por su parte, una mujer mayor estaba con ella lavando los platos, no diré nada sobre ella, excepto que lógicamente... Era su madre.
-Amor -dijo la señora-, ya estás lista?
-Sí madre -comentó la joven, la cual tenía el pelo recogido, vestía una falda larga y una camiseta azul-. Y después de eso, iremos a bailar en la discoteca, nos encontraremos con unos chicos del instituto que nos invitaron a una nueva discoteca. ¡Ah! Y luego vamos a comprar de nuebo ropa. Imagínate que hace pocos días vi un vestido que me quiero comprar, y he estado economizando para ello; también unos zapatos que se verán muy bien con mi ropa. ¡No sabes lo mucho que he esperado para este momento!
-Qye bueno hija -comentó la madre. A propósito... ¿Has visto los folletos de la universidad que te recomende?
-¿Qué? -preguntó la hija medio-olvidando ese tema- ¡Ah, todavía no mamá! ¡Pero lo haré esta noche!
-Has dicho eso cada día desde que nos mudamos a Shanghai.
-¡Mamá! He estado distraída con las actividades de noche, también debo decidir qué tatuaje temporal hacerme. Están muy de moda.
-¿Hacerte un que? ¡Dios mío!
-¿Qué sucede?
-Hija, sigo preocupada por ti.
-¿Por qué? -preguntó con impaciencia- Ya hemos hablado de eso antes.
-Tú no entiendes; estás muy ensimismada en el presente, y casi no lo has hecho en tu futuro; temo mucho que algo te caiga en tu fortuna y te haga vivir una vida simple y carente de espiritualidad.
-¡Por Dios mamá! -dijo la hija sonriendo- Te estás mucho; siempre he has dicho: "Has esto... Has aquello... No olvides tal cosa... Regresa a tal hora" Ya no soy una bebé, ya soy toda una adolescente... Joven, pero con razón y experiencia.
-Tal vez hija, pero no puedes vivir siempre en el presente. Como uno no puede vivir en el pasado, uno no debe abusar el tiempo pensando en el presente; también debe buscar muchas alternativas para el futuro...
La madre continuó hablando y la hija movió los labios y las manos e imitando la forma en que su madre habla; sólo para burlarse de eso.
-...Las personas no piensan en el futuro, sólo gozan de los triunfos del presente y del pasado, además siempre hacen planes para estos días, pero los cuales no involucran salir, hablar con los amigos, no dejar de hablar del fin de semana, y estar siempre con los "chéveres", pero jamás esos planes tienen incluídos unos a largo plazo. Por eso es que terminan con empleos en los que malgastan sus vidas y nunca explotan todo su potencial.
De pronto, el reloj de la joven adolescente sonó y mostró la hora en que debía ir a la escuela.
-¡Oh! ¡Tengo que irme al instituto mamá! ¡Se me hace tarde!
-De acuerdo hija -la madre acercó a los platos y los lanzó para lavarlos-, pero reflexiona sobre mis palabras mientras vas. Te lo pido de todo corazón.
La joven adolescente tomó sus cosas y se dirigió a un instituto educativo, cerca de la Universidad Tongpi; y también pensó en lo que decía su madre..........................
¡Pero de la forma en que ella esperaba!
-Mi mamá siempre exagera -lo dijo de forma simple-. "Piensa en esto... Bla, bla, bla. No olvides pensar en tal cosa. Ten cuidado con los chicos que te hacen creer que te aman. Bla, bla, bla, bla, bla" Lo bueno es que eso nunca me va a pasar a mí jamás.
(Eso es lo que tú crees jovencita.)
Pero la joven se reunió con unas amigas chinas y juntas fueron al instituto, pero lo que ninguna vio es que había un hombre, al lado de una estatua de dragón de terra-cota que estaba viendo a las jóvenes adolescentes.
Nota: Esta aparición indica un presagio, un presagio que cambiaría la vida de Sheila Anderson... ¡De por vida!
De vuelta al presente, al año presente, los chicos y la señora Anderson, junto con Vivi, estaban por salir del restaurante; la madre de Michael pagaba la cuenta, mientras que Uñas estaba mirando a los chicos y apuntaba con sus uñas, pero detrás de él... Apareció un policía chino que se quejó ante Uñas por... Pisar las flores del jardín.
Le decía un montón de cosas y le ordenó que se alejara, pero Uñas trató de explicar; no pudo hablar y el policía lo corrió del restaurante, quedando con un Uñas frustrado por no lograr salirse con la suya.
Mientras tanto, toda la pandilla salió del restaurante después de haber disfrutado de la cena.
-Eso estuvo maravilloso -comentó Jessie-, nunca pensé que la comida china fuera tan... ¡Magistral ante el paladar!
-Toda la comida asiática -afirmó Peter-, lo es ante cualquier público.
-Sin duda alguna -dijo de nuevo nuestra karateca.
Por otra parte, Mackey estaba caminando tranquilo, sin pensar en el presagio que le indicó su galleta de la fortuna. A Michael y a Vivi Fong les causó curiosidad eso y fueron con su amigo.
-¿Qué onda amigos? -preguntó el primo de Rebecca.
-Sólo queliamos velte -dijo Vivi Fong.
-¿Porqué?
-Mackey -dijo Michael- ¿No estás nervioso por el presagio de la galleta?
-¡Anderson, me extrañas! -exclamó Mackey- ¡Eso sólo es un tonto presagio que no se va a cumplir!
-¡Quién sabe Mackey! -afirmó Vivi Fong- ¡Algunos plesagios pueden sel veldad, tengo muchos amigos aquí en China que dicen que sus vidas han cambiado pol los plesagios, mucha gente clee que todo lo que dicen las galletas, no pasa de sel mentira!
-¡Pero eso es en China! -exclamó Mackey incrédulo- Yo soy abierto a otras culturas, pero también suelo creer sólo lo que mis ojos comprueban, como la aviación, el automovilismo y lo que hemos inventado.
-Típico tuyo Mackey -dijo Michael compadeciendo a su amigo.
De repente, un pequeño gato llegó a Mackey y le lamió una mejilla. Mackey sintió curiosidad por el gatito y lo acarició.
-¡Hola pequeño gatito! ¿Cómo estás el gatito? Bonito, tierno, adorable y maravilloso; tu papi está contigo.
-Mackey, yo... -comentó Michael viendo al gato de forma extraña.
Pero había algo particular en el gato: Mackey, por lo lento que es, no notó que éste era... ¡Un gato completa y totalmente... Negro!
En ese momento...
-¡Ciudado! -gritó alguien en chino.
Y se vio un bote de pintura que cayó de un techo y que... ¡Le cayó a Mackey en la cabeza, derramando la pintura en su cara!
-¡Mackey! -exclamó Rebecca.
Por su parte, el primo trató de levantarse, pero la pintura hizo que se resbalara muchas veces; después de eso, un plátano (banano) cayó de una bandeja, Mackey lo pisó y patinó hacia la cocina; se golpeó con muchas cacerolas y chocó con un horno, luego se pegó con la puerta de este horno y metió su mano en un envase de cangrejos vivos, los cuales le picaron la mano; otros se treparon y se metieron en su ropa.
Mackey comenzó a rascarse y a caminar sin control; volcó dos mesas y rompió cinco sillas. Finalmente, en un intento por librarse de su pesadilla, trató de sacarse el balde, y cuando lo logró, se golpeó la mano con una estatua de dragón, lo que le dio un gran dolor.
-¡¡¡¡Ay!!!! -se sobó la mano sin aguantar el dolor, al tiempo en que sus amigos fueron a verlo.
La mala suerte de Mackey terminó cuando éste cayó a un... lago y quedó totalmente empapado, pero ahí más... El gato se mojó y se enojó con Mackey, tanto que le rasguñó la cara con unas feroces garras, después se alejó...
Después de tal racha de mala suerte, los demás fueron a ver a Mackey.
-¿¡Mackey?! -exclamó Rebecca.
Entonces Mackey se fue parando.
-Estoy bien Rebecca -afirmó Mackey-, sólo fue un golpe ligero... ¡Ah! Bueno... No tan ligero.
-No Mackey... -agregó Peter- ¡Detrás de ti!
-¿Qué? -preguntó Mackey volteando a mirar.
De repente... ¡Mackey vio un par de cocodrilos que venían hacía él!
-Sólo son dos cocodrilos... ¡¿Dos cococdrilos?!
Mackey gritó y corrió hacia tierra, luego trató de subir, pero sus manos no alcanzaban, así que todos, en especial la señora Anderson fueron a ayudar. Todo parecía ser tensión, miedo, show, gritos exagerados... Para Mackey, cuando de pronto...
-¡¡¡Ham!!!
Mackey cerró los ojos, pero observó que el cocodrilo no se movió más, sino que regresó al agua con su compañero. Una vez el peligro terminó, los chicos legaron y ayudaron a subir a Mackey.
-Actuaste muy bien -dijo Michael con sarcasmo- ¿Verdad, Mackey?
-¡No molestes Michael... Auch!
Nuestro amigo estaba tan adolorido que prácticamente no podía dejar de quejarse. Por fortuna el restaurante chino tenía una oficina de primeros auxilios, ahí trataron a Mackey, quien salió con unas cuantas vendas en la cara... La mayoría puestas gracias a los arañazos del gato.
La señora Anderson llevó a los chicos afuera y juntos decidieron dirigirse a otra parte.
-¡Ay, ay, ay! ¡¡Ayyyy!! -se quejó Mackey- ¡Me duele mucho! ¡Qué dolor tan espantoso!
-Ya basta Mackey -inquirió Rebecca-. Pareces un bebe diciendo esos quejidos.
-¿Cuándo -preguntó Mackey con el cejo fruncido- no te has quejado por este dolor... Rebecca?
La prima se quedó callada y a la vez pensativa.
-Veamos... -estuvo así un rato-... Como tú lo hiciste...
-Olvídalo -afirmó Mackey.
-Tienes suelte -comentó Vivi Fong- de que los cocodlilos sólo ataquen en el mal (r) cada vez que se le invade su telitolio, si no...
-¡Ya, ya, ya! -interrumpió Mackey- Te entendí Vivi, pero sigo pensando que lo de la mala suerte son sólo tonterías.
-Bien chicos -comentó la señora Anderson-. ¿Adónde quieren ir ahora?
Todos pensaron en los lugares que podía visitar, pero...
-¡No sé! -decían al tiempo- ¿Tú que opinas...
Debido al coro que acompañço esa frase, ninguno pudo responder y se quedaron mirando a la señora Anderson.
-Mamá -dijo Michael- ¿Tú qué sugieres?
La señora Anderson, calmada como siempre, comentó:
-Creo que tengo una idea.
Y Vaya que será buena.
-¡Increíble! -exclamaron todos los chicos, excepto Vivi Fong.
Y adivinen adónde los llevó... ¡A los Jardines Yuyuan!
Era un lugar real de Shanghai en donde había muchos edificios de arquitectura china, incluso faunas, teatros (algunos Kabuki), árboles bonsai, que son torcidos y pequeños, tiendas de todo, bares y otras cosas bonitas; hasta hay un Pabellón Donde Hay Diez Mil Flores. ¿Qué les parece? Era uno de los lugares más bonitos, localizados cerca del río Yang-tse.
-Chicos... Les tiendo mi mano.
Entonces los chicos comenzaron su recorrido; primero fueron a un salón, de nombre Salón de la Primavera Resplandeciente, en donde habían varios artefactos que habían sido creados años atrás: Cohetes, pergaminos con caracteres chinos, trajes típicos, armaduras de soldados imperiales, estatuillas de dragón de marmol, y otros artefactos que tenían hasta 5000 años de antigüedad; lo que más le llamó la atención a Jessie fue un lugar donde tenían trajes de kung-fu y de karate, así como de kendo, traídos y conservados gracias a peregrinos japoneses del Siglo XIX. Al rato, pasaron a uno de los muchos salones de los jardines Yu-Yuan, en donde había toda clase de fauna y de flora: Jazmines, rosas, girasoles, gerandios, dientes de león, bambú, y un tipo de planta especial de China, la cual estaba medio encorvada, pero era de estatura media. ¡Exacto, como Jessie! Los llamados "Bonsai".
De las flores, Michael compró un girasol a Rebecca, quien recibió muy bien el detalle, mientras que Mackey, para aparentar mejor pensamiento que su amigo, arrancó una rosa y se la ofreció a Anette. ¡Ay, Mackey! ¿Lo olvidaste? ¡Anette es alérgica a las rosas! Obviamente la rechazó y tumbó a Mackey al piso, luego un guardia de los jardines llegó y regañó a Mackey en chino, exigiéndole que regresara la flor. Mackey accedió a la irregular petición y el guardia le respondió de forma brusca:
-Xie xie nin Xiao Sheng (Gracias señor)
Después se fue de ahí, no sin percatarse que Mackey le había sacado la lengua.
Después El Equipo Hamilton y la señora Anderson pasaron por La Piscina del Loto, donde vieron el mismo majestuoso espectáculo que en la sala anterior: Flores y fauna por doquier, manatiales refrescantes que bañan el paisaje como la lluvia en su mejor relación con la Naturaleza, también alcanzaron a ver flores y cosas maravillosas que siempre le han pertenecido a China. Los chicos tomaron muchas fotos, mientras que Rebecca fue a una tienda de recuerdos y compró un dragón de peluche que tenía sombrero de cono tipo japones y unas sandalias chinas. Lo siguiente en su "ititnerario" fue la Pared del Dragón, la cual, como su nombre lo dice, tiene una estatua de dragón tallada con roca y con jade, pero además este dragón tenía un gran emblema para China y su gente. Anette fue a ver el dragón, llena de curiosidad, y le tomó unas fotos, le pareció una escultura bien elaborada, pero de repente, pasó algo que no pensaba oír, pero que sabía quien era el responsable.
-"Anette, soy el dragón que está pegado a la pared; el dragón de las jovencitas. Tu amigo Mackey me dijo que nosotros veníamos a los poblados chinos y nos comíamos a las jovencitas hermosas, pero tú no le creiste, así que es prepárate, porque vas a convertirte en mi almuerzo"
La voz terminó con una risa irónica, pero Anette reconoció la voz y puso una cara de aburrimiento, luego sacó a Mackey de la pared, para darle una palmada en la calva y decirle.
-Mackey, la próxima vez que quieras asustarme, procura usar más lo que tienes dentro de la cabezota, genio.
Anette se fue mientras que Mackey se frustró por no haberse salido con la suya.
Por su parte, Michael estaba muy entretenido viendo la flora y también la arquitectura, pero estaba màs feliz porque estaba viendo todo con su madre, a quien ama por su espiritualidad...... ¡Y también conmigo! Perdón... Jessie.
Mientras tanto, Vivi Fong y Peter estaban ocupados en otras cosas, los chicos habían visto en la calle a un anciano chino-japones que estaba ofreciendo un premio, el cual involucraba un ferry y un mapa de las costas chinas.
-Vivi -comentó Peter-. ¿Sabes qué significa aquel letrero? Parece que se trata de un viaje en barco.
Como el cartel estaba en caracteres chinos, a Vivi le iba a tomar un tiempo, pero no mucho, traducirlo.
Por su parte, los amigos de Peter decidieron seguir por la parte natural de Yu-Yuan, así que pasaron por el Pasillo del Jade.
-Impresionante -afirmó Michael-, aquí están todas las obras de porcelana de la legendaria dinastía Ming.
-Hay tantos jarrones -dijo Rebecca- que la persona más rica del mundo tendría que invertir toda su fortuna para comprarlos.
-¿Pero tenían que ser fragiles? -dijo Mackey- ¿No pudieron haberlos hecho de acero?
Todos se quedaron callados.
-Y... -dijo Anette- Cómo esperas que la pintura logre mantenerse si son de acero... Mackey?
-¿Con spray?
-¡En la antigua China no había spray genio!
-Pero debieron inventarla -de pronto Mackey se recostó en la base de uno de los jarrones, lo que lo llevó a caer junto con el jarrón. Todos se sorprendieron de eso, y se r.....?
Se reconoció que la mano de Jessie lo atrapó sano y salvo, aunque con mucho estiramiento.
-No se preocupen -comentó con voz algo aguda-, ya lo tengo.
La hermana de Peter lo colocó en su lugar.
-Cuidado Mackey -afirmó Anette-, tu mala suerte puede contagiarnos a todos.
-¡No es mala suerte, es coincidencia!
-Vamos Mackey -dijo Rebecca, pero notó que había algo que no estaba bien, y era... -¿Dónde está Peter?
Entonces...
-Le bu Bi Zhu Peter -dijo Vivi Fong con Peter-, no sabía que tenías tanta suelte Hamilton, ganaste el premio y sorprendiste a los otros.
Como verán, Peter y Vivi habían ganado el premio de aquel hombre, el cual iba a ser una sorpresa para los demás.
-Gracias Vivi, esa loteria es muy parecida a la de Japón, por lo que yo supe hacer mis movimientos.
-¡Atención todos! -exclamó Vivi- ¡Peter ganó un premio muy especial: Nueve pases glatis por un paseo en fely, uno coreano de nombre Yong Kia Woo!
-¿Nueve pases? -preguntaron todos.
-Sí amigos, verán, nos encontramos con un hombre que estaba rifando este premio, por alguna razón, decidimos ir allá. Pensaba Vivi en participar, pero yo tenía mis dudas, al final ella me convenció para intentarlos e... ¡Hicimos un gran grupo!: Ella me dio un sabio consejo para ganar, me dijo que pensara un número de la suerte muy grande para darle vueltas y escogí siete; le di siete vueltas y conseguí el premio. Digamos que los espíritus chinos me ayudaron.
-¿Y por qué tantos pases hermanito? -preguntó Jessie sonriendo.
-Lo que pasa -afirmó Vivi- es que aquel homble nos dio la opoltunidad de escogel cuántos pases necesitábamos pala el viaje, Petel pensó en nueve, pol si algo llega a pasal-le a uno, estalía disponible este noveno.
-Aún así... -comentó Michael- ¡Bien por ti viejo! ¡Eso si es tener buena suerte!
-Sí Peter -dijo Anette-, eres un chico muy suertudo.
Pero Mackey estaba muy celoso.
-Gracias amigos, pero ya habrá tiempo para el viaje, por ahora continuémos con el recorrido.
Todos continuaron el viaje por los jardines de Yu-yuan, pero Mackey, verde de la envidia, dijo:
-¡Yo también haberlo hecho!
Entonces caminó en sentido contrario y chocó con un poste, cayendo al suelo.
Mientras tanto, el hombre a cargo de la loteria japonesa, se ocultó en las sombras, adquirió una mirada fría y habló por radio.
-Xian Sheng Tao, cayelon en la tlampa del balco.
-Ganbei, Hao chi, (Perfecto, buen trabajo)Pelfecto -comentó una voz en chino-, ahola manden a Uñas pala que se haga calgo del lesto.
El hombre siguió las órdenes de este misterioso señor Tao.
Habían pasado las horas y se podía ver el hermoso atardecer de Shanghai, el maravilloso sol de China en las caras del Equipo Hamilton. Faltaban unas horas para que ya cerraran los jardines, así que los chicos estaban por irse.
-Bueno, tengo que admitirlo mamá -afirmó Michael-, esta vez te luciste de forma única. No esperé que Shanghai tuviera todo este tipo de flora. Gracias por habernos invitado.
-Por nada Michael -comentó Sheila Anderson-, y gracias por haber dicho esas cosas, pero no es necesario. Para mí fue un placer invitarlos a todos. Yo creo que podremos volver mañana, pero creo que es mejor irnos, ya que en la noche es donde Shanghai se ve hermoso.
-¡Oigan! -exclamó Anette. ¿Quién es él?
Escucharon las palabras de Anette todos y fueron a ver qué pasaba.
-¿Qué sucede Anette? -preguntó Rebecca.
-Allá -señaló Anette al frente-. Veo a un hombre... Vestido con ropas tradicionales de China.
Efectivamente así fue. Anette vió a un hombre mayor, de 80 años prácticamente, pero con rostro de alguien de 20; vestía uno de esos gorros triangulares, una especie de bata, unas sandalias, y cargaba un bastón hecho... de jade.
Los chicos se quedaron viendo aquel hombre, y viceversa. La señora Anderson también lo vio y se quedó sorprendida.
-Parece que los has logrado -murmuró aquel señor-. Veo que mis consejos te han servido, sólo recuerda: La juventud es inteligente, pero muy vulnerable, debemos vigilarlos, pero descuida: Estaré a tu lado.
La señora Anderson miró al hombre fijamente, y eso atrajo la atención de los otros chicos. Michael y el resto del Equipo se preocuparon y le hablaron a la madre de Michael.
-Mamá, mamá, mamá -al tercer llamado, la señora Anderson recuperó el sentido y se dirigió a su hijo- ¿Estás bien?
No respondió por diez segundos, pero después, la señora Anderson habló.
-Sí Michael, sólo que...
-¿Qué sucede señora Anderson? -preguntó Rebecca.
-Ese hombre se me hace conocido.
-¿En selio señora Anderson? -dijo Vivi Fong.
-Sí, pero es una larga historia; vamos chicos.
Todos fueron con la madre de Michael, pero éste se quedó mirando preocupado a su madre, porque notó que tenía una mirada irregular, como si algo la hubiera perturbado.
El resplandor de la Luna finalemtne tocó a Shanghai, y todas las luces de la gran ciudad se encendieron y dejaron ver un hermoso reflejo de la Shanghai actual, como si fuera un árbol de navidad puesto en temporada, o Melbourne en la noche con sus lugares que visitar. En ese momento, los bailes y la danza estaban llenando el primer día de los carnavales del Año Nuevo Chino, los dragones estaban bailando en las calles, los fuegos artificiales se estaban manifestando y la gente se estaba intercambiando artículos de regalo, sin mencionar que habían grandes tabletas rojas con letras chinas verticales en los lados de cada puerta. Mientras tanto, el auto de la señora Anderson estaba pasando una concurrida zona que estaba en la pura costa del río Huangpu, justo en la calle Zhongshan nan Lu. Los chicos seguían viendo la ciudad y ahí comenzaron a contagiarse del baile.
-Este baile es estupendo -exclamó Anette-, los chinos tienen un buen gusto en las fiestas.
-Es cierto Anette -complementó Rebecca-, son las 7:00 PM y parece que ya fueran las 12:00; como me gustaría bajarme para poder bailar y festejar con los chinos.
De repente, el carro de la señora Anderson se detuvo.
-¿Qué pasa señora Anderson? -preguntó Peter.
-Chicos -dijo entonces- ¿Qué les parece si nos bajamos y nos quedamos a ver el primer día de festejos.
-Perfecto -dijeron todos en coro-, eso estaría bien.
-Entonces... ¿Qué estamos esperando? -la señora Anderson dijo con entusiasmo, luego buscó un luagr donde estacionarse y donde poder estar con los chicos.
Transcurrieron cinco minutos, y los chicos ya se encontraban viendo a los dragones, los contorsionistas y a los acróbatas, haciendo sus trucos. Jessie y Peter bailaron con los chino, mientras que Anette y Rebecca, tomando té de hierbas, venían un entusiasmo el festejo.
-¡¡Esto es maravilloso amiga!! -exclamó Anette.
-¿¿Qué?? -Pero Rebecca no pudo escuchar por el ruido del desfile.
-Dije que todo es hermoso: los dragones, los bailes y la música, ahora entiendo porqué la señora Anderson quedó tan enamorada de China.
-Lo sé Anette -entonces tomó un poco de su té-, Shanghai es una ciudad muy bonita, toda la arquitectura, el río Huangpu, los edificios de tipo occidental; se nota que Shanghai es realmente una buena metrópoli.
-¿Como Hong Kong?
-Algo así, podría decirse.
En ese momento, llegaron Peter y Jessie con sus amigas.
-¡Chicas! -dijo Jessie- ¡Vamos a bailar! ¡Vivi nos quiere mostrar unos movimientos que ha estado practicando, pero le dije que es mejor que todos los viéramos! ¿Quieren ir a ver?
-¡¡Desde luego!! -exclamaron las chicas en coro.
Entonces Anette y Rebecca se levantaron, fueron con sus amigos y se pusieron a bailar.
En toda Shanghai (¡Ay! No sé porque me encanta resaltar tanto Shanghai) se estaba bailando, pero había una particularidad en el lugar del Equipo Hamilton, ya muy pronto veremos cuál es.
Dentro de uno de los dragones, estaba Uñas, quien venía por los ojos de dragón. Esperó las órdenes de sus jefes y se dispuso a atacar muy pronto. Por otra parte, todos comenzaron a moverse poco a poco hasta salirse de la calle Zhong, para llegar a un viejo callejón grande, de muchas luces, pero con muy poca gente; a la señora Anderson esto le causó impresión porque no sabí que iban a tomar esa ruta: Nunca había pasado cuando ella vivía en Shanghai.
-¡Michael! -exclamó- ¡Michael!
Michael escuchó a su madre y fue con ella.
-¿Qué pasa mamá? -preguntó.
-Creo que es sólo impresión, pero creo que esto no forma parte del recorrido; nos hemos desviado.
-¿Qué dices? -preguntó Michael sorprendido.
De repente el joven vio un objeto brillante y metálico saliendo del dragón, se lanzó hacia su madre y ambos cayeron al suelo, entonces unas largas uñas crecieron y atravesaron un edificio. Michael y su madre se levantaron y quedaron pasmados.
-¿Pero qué fue eso? -preguntó la señora Anderson.
Todos vieron lo mismo y optaron por ver. Entonces el dragón se despojó de sus escamas, el miedo y la inseguridad invadieron todo el lugar, poco después, apareció Uñas, junto con otros guerreros, uno de ellos era un sumo colaborador del señor Tao.
Cuando se dejó ver ante todos, Uñas les sonrió y se le crecieron las uñas. Los chicos se sorprendieron al ver eso, mientras que la señora Anderson estaba confundida.
-¿Pero qué está pasando? -preguntó.
-¿Será un tipo que trabaja para Cabeza de Piña? -preguntó Peter.
-No lo sé -agregó Rebecca-, pero sé una cosa: Debemos enfrentarlo.
Todos se pusieron en guardia y sacaron sus aditamientos, pero Uñas, sin decir una sola palabra, los miró con intimidación, luego pasó su dedo por el cuello. Al terminar, creció sus uñas y les ordenó a los hombres de Tao que atacaron.
-¡Cuidado! -exclamó Vivi Fong.
Entonces comenzó la pelea: Jessie comenzó a pelear con dos tipos, la adrenalina y la emoción estaban invadiendo su cuerpo, esperaba que el corazón se le pusiera a mil y peleó con todas sus fuerzas, ahorrando unas pocas. Los tipos, sin ningún temor, lucharon contra Jessie y aplicaron toda cantidad de movimientos, pero no se percataron de que todo fue en vano: Jessie usó sus habilidades karatecas para derrotar a estos tipos, luego les dio un puño a todos en el estómago, y les dio vueltas. ¿Alguna vez han sentido lo que es bajar a toda velocidad por una montaña rusa? Pues eso fue lo que Jessie sintió, además porque se trataba de expertos en artes marciales, todos ellos de cinta negra, parecía una película de Kung Fu.
Curiosamente, Jessie y los otros pudieron ver las habilidades karatecas de Viviana Fong. Vivi se encontraba rodeada de muchos enemigos, cualquiera pensaría que no tenía salida... Cualquiera que no haya leído los anteriores episodios. Vivi esperó a los tipos se lanzaran en su contra, para luego sorprenderlos con una mezcla inverosímil, pero existente de puños y patadas; cada vez que un tipo iba a darle un golpe, ella los sorprendía con uno de su categoria, así que se concentró en lo que se debía oír y no ver, y se inclinó a atacar. Los golpeó a todos con la fuerza que se requiere, pero también con la disciplina que equilibra el cuerpo y el alma; Vivi procuró darles en la cara, en el estómago, y en las... Partes, pero eso ya al final, para darles una sorpresa, todos los tipos estaban pasmados de la forma en que Vivi maneja su cuerpo y su mente para darles una paliza que nunca esperaron. Entonces uno de ellos le lanzó un gato, pero ella contraatacó en el estómago, después lo mandó lejos y este tío chocó con dos tipos más. Luego se vino un segundo y agarró a Vivi, pero ella le dio en la cara y después le dio varios golpes en el estómago, dejándolo inconsciente. Tres tipos fueron los siguientes, pero Vivi logró evitarlos con un gran salto (Si vieron la película "El tigre y el dragón", sabrán de lo que habló), por lo que estos tipos chocaron, después Vivi los golpeó con una fuerza moderada, por las reglas del Pencak Silat, y los derrotó. Así hizo Jessie con todos sus enemigos. Una vez que habían controlado la amenaza, las dos niñas se "dieron esos cinco".
-Eres muy bonita -comentó Jessie.
-Tu también lo eles amiga -respondió Vivi.
Entonces las dos pelearon contra los villanos hasta vencerlos.
Mientras tanto, Peter se encontraba cara a cara con Uñas, quien le sonrió de forma hilarante.
-Ven aquí tú -dijo aparentando mucha valentía-. No te tengo miedo.
Uñas escuchó a Peter y se lanzó muy en su contra. Uñas lanzó un zarpaso que Peter esquivó, y éste le lanzó un golpe... Que le dolió.
-¡Ayyy! -exclamó Peter- ¡Está muy duro!
La pelea continuó y Uñas lanzó varios golpes y patadas, pero Peter trató de golpearlo otra vez, aunque Uñas detuvo el golpe y sonrió.
-¿Dije "miedo"? -preguntó Peter cobardemente- ¡No, no! ¡Quise decir prepotencia! ¡Sí, eso es!
Todo siguió cuandop Peter fue golpeado por Uñas y mandado lejos, de resto... Es otra historia... ¡Que muy pronto verán!

Fin de "Sacude tus uñas cap. 3"

Agradecimientos

-Yu-Yuan Garden
-Cultural Savvy - Chinese
-Map of Shanghai

Y una gran mención honorífica a mi profesor de Lingüistica, Aquiles Páramo, por su asesoría en el voceo.
Datos del Cuento
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 5.4
  • Votos: 57
  • Envios: 1
  • Lecturas: 5473
  • Valoración:
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