No papá, te juro que no fui yo, si, ya sé, en realidad la evidencia me incrimina, tu ves todos los vidrios rotos, todos los muebles destruidos, toda la sangre, y me encuentras a mi con el martillo en la mano e inmediatamente piensas que yo hice todo esto, pero te aseguro que no es así, la responsable de todo esto es “ella”... ¿qué quien es ella?, pues es algo difícil de explicar... está bien, no tienes que gritar, te voy a contar.

Empezó hace unos meses, le certeza de que algo o alguien me acompañaba, con e tiempo decidí llamarla “la presencia”. Era como cuando alguien se va del lugar donde te encuentras y tu sientes, casi sin darte cuenta, que esa persona no está, sientes su ausencia, de la misma forma yo siento todo el tiempo (incluso en este momento), a veces casi sin darme cuenta, la presencia de alguien. Al principio no quise darle importancia, todo es producto del estrés, últimamente estoy trabajando mucho- me dije. Con el tiempo “la presencia” se hacía más fuerte, e incluso muchas veces me descubrí conversando con ella, tenemos muchas cosas en común, y es muy agradable hablar con ella, es más, las pocas veces que no estaba, yo la extrañaba, hace parte de mi, a veces pienso que es una extensión de mi ego, algo así como mi sombra mental. ¿Recuerdas que hace una semana el perro de la vecina apareció misteriosamente acuchillado?, pues estoy casi seguro que fue ella, lleva varias semanas intentando convencerme de que te mate a ti y a todo el resto de la familia, yo obviamente no lo he hecho, pero “la presencia” me dijo que si no lo hacía iba a ver las consecuencias, por eso mató a ese perro y a aquel hombre que apareció asesinado frente a nuestra casa. Siempre me dice que es mejor que mueran ustedes cuatro a que mueran decenas de personas, pues no piensa detenerse hasta que yo haga lo que ella dice, sin embargo yo no quise ceder a sus exigencias, sabes que te amo a ti y a mis hermanos, y a mi mamá... la soporto, nunca haría nada que los dañara. El problema es que creo que “las presencia” ya sabe eso y por eso decidió hacer las cosas por su cuenta, por eso armó todo este alboroto, por eso mató a mi madre... si, lo sé, mis manos están totalmente ensangrentadas, le verdad no sé como explicar eso, pero te juro que fue ella, “la presencia”, lo puedo saber por la forma en que me mira, con esa cínica sonrisa... si así es en este momento está aquí, ¿es que no la ves?, no trates de engañarme papá, sé que puedes verla... lo que pasa es que quieres ignorarla, porque escuchas como me dice que tengo que matarte y en el fondo de tu corazón sabes que llegó la hora de hacerle caso.