Yo era un hombre joven, de 32 años de edad. Me dedicaba a hacer misiones de alto riesgo para una agéncia, la mas famosa de toda Europa.Un día el jefe me llamó a su despacho. Entré en su gran despacho, caminando por la gran alfombra sin dejar de mirarle a los ojos. Me senté en un sillón frente a él. Sacó un sobre de un cajón y echándome humo de un puro que estaba fumando en la cara.
- Es una misión importante, por eso le he elegido a usted, señor Rodríguez - explicó el hombre-Tendrá que conseguir un anillo que le robaron a una señora, una tribu de salvajes.-
Yo acepté, y al coger el sobre pude observar que la carta venía desde Francia, adjunta a una foto del anillo tan apreciado por su dueña. Así que por la mañana, ya tenía mi maleta echa, con una escopeta de tranquilizantes, una pistola y otras armas que me ofrecieron en la agéncia, también llebaba algo de ropa. Por la tarde cogí un avión privado qe me llevó hasta el Amazonas en 13 horas de vuelo. Al llegar allí había un hombre que era el guía, para llevarme a los sitios que quisiera visitar para recoger pruebas sobre dicha tribu. Primero visitemos una aldea de gente que llebaban viviendo allí desde niños. Gente de mi misma raza. Entré choza por choza y lo único que descubrí fue que a uno de ellos le dispararon en un brazo con un dardo. El hombre, que aún guardaba aquel dardo, tubo la generosidad de regalarmelo, ya que le expliqué que estaba investigando a una tribu, y aquella podía ser la pista buena. (continuará)