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Categoría: Tradicionales

Los cisnes salvajes

(Versión del cuento original de Hans Cristian Andersen)

I
Soy una pequeña princesa,
que vivía en gran castillo
rodeada de muchos lujos
y felicidad junto a mi padre
y mis hermanos que gozaban
de la juventud y de la riqueza.
Todo era felicidad hasta que mi padre
decidió casarse de nuevo,
pues mi madrastra era una bruja negra
que odiaba a los niños y poco a poco
Nos quitó el amor de nuestro padre.
Ahora vivo en un granero de un leñador.
Mi madrastra me ha enviado a vivir aquí.
Extraño a mis hermanos. ¿Dónde estarán?.

II
Soy la nueva dueña de este reino.
Me he casado con el rey,
Pero odio a sus hijos. Me he deshecho
de la niña y ahora conjuro un hechizo
Para deshacerme de los niños.
Los convertiré en animales,
pero antes haré que los aborrezca su padre
Y gobernaré con mano dura este reino.
He hecho el conjuro y se han convertido
en bellos cisnes que se han alejado volando
Sin rumbo y sin un lugar fijo.


III
Después que cumplí quince años
Fui a visitar a mi padre al castillo.
Al verme mi madrastra se llenó de cólera,
Porque era tan bella que su odio aumentó.
Su magia no funcionó contra mí
por mi corazón puro, pero me hizo ver fea
y mi padre no me reconoció
Y salí del castillo sin rumbo alguno.
Me perdí entre el bosque frondoso y
del cansancio me dormí
Y soñé con mis hermanos perdidos.
Al despertar el sonido de los pajaritos
Me daba la bienvenida y el sol me saludaba.
Vi mi rostro en un arroyo y me asusté,
Pero al lavarme mi belleza exterior refloreció.

IV
Caminé por el bosque varios días
y llegué a las orillas del mar,
Al observar el horizonte venía un grupo de cisnes.
Poco a poco mientras se acercaban, la puesta del sol
Avanzaba y mágicamente se hicieron humanos.
Brinqué de alegría y fui a su encuentro.
Los nombré por sus nombres y ellos me reconocieron.
Mi hermano mayor me dijo que de noche eran humanos,
pero de día se convertían en cisnes que vuelan por los aires
y me dijeron que atravesando el gran mar
ellos vivían y venían a estas costas una sola vez al año,
porque eran los días más largos y regresaban
Por la nostalgia de extrañar la Patria.
y pasado mañana a los primeros rayos del atardecer
partirán a su nuevo hogar,
y me llevaran con ellos
Aran una red improvisada
Y con ella surcaremos los cielos.

V
soy el mayor de todos
y a llegado la hora de partir,
Ahora empezamos a elevarnos por los aires.
Aunque no podemos volar tan ligero,
Como otras veces aleteamos tan fuerte como podemos.
Pronto se pondrá el sol
y la pequeña roca en la nos posamos para pasar la noche
aún no aparece... por ello Estamos un poco asustados
y nuestros corazones palpitan tan rápido y fuerte,
que escucho el de mis hermanos
Pero de pronto,!La roca sobresale del agua!
Agitamos nuestras alas más rápido,
Y con un gran esfuerzo, apenas la alcanzamos.
Al amanecer volvimos al vuelo
y después de varias horas,
A lo lejos, ya se veía tierra firme.
Pasamos por valles y praderas, por bosques y montañas
y hermosos paisajes que solo viven en los sueños.
Pasamos por un hermoso castillo
donde dicen que habita la magia.
ya llegando el atardecer llegamos a nuestro destino,
y nos convertimos en seres humanos.
antes de ir a descansar por el viaje,
Le dije a mi hermanita que soñara bonito
y ella dulcemente contestó,
"Soñaré con volverlos a ser humanos".
sonreí, después de mucho tiempo.

VI
Esa noche soñé que volaba por los aires
y entraba al castillo hermoso...
ese que habíamos pasado antes.
Alguien me habló y me dijo que había posibilidades
de quitarle el hechizo a mis hermanos,
pero era un sacrificio enorme el que haría para ello.
Me explicó que tenía que recoger un tipo de espinas
que sólo crecen en los cementerios
y con mis manos tendría que córtalas
y con mis pies hacerlas casi un hilo,
con el cual tejería unos sacos
y se los pondría a mis hermanos,
pero desde que iniciara el trabajo
no podría decir ni una sola palabra.
Si no, mis hermanos morirían al instante.
En la mañana fui en buscas de las espinas,
y me puse a trabajar todo el día.
Cuando mis hermanos llegaron yo tenía los pies
y las manos sangrando. Ellos comprendieron
que lo hacía por ellos y lloraron.
Sus lágrimas me aliviaron las heridas.

VII
Los días se hacían tan cortos...
Muy pronto acabé el primer saco
y el segundo también.
Un día, entre los sonidos del bosque,
escuché ladridos de perros de caza.
Me asusté y me oculté,
pero los perros me hallaron.
El Rey de ese reino se enamoró de mí
a primera vista y me llevó a su palacio,
llenándome de regalos y me desposó.
Uno de sus sirvientes acondicionó
y preparó un pequeño cuarto,
parecido al del bosque donde estaba y allí pusieron mis cosas
Entre ellas estaban las espinas
en forma de hilo. Me dispuse a tejer
y fui sacando los sacos que me faltaban,
pero se me acabó lo que tenía
y ocultándome en la noche
fui al cementerio y entre las tumbas
recogí las espinas que necesitaba,
cuando acabe, Volví al castillo
aunque tuve cuidado, alguien me vio
y le dijo al Rey que empezaba sospechar
de que me desaparecía a media noche,
e iba al cuartito. El me miraba ya con recelo
y mi corazón quería decirle lo que pasaba
cada día lo amaba mas y mas, pero no podía...
Si hablaba mis hermanos morirían!


VIII
Una mañana, cuando solo me faltaba un saco
y el hilo se me había acabado,
tuve que salir de nuevo en la noche.
Pero sin darme cuenta, mi esposo
y un sirviente me seguían cuidadosamente
y me vieron como entraba al panteón.
y con mis manos recogía las espinas,
el rey quedo admirado y a la vez horrorizado
y con lagrimas en su rostro dio el giro,
y dio orden que me capturaran sus soldados.
al otro día me sentenciaron a morir quemada.
Esa noche solo me abrigué con los sacos
ya tejidos en una celda fría,
pero tenía el hilo suficiente para seguir tejiendo
el ultimo saco y trabajé toda la noche.
En la mañana uno de mis hermanos me encontró
y dijo que trataría de rescatarme,
Me sacaron de la celda un poco después
y en el cielo buscaba a mis hermanos...
Poco a poco me acercaba a la hoguera
mientras la muchedumbre gritaba "Muere bruja"
De entre los edificios salieron los hermosos cisnes,
logré soltarme y aventé al cielo los sacos, que cayeron sobre mis hermanos
y uno por uno se fueron convirtiendo en seres humanos.

IX
Estaba feliz y gritaba a los cuatro vientos.
Mi esposo estaba sorprendido
y también un poco apenado
Le empezamos a narrar lo sucedido
y por fin le pude decir que lo amaba.
Desde lejos mi padre se enteró
y mi madrastra murió de rencor.
Mis hermanos heredaron el reino de nuestro padre,
y gobernaron por muchos años con justicia,
mientras yo vivía felizmente con mi esposo,
a quien amaba con todo mi corazón.
Y ahora podría decirle lo dichosa que soy.

"cuando me recuerdes, piensa en el viento y sabrás que soy libre"

Agradecimientos especiales a Mayra Hernández Peterssen, por su apoyo a la realización, adaptación y publicación de este poema-cuento, y sin olvidar un eterno agradecimiento a Hans Cristián Andersen que me hizo soñar desde niño.
Datos del Cuento
  • Categoría: Tradicionales
  • Media: 5.54
  • Votos: 78
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
eloy
invitado-eloy 06-09-2005 00:00:00

los felicito el cuento esta completisimo en ninguna pagina de internet esta completo mas que en esta, los felicito,bye

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