Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Sin Clasificar

La pequeña cabra

~~
Erase una vez una pequeña cabra color blanca llamada Lady, su dueño, el señor Abe, pensaba vendérsela a la carnicera de la ciudad, ya que la pobre cabra estaba muy lastimada de su patita y el señor Abe no tenía los conocimientos ni los recursos para curarla.

La pequeña cabra estaba llena de tristeza, todas las noches lloraba y lloraba porque le dolía mucho su patita y no quería que la vendieran. Una tarde el señor Abe la subió a su carreta y Lady comenzó a llorar aun más, pues supo que había llegado la hora.

Candice, una joven que estaba en busca del regalo de cumpleaños para su pequeña hermana Susy, escuchó los lamentos de la pobre cabra, y decidió ir en busca de la criatura. La encontró muy herida y chillando de dolor y tristeza dentro de la carreta del señor Abe.

–       Dejadla en paz –  Gruñó el viejo Abe

–       Disculpe, solo estaba mirando a la pobre cabra

–       Pues mira de prisa, porque va directo a la carnicería, esta gravemente herida y no puedo curarla.

–       Pues yo la quiero, se que está enferma, pero no permitiré que se la venda a la carnicera – dijo Candice. Sabía que su madre, que era una sanadora, podría curar a la cabra.

El trato se hizo, el viejo Abe le vendió la cabra a Candice, quien se marchó feliz con Lady en brazos, pues supo que a su hermana le encantaría. Antes de llegar a su casa, compró un bello lazo color rosa y lo ató al cuello de la cabra con un moño.  Cuando abrió la puerta de su casa y Susy vio a Lady, su reacción fue encantadora, estaba tan emocionada, que comenzó a reír y llorar a la vez.

Llevaron a Lady con su madre, para que curara a la cabra. La sanadora le limpió la patita, le aplicó algunos medicamentos, cubrió la herida con varias vendas y les aseguró que sanaría en unos cuantos días.

Lady no podía creer su suerte. Esta mañana estaba muy triste pues pensaba que iba a morir ese mismo día, sin embargo ahora se encontraba muy feliz, la herida ya no le dolía y la pequeña hermana de Candice la abrazó en todo momento y se quedo junto a ella al llegar la noche. Lady supo que tendría días llenos de felicidad a lado de Susy y antes de dormir le dio un lengüetazo de agradecimiento y cariño en la mejilla.

 

 

Datos del Cuento
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 323
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.15.190.144

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815