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Categoría: Infantiles

La lombarda triste

El reino del rey Rehogado era muy verde y hermoso.

Pero la belleza no era la que lo hacía especial...

Lo que hacía diferente el reino del rey Rehogado era que ninguno

de sus habitantes pasaba hambre gracias al hada Remilgada.

Remilgada era el hada madrina de las cuatro hijas del rey Rehogado,

y les había concedido un don muy especial:

Las capas de las cuatro princesas siempres estaban llenas de hojas

comestibles que se repartían entre todos los habitantes del reino,

y así,  ¡nadie pasaba hambre!

Se supone que todos deberían estar contentos en aquel reino maravilloso, pero 

no era así...

Una mañana, el rey Rehogado llamó al hada Remilgada.

-Estoy muy preocupado -le dijo-.

Todas mis hijas tendrían que ser felices, pero no es así... Una de ellas siempre

está triste.  

-¿y de cuál se trata? -preguntó el hada Remigada.

 

-Mi hija Leguga no es

-contestó el rey Rehogado-.

-¡Pues claro que sí! dijo el hada Remilgada-. Las hojas de su capa

gustan mucho y con ellas se puede hacer riquísimas ensaladas.

-Mi hija Repollo tampoco es

-siguió el rey Rehogado-.

¡Repollo también es feliz!

-¡Pues claro que sí! dijo el hada Remilgada-. Las hojas de su capa son

muy grandes y podrían dar de comer a un ejercíto entero.

-Tampoco es mi hija Escarola -continuó el Rey.

¡Escarola siempre está contenta!

-¡Pues claro que sí! dijo el hada Remilgada. Las hojas de su capa son las mas

rizadas , ¡y están riquísimas!

-¡Así que es tu hija Lombarda la que te preocupa?

-preguntó el hada.

-sí -contestó el rey Rehogado-. ¡Lombarda siempre esta triste!

-Las hojas de su capa son muy oscuras y no dan ganas de probarlas.

La verdad es que casi parecen comida de dragones...

-Reconoció el hada Remilgada.

 

El hada fue corriendo a ver a Lombarda.

La princesa estaba muy triste porque nadie quería comerse las

hojas de su capa. La pobre tenía los ojos rojos de tanto llorar.

-¡Yo haré que seas feliz, Lombarda!

-exclamó muy decidida el hada Remilgada.

El hada Remilgada concedió a Lombarda un don especial:

-Serás la única de las hijas del Rey cuya capa de hojas cambiará

de color... Cuando las cocinen, ¡tus hojas violeta oscuro se volverán de

color rubí!

Desde aque día, Lombarda se convirtió en la comida de las celebraciones...

¡y fue muy, muy feliz!

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