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La alarma

A las tres de la mañana, todos los monstruos estaban metidos en sus camas. La calma y el silencio eran asombrosas. Solamente, de la boca de algun monstruito, salian de vez en cuando unos sonoros ronquidos, que atravesaban todo el bosque y llegaban a los oidos unos de otros que sonreian dormidos, al oirlos.
De repente, pasó algo terrible:un ruido como si se hubiera derrumbado una casa, y a la vez sonase un trueno, y a la vez pasara un tren, y a la vez tirasen cohetes, estremeció el bosque.
- ¿eh?- *dijo el monstruo Colorin, agitando su precioso pelo multicolor.- ¿He sido yo quien ha dado ese ronquido tan enorme?.
*Pero despues de pensarlo durante un instante, decidió que no, que no podía haber sido él.
-No, porque si lo hubiera dado, me dolería la garganta, a lo mejor se me hubiera roto algún diente o algo así.-*Se dijo a sí mismo abriendo la boca delante del espejo. No le faltaba ni el más pequeño de sus dientes de perla.
*Mientras tanto, el pobre Coloso, el monstruo más bonachon y grande del bosque, se había caído de la cama del susto.
-¿Ha sido eso Colorin?-*dijo completamente horrorizado. Pero enseguida se dió cuenta de que no, porque Colorin hacía "rrrrr" al roncar y ese ruido hizo "palampompom", lo cual era muy diferente.
-¿Que habrá pasado?, -*dijo corriendo a la ventana.
Las luces de todas las casas árbol, roca y subterraneas, estaban encendidas, y por el bosque se oian los pasos y voces de todos los monstruos, que habían salido para averiguar que pasaba.
-¡Repanpanos!,-*dijo Coloso asombrado. Y sin quitarse el gorro de dormis, ni calzarse, salió disparado a ver si tambien él lograba saber lo que había sucedido.
Coloso corría a todo correr por la oscuridad del bosque, haciendo temblar la tierra por su gran tamaño. Las voces de sus amigos, se oían cada vez más cerca y parecía que chillaban mucho. Aceleró la marcha y...tropezó con algo y se cayó encima. 
- No puedo levantarme, se ha caido otro encima de mí. - * Gritó una voz que salía justo debajo de su barriga.
-¡Colorin, Colorin!, -*gritó Coloso reconociendo la voz de su amigo.
-¡Coloso, levantate, que me tiras del pelo y pesas mucho!- *Dijo Colorin con voz de ahogo.
Coloso iba a obedecer, pero en ese instante otro monstruito cayó sobre él impidiendole levantarse.
-¡Otro!, ¡se ha caido otro!,- *Aseguró Coloso.
-*Y de abajo del todo del montón, Draco, el monstruo con forma de Dragón, chillaba malhumorado:
-¡Ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy, ayyyyy!, levantaos, que no puedo más. ¡Ay, ayyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyyy!
-*Naturalmente, este último ayyyyyyyyyyyyyyyyyy surtió su efecto. El que estaba encima de coloso se levantó, luego lo hizo Coloso, quien ayudó a Colorín, quien ayudó a Cepillo, quien ayudó a Paloma, quien ayudó a Criton, quien ayudó al monstruo de la laguna, así seis o siete monstruos más, luego Palo y al final, con las narices chafadas de tenerlas apoyadas contra el suelo, se levantó Draco.
-¡Tontos, es lo que sois!,-*dijo enfadadisimo,_¡todos unos tontos!, primero este bruto se cae encima mía por no mirar por donde corria, -*continuó señalando a Palo, el monstruo que se camuflaba como un árbol, -Y luego todos detras, haciendome daño, ¡tontooooooos!.
-No señor, yo no me caí, tú me tiraste! -*protestó palo pisándose el cordón del zapato y volviendo a caerse.
Y entonces, un ruido como si a la vez esplotaran 1000 globos de colores, rebuznara un burro, sonaran 100 tambores y gritaran 30 niños del mundo humano, resonó en el aire.
-¡Ayyyyyyy! -*chilló Colorín trepando a la cabeza de Coloso asustado.
-¡Ayyyyyyyy! -* gritaron todos abrazandose unos a otros.
Las orejas de Paloma, la mostruita de pelo de algodón, estaban todas de punta, cosa que les pasa a los monstruos cuando tienen miedo, pero al notar los brazos de Draco protegiendola, se tranquilizó.
- No tengas miedo, Paloma, eso será algún movimiento sísmico. -*Le susurró Draco con voz insegura.
-¡Pues podía moverse más silenciosamente el Sísmico ese! -*Lloriqueó Paloma asustadisima.
-¡Pero Paloma!, -*dijo Draco con mucha dulzura, - Movimiento sísmico es que la tierra tiembla, y hace que se caigan las casas, y la tierra se abre en doa, y se traga a la gente. 
-* Al oir esto, todas las orejas de todos los monstruos se pusieron de punta.
-¡Terremoto, terremoto!, -* gritaban asustadisimos corriendo y tirandose unos a otros.
Coloso les hablo con su poderosa voz.
-Tranquilos, ya ha pasado, no hay nada que temer.
- Pero puede pasar otra vez, -* le dijo Colorín.
Coloso suspiró e intnto tranquilizar a todo el mundo de nuevo.
- Eso tambien ha pasado ya.
-Además, -* dijo Palo - a lo mejor hay heridos y no los vemos porque estamos a oscuras.
-* Entonces, Criton empezó a hacer brillas las lucecitas de sus mil antenas, iluminando todo el bosque. 
Nadie estaba herido, solo la nariz de Draco estaba un poco colorada.
Pero...¡faltaba Saltador!, ¡faltaba uno!
- ¡Repampanos, el más importante, el Rey!, -* esclamó Coloso consternado.
-¡jajaja!, -* rió el mostruo de la laguna -menudo rey, seguro que ha sido él quien ha organizado todo esto, está loco de atar.
- Vamos a su casa a ver si está allí. -*Les pidió Paloma. Y todos se encaminaron hacia allí. 
Al llegar vieron la luz en el salón, entraron y....¡allí estaba Saltador, rodeado de cacerolas y pucheros!. Una cuerda colgaba de la lámpara del techo y tenía un nudo muy gordo al final, había sido pasada por las asas de las cacerolas y pucheros.
-¡Oh, que amables! -*les dijo Saltador ante la cara de asombro de los demás monstruos, - ¿Habeis venido a ayudarme?. Bueno, en realidad, no hacía falta. Yo solo he inventado un sistema de alarma por si acaos hay fuego. ¿quereis ver como funciona?, pues mirar.
-*Saltador tiró del extremo de la cuerda y al instante subieron todos los pucheros y cacerolas, que chocaban entre sí, produciendo un ruido tal, que tenía que haber llegado al mundo de los humanos.
Todos los monstruos se miraron entre sí atónitos. Entonces, algo espantoso sucedió, las cacerolas y los pucheros empezaron a subir, y el diminuto Rey Saltador empezó a subir con mucha dignidad, hasta que llegó al techo.
- ¿Pero donde vas?,-*le preguntó colorín.
-¡Se está rompiendo la cuerda!-*chilló Paloma.
-¡Ayyyyyyyyyyyyy!, chilló Coloso mientras cogia al vuelo a Saltador, el cual bajaba no tan lentamente como subió.
Coloso dejó a Saltador en el suelo. Luego miró a todos enfadado, porque ya estaba muy cansado, y les dijo:
-Menos mal que en este bosque nunca se quema nada y no hace falta usar ninguna alarma. Todos a la cama. -*Dicho esto, pensando que menuda tontería tener tanto miedo, que la imaginación era quien les había ganado,se marchó a dormir, que es lo mejor que podía hacer. 

Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
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