No hace mucho tiempo, que mi cuerpo fue manchado de sangre, no hace mucho tiempo de mis ultimas palabras, no hace mucho tiempo de ... muchas cosas.
Me desperté una mañana de junio, salí a la calle y me dispuse a ir a por el pan. Elegí tomar otro camino, del abitual para pasear más tiempo, entonces pase por la puerta de una casa, que anteriores veces ni me había percatado de que estaba allí, una fuerza me atraia hacía ella.
No, me dije. Pero las fuerzas sé apoderarón de mi, supuse que estaba abandonada y gire el picaporte, cuando entre solo vi desorden.
-Que tonta he sido- me dije y cuando fui a salir, la puerta se atranco, me di la vuelta de insofacto y contemple un puñal, la acción fue tan rapida que solo vi la sangre, mi sangre, que fluia de mi corazón, mire a mi alrededor y vislumbré a mi asesino.
No sé si era peor el puñal clavado en mi corazón o lo que veia. Un fantasma que me dijo con una voz chispeante, me has liberado, ahora para liberarte tú, tendras que matar a alguien en esta casa, acto seguido, desaparecío.
Ya llevo un siglo esperando, pero no puedo matar a nadie, cuando voy a hacerlo me acobardo en el ultimo momento, cuanto tiempo seguire asi, no lo se, cuando volvere a poder hablar con alguien, tampoco lo sé, hasta que no mate a alguien nunca lo sabre.