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En El Espacio

(Con todo mi amor para Pame y Chellín)
(Con final inspirado en Gussy)

Hubo de haber pasado una buena cantidad de meses para que se diera el siguiente reencuentro, las actividades propias tanto de Pamella preparando y atendiendo sus ya famosos y bien conocidas “Pasarelas” de presentación de modas de diseño propio con creaciones de marca que competían a la par con etiquetas como; Chanel, Versace, Galliano, De la Renta, Carolina Herrera, Giorgio Arman, Calvin Klein, Valentino, Kart Lagerfeld, Gucci, Yves Saint Laurent, Dior, Ralph Lauren, D&G, Karan, Cardin, Lacroix y tantas y tantas marcas y nombres que se exhibían por lo general en las mejores avenidas de las principales ciudades donde la ropa de marca era símbolo inequívoco que marcaba un distinguido “Status”, ya fuera en ámbito social, en el mundo ejecutivo o aún en el deportivo.
Así tenía que atender personalmente las franquicias tanto en la 5ª Avenida en New York, como en la Avenida Mazarik en la Ciudad de México, los Champs Ellises en París, Königsallee en Dusseldorf, el Paseo de Gracia en Barcelona, Piccadilly Circus en Londres, Montenapoleone en Milán, la 50th & France en St. Paul, Minnesota y en una docena de de centros de moda que esperaban pacientemente cubrir los trámites propios de cada localidad para poder inaugurar la siguiente exclusiva tienda. Trámite que en no pocas ocasiones ocuparía hasta dos o tres años dependiendo del grado de corrupción con que se toparan en las diversas etapas a las que tenían que someter legajos y más legajos de formas, solicitudes, reportes y declaraciones.
La marca “Pamella” nació espontáneamente de la imaginación de su creadora, siendo una amalgama de orígenes y raíces indígenas del sur-este del país, complementadas, o como decía Marcello, “Deformadas”, de acuerdo a los estados de ánimo de su creadora Pamella.
Pame para su primo favorito mismo que a la vez era para Chellín su prima favorita.
Condición que no mermaba en un ápice las bizarras discusiones respecto al intrascendente honor de ser el de mayor edad ya que nunca llegaban a un real acuerdo en cuanto a que sí enero era entes que julio o que sí julio era antes de enero. Discusiones que se podían estimar en cantidad de tazas de aromático café de grano preferentemente de Coatepec, su favorito desde que la bisabuela Pera les diera a probar antes que brotaran los primeros dientes.
Por otro lado Marcello se mantenía inmerso en sus investigaciones, mismas que había iniciado ya hacía un par de años a la velocidad de despegue de trasbordador espacial, ritmo que naturalmente se fue abatiendo hasta llegar a algo parecido al “Lento Caminar” de Alberto, su padre.
Sus investigaciones sobre Física Cuántica complementada con la Mecánica Robótica lo adentraba a cada razonamiento en algoritmos y teorías relacionados con viajes espaciales desde luego tripulados o no. Llegando a convertirse en un erudito en la materia que era requerido en cuanta conferencia o seminario tuviera lugar ya fuera en las más prestigiadas universidades tanto de América como de Europa y Asia. En uno de tantos intercambios epistolares electrónicos o como ellos lo identificaban, e-mail’s, le comentaba a Pame;
- Ahora entiendo el Caminar Lento de mí papá, mismo que hereda de Norsi, el abuelo Bo o Papo para ti. ”Camina igual que los cambios que perdieron, esos cambios suceden lento. Su caminar es lento porque su ritmo es el ritmo del cambio”.
- Te entiendo. De mi parte nunca he visto correr a Norsi, siempre calmado a una velocidad que me desespera y más cuando me llevaba al Colegio ya que para Él, el “Ir Hecho la Mocha” equivalía que el odómetro indicara cuando mucho sesenta kilómetros por hora en vialidades donde la velocidad permitida y obligatoria era de ochenta, era una autentica sinfonía de cinco bocinazos que nos acompañaban. ¡Dios mío!, o para ti ¡Oh my God! Lo bueno es que nunca llegamos tarde, sí a lo sumo, en punto. Imagina que en la “Obras” decían; “Casco Blanco, a sesenta, . . . ¡Norberto!”.
- Bueno eso era para caminar o tras el volante, lento, lento, pero qué tal cuando se sentaba en su sillón favorito, cobijita en la piernas y no porque tuviera frío ya que nunca ha sentido frío ya que siempre ha sido “Kriga Bundolo”, música de jazz y . . . teclas de su Lap Top a temblar, pobrecitas cómo deben de haber sufrido ya que me parece increíble la velocidad que alcanzaba sobretodo para escribir alguno de sus cuentos y eso con solo los índice de cada mano.
- Y qué me dices de su “Sheaffer”, aquella pluma fuente obsequio de Mami Kity son motivo de su graduación como ingeniero, evento que tuvo lugar en el mismo Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México distinción que no muchos pasantes logran al término de sus estudios y aunque eso sucedió hace ya algunos ayeres, quedaron fotos de esas que se imprimían en papel a partir de un “Negativo” y que tardaban cuando menos una semana en enterarse de lo que aquellas cámaras fotográficas les permitían obtener y que aunque no se compara con las Digitales de hoy por hoy no dejan de mantener un cierto atractivo a la vez que emoción de ver plasmado por medio de soluciones de plata lo que habías imaginado al observar por el ocular y posterior a realizar ajustes en cuanto a la velocidad de apertura así como al diámetro del diafragma que permitía el paso de luz que plasmaría la extensa gama de tonos desde el blanco al negro para que en impresiones de claro-oscuro pudieras obtener fotos que en el caso de Norsi fuero merecedoras de varias distinciones tanto en concursos como en exposiciones.
- Debió de haber sacado humo al escribir en su siempre tinta negra y con su letra que sólo Él entendía y que posteriormente transcribiría a su Lap-Top.
Cada uno en sus actividades, inmerso en su muy particular mundo daba rienda suelta tanto a sus planes como a sus recuerdos, futuro y pasado atrapados en el hoy y a kilómetros de distancia.
El impulso de la añoranza los transportó en esencia y al tiempo levantaron el auricular de sus respectivos teléfonos y empezaron a “Teclear” pausadamente el número correspondiente a las oficinas donde suponían que estarían en esos momentos aprovechando que las ciudades de estadía se encontraban en el mismo uso horario. Las respuestas no se hicieron esperar; tono agudo corto, silencio más corto y así hasta en diez ocasiones.
- ¡Ocupado!.
Insistieron y repitieron el mismo protocolo hasta en cinco ocasiones. Optaron por marcar a sus celulares desde sus celulares con el mismo resultado.
- ¡Ocupado!
Quedaron observando los aparatos sobre sus respectivos escritorios y en esta ocasión marcaron al celular respectivo, ambos repiquetearon con los tonos que cada uno de ellos había configurado para identificar el emisor de la llamada. Uno en la Ciudad de México y el otro en St. Paul, Minnesota.
- ¡Bueno!. (Siguiendo una gama tonal armónica de cuando menos dos octavas)
- ¡Hello!. (Semejando una sola grave nota)
- ¡Que “Hello” ni que “Hello”. Se dice “Bueno”.
- ¡Bueno! . (Ahora en una solo grave nota)
- ¡Ándale!. Así suena mejor.
- ¡Pame!
- ¡Chellín!
- Precisamente estoy pensando en ti.
- No, no, no. Permíteme. Sho soy la que estoy pensando en ti.
- Pero yo te estoy marcando.
- No, soy sho la que te estoy marcando.
Ambos en la oreja derecha mantenían el auricular del teléfono analógico y en la izquierda el celular.
- ¡Ups!. Te hablo en un teléfono y te escucho en el otro.
- No, sho te hablo en un teléfono y te escucho en el otro.
- Ja, ja, ja.
Y colgaron los dos al mismo tiempo. Ahora fue un zumbido agudo y continuo. Ambas comunicaciones se interrumpieron.
- ¿? (Estas son en español)
- ¿? (Estas son en inglés)
- Ja, ja, ja. (En español)
- Ja, ja, ja. (En inglés)
Chellín se apresuró a marcar de nuevo. Pame quedó en espera del repiqueteo ya fuera de su celular o del teléfono en su escritorio. Transcurrieron seis largos segundos y por fin el celular indicó una llamada entrante que con el tono de la melodía “Corazón Congelado” anunció que era inequívocamente Chellín el que llamaba. A todo esto el tono que por cierto Pame se había encargado de configurar en el celular de Chellín como identificador de su llamada era la melodía “Corazón Acelerado”.
- ¡Bueno!. (En perfecto, invariable e inconfundible recorrer de una gama tonal armónica de cuando menos dos octavas).
- Perdón. Colgué
- No. Perdón. Sho fui la que colgué.
- Está bien, así lo dejamos. ¿Qué haces?
- Contestando tu llamada.
- ¡Chistosa!. Sucede que quiero y puedo tomarme un par de semanas. ¿Y tú?
- Pues ni quiero, ni puedo. No te creas, no te creas.
- ¡Que susto!
- ¿A dónde vamos?
- ¿Que te parece . . . Florida?
- No me salgas ahora con que quieres ir a Orlando.
- No. Más al sur.
- ¿A Cuba?
- No tanto. A Cabo Cañaveral.
- Me encanta la idea. Volamos a Houston y de ahí juntos a Florida. ¿Te parece?
- ¿Es pregunta o afirmación?
- No exageres
- No exagero. Ya te veo haciendo reservaciones.
- ¡Brujo!
Como era su costumbre en tan sólo un par de horas se bastaron para hacer maleta y Pame despedirse de Mami Kity y de Norsi en cuanto Chellín pasaba a West Side a despedirse de Alberto y Ángelita que se encargaban de los preparativos para el Baile de XV aniversario de Ariadna Itchel, su hermana menor y por lo tanto la Consentida de la familia incluyendo a Pame desde luego.
Al llegar a Houston y aprovechando el retraso propio y natural de las líneas aéreas aprovecharon y se dispusieron a deleitarse con una taza de café que aunque estaban seguros no sería de Coatepec si complacería su relativa adicción y les permitiría platicar sin prisas. La espera en esa ocasión amenazó con prolongarse por varias horas ya que una aeronave de la línea “Green Dog” había sufrido un despiste lo que obligó a suspender acciones de aterrizaje y despegue por el resto del día siendo transportado a céntricos hoteles de la Ciudad de Houston amén de ser dotados de vales que les permitirían degustar alimentos por la noche y por la mañana siguiente.
- ¿Qué te parece sí aprovechamos y visitamos el Museo espacial?
- Me encanta la idea.
- No se diga más. Tomaremos un taxi que nos lleve al Centro Espacial Houston de la NASA. Has de saber que está ubicado cerca de la ciudad de Texas y Galveston, ahí podremos aprender sobre las misiones espaciales y ver exhibiciones en pantalla IMAX y efectuar recorridos interactivos y podremos contar con asesoría de personal de National Aeronautics and Space Administration (NASA). Y también podremos hacer el recorrido por los Centros de Control de Misiones Espaciales y los lugares donde se han entrenado todos los astronautas.
- Pero, los astronautas no salen de aquí. ¿Verdad?
- Cierto, los despegues son de Cabo Cañaveral o Cabo Kennedy como también se le conoce. ¿Y sabes quién definió ese lugar?
- ¿Quién?
- Julio Verne en Su Novela “De la Tierra a la Luna”.
- ¿Cierto?
- Y no tan sólo el despegue sino que también definió el área de regreso.
- ¡Asombroso!
- Y eso fue con un adelanto de casi cien años.
- ¡Cien años!
- La ficción y la realidad tienen increíbles similitudes. Mira precisamente traje un ejemplar de ese maravilloso libro y me voy a permitir leerte unos párrafos;
- Soy toda oídos.

"De la tierra a la Luna" - El himno al proyectil
"En su insigne misiva del 7 de octubre, el observatorio de Cambridge había tratado la cuestión bajo el punto de vista astronómico, pero era preciso resolverla mecánicamente. En este concepto las dificultades prácticas hubieran parecido insuperables a cualquier otro país que no hubiese sido América. En los Estados Unidos pareció cosa de juego. El presidente Barbicane había nombrado, sin pérdida de tiempo, en el seno del Gun-Club, una comisión ejecutiva. Esta comisión debía en tres sesiones dilucidar las tres grandes cuestiones del cañón, del proyectil y de las pólvoras. Se componía de cuatro miembros muy conocedores de estas materias. Barbicane, con voto preponderante en caso de empate, el general Morgan, el mayor Elphiston y el inevitable J. T. Maston, a quien se confiaron las funciones de secretario."
¡Fuego! (Varios meses mas tarde) " Llegó el día clave, el primero de diciembre, porque si el lanzamiento del proyectil no se efectuaba aquella misma noche, a las diez y cuarenta y seis minutos y cuarenta segundos, más de dieciocho años tendrían que transcurrir antes de que la Luna se volviese a presentar en las mismas condiciones simultáneas de cenit y perigeo. [.]
Durante el día corrió entre aquella multitud ansiosa una agitación sorda, sin gritos, como la que precede a las grandes catástrofes. Un malestar indescriptible reinaba en los ánimos, un entorpecimiento penoso, un sentimiento indefinible que oprimía el corazón. Todos hubieran querido que el suceso hubiese ya terminado. [.]
. el francés y los dos americanos habían entrado en el recinto reservado, a cuyo alrededor se agolpaba la inmensa muchedumbre. Les acompañaban los miembros del Gun-Club y delegaciones enviadas por los observatorios europeos. [.] Apenas faltaban cuarenta segundos para el momento de la partida, y cada uno de ellos duraba un siglo. Hubo al vigésimo un estremecimiento universal, y no hubo uno solo en la multitud que no pensase que los audaces viajeros encerrados en el proyectil contaban también aquellos terribles segundos. Se escaparon gritos aislados. [.] Una detonación espantosa, inaudita, sobrehumana, de la que no hay estruendo alguno que pueda dar la más débil idea, ni los estallidos del rayo, ni el estrépito de las erupciones, se produjo instantáneamente. Un haz inmenso de fuego salió de las entrañas de la tierra como de un cráter. El suelo se levantó, y apenas hubo uno que otro espectador que pudiera entrever un instante el proyectil hendiendo victoriosamente el aire en medio de inflamados vapores. [.] El inmenso penacho de fuego se percibió desde 100 millas en el mar, lo mismo en el golfo que en el Atlántico, y más de un capitán anotó en su diario de a bordo la aparición de aquel gigantesco meteoro. La detonación del columbiad fue acompañada de un verdadero terremoto. "
Alrededor de la Luna Cinco años mas tarde la saga continúa. En 1870 Verne publica, con este titulo, la continuación de su obra relatando la aventura de los exploradores Impey Barbicane, Michel Ardan y del Capitán Nicholl circunvolando la Luna, las causas de la trayectoria fallida, las particularidades de la superficie lunar y su eventual rescate.
Apolo: cien años más tarde. Frank Borman, tripulante de la nave espacial Apolo 8 conjuntamente con los astronautas James Lovell y William Anders expresan su reconocimiento histórico a Julio Verne como "adelantado" de la exploración espacial. La saga espacial de Verne tiene similitudes que sugieren más que una simple coincidencia.
En 1968 Apolo 8 ha sido la primera nave espacial tripulada en abandonar la orbita terrestre con destino a la Luna y circunvolarla. Ha despegado desde el sur de Florida en los EE.UU. al igual que el ingenio de Barbicane, también durante un mes de diciembre y con tres tripulantes, los que serán rescatados a su retorno en el océano Pacifico en la misma área elegida por Verne en la segunda parte de su historia. La extraordinaria intuición de Verne ha cosechado otro logro más: el gigantesco observatorio situado por Verne en las montañas rocosas dotado de un espejo de casi 5 metros de diámetro para seguir su nave-proyectil se hará también realidad en 1949 al instalarse en ese lugar el telescopio de Monte Palomar el mas grande en su tipo durante décadas con un espejo de esas mismas características.
- Y llegaron a la Luna.
- Pues no sólo orbitaron en realidad el primer vuelo a la Luna y que permitió “Alunizar” a un ser humano esta descrito en esta hipnosis
Primer Viaje a la Luna
La llegada del hombre a la Luna es sin duda uno de los acontecimientos históricos del siglo XX. El 16 de julio de 1969 la nave americana Apolo XI despegó rumbo a la Luna. Iba pilotada por Edwin E. Aldrin, Neil A. Armstrong y Michael Collins. Una vez en la órbita lunar, Aldrin y Armstrong se trasladaron al módulo lunar. Collins permaneció en la órbita lunar pilotando el módulo de control después de la separación, y apoyando las maniobras del módulo lunar. Este último descendió a la Luna y se posó sobre su superficie el 20 de julio, al borde del Mar de la Tranquilidad. Horas más tarde, Armstrong descendió por una escalerilla con su traje espacial y puso su pie sobre la Luna. Sus primeras palabras fueron "éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad". Pronto le siguió Aldrin y ambos astronautas estuvieron caminando más de dos horas por la Luna en las que recogieron 21 Kg. de muestras del suelo, tomaron fotografías y colocaron un artefacto para detectar y medir el viento solar, un reflector de rayos láser y un sismógrafo. Como en la Luna la gravedad es seis veces menor que en la superficie de la Tierra no les era difícil caminar y correr. Además, clavaron en el suelo una bandera de Estados Unidos, hablaron por radio con el presidente Richard M. Nixon en la Casa Blanca y millones de personas siguieron en directo la retransmisión vía satélite del acontecimiento. Una vez de vuelta al módulo lunar, los astronautas se quitaron los trajes espaciales y descansaron unas horas antes de despegar. Abandonaron la Luna en vuelo vertical dejando en la superficie lunar la parte inferior del módulo lunar que actuó como plataforma de lanzamiento. Esta plataforma se desechó una vez acoplados el módulo lunar al módulo de comando, al que regresaron los dos astronautas. El regreso del Apolo 11 se realizó sin contratiempos y la nave cayó a las aguas del océano Pacífico en donde fue recuperada, cerca de Hawai, el 24 de julio. Los astronautas regresaron sanos y salvos pero ante la posibilidad de que organismos lunares contaminaran la tierra, se vistieron con trajes de aislamiento biológico antes de salir de la nave y fueron sometidos a una cuarentena de tres semanas.
Propulsión del Cohete
Se propulsa mediante la virtud del principio de Newton, tocayo de mí papa por cierto, de la acción y la reacción: a una fuerza llamada acción se opone otra llamada reacción, de igual magnitud, pero de sentido contrario. Se realiza gracias a la eyección de una parte de su masa hacia el exterior con cierta fuerza en sentido contrario a la dirección deseada. En astronáutica recibe el nombre de cohete de dispositivo anaeróbico de propulsión por reacción y el vehículo que utiliza este medio.
Tal dispositivo no requiere del aire atmosférico para su funcionamiento. Se denomina más propiamente motor cohete y puede ser: químico, nuclear, iónico, a plasma y fotónico.
Químico: La potencia es debido al escape de gases engendrados por la reacción de varias sustancias, por lo general dos, combustible y comburente, que puede ser líquido, sólido o uno de cada tipo.
Nucleares: La fuente de energía es un reactor nuclear. La materia eyectada es un gas fuertemente calentado. No tiene lugar ninguna reacción química y el gas sale por la tobera tan puro como se encuentra en el interior de los tanques de combustibles. El gas se puede calentar hasta temperaturas muy elevadas con el solo límite de la resistencia de los materiales empleados en la propia construcción del cohete.
Iónico: Es una acelerador que comunica a partículas electrizadas a grandes velocidades.
A plasma: Se eyecta una mezcla de partículas positivas y negativas. El plasma es un estado particular de la materia común en el interior de las estrellas.
Fotónico: Se eyectan masas pequeñas con velocidades cada vez más grandes. Los fotones son “granos de luz” y la luz va a 300.0 kilómetros por segundo.
La propulsión química es la que actualmente impera. Los otros tipos se podrán usar en un futuro próximo o están en el papel.
Lanzamiento y Aterrizaje
Las naves espaciales se lanzan desde plataformas construidas al efecto, en donde se colocan e inspeccionan cuidadosamente la nave y el cohete propulsor antes del lanzamiento. Las operaciones son supervisadas por ingenieros y técnicos en un puesto de control situado en las inmediaciones. Cuando todo está listo, se encienden los motores del cohete y la nave se eleva hacia el espacio.
El aterrizaje presenta el problema de ralentizar la velocidad de la nave para evitar su destrucción a causa del calor aerodinámico. Para superar esta dificultad se protege la superficie de la nave con un escudo espacial protector del calor, construido con materiales plásticos, metálicos y cerámicos que se funden y volatilizan al entrar a la atmósfera, disipando el calor sin daños para la nave y sus tripulantes. El escudo protector está hecho de chapas de cerámicas soldadas individualmente al casco de la nave. Antes de la aparición de la lanzadera espacial que aterriza en una pista, las naves estadounidenses tripuladas caían sobre el mar para amortiguar el impacto. Los astronautas y su cápsula eran recogidos por los helicópteros y eran llevados a bordo de unidades navales que se encontraban a la espera. Los astronautas soviéticos aterrizaban sobre tierra firme en distintas partes de Siberia.
- ¡Guau!
- Y sin sentir ya estamos frente a la réplica del Módulo Lunar que llevó a Aldrin, Armstrong y Collins. Ven metámonos experimentaremos una sensación igual a la que experimentaron en aquel veinte de julio de mil novecientos sesenta y nueve.
- Recuerdo que Norsi me comentó que esa noche no durmieron esperando la transmisión que por cierto fue en blanco y negro con una resolución muy baja, muchas veces menor a la que logramos ahora con la cámara de nuestros celulares. Él lo comparaba como poder haber visto el desembarco de Colón el doce de octubre de mil cuatrocientos noventa y dos.
- ¿Te imaginas la tele en blanco y negro?
- Y lo peor es que ni control tenían.
- ¿Y cómo cambiaban de canal?
- Con una perilla que daba saltos y sólo tenían doce opciones pero únicamente ocho canales.
- ¿No tenían cable?
- Ni idea
A todo esto no se había percatado que el guía era una persona de baja estatura vestido con una especie de overol azul y tocado con una gorra que parecía tener al frente el logo del Centro Espacial de Houston pero que en realidad era el logo de Sony.
- Estos muchachos no tienen ni la menor idea de la aventura que les espera. Ji, ji. Ji.
Atravesaron varias salas y un sinnúmero de pasillos, abordaron hasta en tres ocasiones elevadores que en dos ocasiones los subieron unos cuantos niveles y en otra los bajó sin poder definir cuánto bajaron ni cuánto subieron. Pasaron por lo que bien pudo haber sido un Cuarto de Control por la instrumentación y la cantidad de monitores que ordenadamente esperaban ser puestos en funcionamiento. Traspusieron una doble puerta y se vieron caminando en una especia de túnel en el que la temperatura controlada en la que se habían movido cambió bruscamente hasta tener la sensación de de caminar en un ambiente y temperatura natural. Seguían siendo guiados por mismo extraño personaje. De lo que no se dieron cuenta es que caminaban solamente ellos y a paso muy firme. Se sintieron investidos en una especia de escafandra y en la mano derecha asían firmemente una especia de portafolio que conectaba una especie de manguera a su traje.
Se vieron sentados viendo hacía arriba y solamente tenían visión a través de unas claraboyas, solo el cielo azul, ni una sola nube, todo claro hasta donde podía su vista abarcar.
Escucharon un metálico ruido. Era la escotilla que se cerraba al tiempo que la cápsula misma empezaba a presurizarse. Inició un fuerte estremecimiento que hizo que se aferraran a sus asientos fuertemente. Fueron sometidos a la sensación de aceleración brusca, fenómeno conocido como la sensación de flotación de nuestras viseras y que en realidad no tiene nombre pero que ya lo habían experimentado cuando en su infancia abordaron por primera vez un elevador.
Se sintieron envueltos en una alba nube que no era otra cosa que el efecto de la vaporización del oxígeno y el nitrógeno usados como combustible propulsor de los cinco poderosos motores.
La vibración cesó y a pesar de la endemoniada velocidad todo se deslizo como, literalmente entre nubes.
- ¡Pame!¡Pame!
Era la voz de Chellin que sorteaba a la gente, pasajeros seguramente todos ellos que caminaban de un lado a otro o sentados en el suelo o algunos ocupando los asientos de las salas de espera mostraban su enfado, enojo, coraje, apuración, disgusto, irritación, cólera, mortificación, desagrado, molestia, aburrimiento, incomodidad, hastío, cansancio provocado por la suspensión de todos los vuelos de salida del aeropuerto de Houston y que en la Sala de Espera numero C- 47, Pame ya había pasado casi siete horas esperando la llegada de Chellín.
- ¡Pame!¡Pame! Estas dormida con los ojos abiertos. Ya se reanudan los vuelos. Ya volaremos a Florida.
- Mm, eh, eh. Creo que me quedé dormida y no vas a creer lo que soñé.
- Ya me lo platicarás camino a abordar. Pero camina mujer que nos deja el vuelo.
En eso se acercó un emplead conductor de uno de esos carritos eléctricos que deambulan silenciosamente por entre los pasillos de los aeropuertos sin molestar jamás a los pasajeros.
- Su vuelo despega en una salida que está bastante alejada por lo que les aconsejo que monten y yo los conduciré rápidamente pues o creo que lleguen a tiempo y menos con tantas maleta como carga la señorita.
- Vamos Pame.
- Vamos
El conductor se acomodó la gorra. Una gorra con el logo de Sony.
Lo que no alcanzaron a distinguir tanto Pame como Chellín fue el overol azul que orgulloso lucía aquel tan peculiar personaje.
- A que muchachos, o sé qué sería de ellos si no los anduviera cuidando.

Semana Santa 2008
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 5.7
  • Votos: 103
  • Envios: 0
  • Lecturas: 9193
  • Valoración:
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