~~Había una vez una niña llamada Betsi, ella tenía una hada mágica llamada Mimi. Un día Betsi cuando regresaba de la escuela se encontró un pastel en la puerta de su casa y como a ella le encantaban los pasteles, cuidadosamente lo metió a su casa. Le quería dejar un pedazo de pastel a Mimi, pero no aguantó más las ganas de comerse el pastel y se lo acabó. Pero ella no sabía que se lo había dejado Mimi.

Derrepente dijo:

-Ahh! quisiera tener una mochila nueva.

~~ pumm … apareció la mochila nueva. Betsi se sorprendió y volvió a decir:

– Ahh! quisiera tener una Barbie.

Pumm! de repente apareció la barbie. Entonces ella se dio cuenta que ese pastel era mágico.

Al día siguiente ella  le contó con mucha emoción a Mimi sobre el pastel mágico y le dijo Mimi

– ¿ yY… no me dejaste un pedazo?

Y respondió Betsi: – No, ¿para que te voy a dejar si eres una  hada?, lo puedes hacer tú, ¿verdad?…

Y el hada se enojó. Después Betsi dijo a sí misma: – quisiera tener una pelota y no apareció nada, y lo volvió a repetir tres veces mas y no funciono. Fue con Mimi y le dijo:

~~– ¿Tú sabes porque mis deseos hacia el pastel no se cumplen?

Mimi respondió: – Si, porque yo le quite los poderes.

Betsi se sintió muy mal y fue a comprar un pastel y se lo regalo a Mimi, y la dijo:

– Aquí esta un pastel para ti solita y discúlpame.

Y respondió Mimi: – Gracias pero lo compartiré contigo.

Mimi  compartió el pastel a Betsi y ella aprendió la lección. Las dos vivieron felices para siempre.