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Categoría: Infantiles

El espagueti gigante

Hace muchiiiisimo tiempo, Sansón fue el hombre más fuerte del mundo....

¡hasta que le cortaron el pelo!

A Tomás le gustaba mucho ese hombre, y por eso se lo había puesto a su perro.

Además, para Tomás, ¡Sansón era el perro más grande y fuerte del mundo!

Una tarde, los dos corrían por el parque.

De pronto, Sansón desapareció, y Tomás ya iba a buscarlo cuando vio una tira

muy larga en el suelo. Parecía la correa de Sansón, pero al acercarse, Tomás

se dio cuenta de que era un espagueti cocido, gordito y humeante.

Era muy largo, así que decidió seguirlo hasta el final. ¡A lo mejor así encontraba

a Sansón!

Tomás atravesó toda la ciudad siguiendo el espagueti.

¿Será un dragón lo que hay al final?, pensó asustado.

¡Nunca había visto un espagueti tan largooo!

 

Tomás subió y bajó una montaña. ¿Al final habrá una princesa a la que le gustan

los espaguetis?, se preguntó extrañado. ¡Un espagueti tan laaaargo parecía

cosa de brujería!

Tomás cruzó el mar. ¿Será un tiburón lo que hay al final?, se dijo inquieto.

El laaaaaaarrgo espagueti se perdía en el horizonte, pero Tomás estaba decidido a llegar

hasta el final. ¡Seguro que allí encontraría a Sansón!

Tómas recorrió un desierto con oasis llenos de palmeras.

¿Al final habrá un genio que no come espaguetis normales y corrientes?, pensó.

El larrrgooo espagueti se extendía más y más allá.

 

Por fín, Tomás escuchó una voz espantosa que decía:

-¡Has caído en mi trampa! ¡Te voy a comer!

Lo que Tomás había encontrado al final del larrrrgooo espagueti era.....

¡un gigante canibal!

Aterrorizado, Tomás llamó a su perro: -¡Sansón, ayúdame, que un gigante

caníbal me quiere comer!

El gigante canibal, que conocía la historia del forzudo Sansón, se imaginó al 

Sansón de Tomás como un hombretón con melenas...¡más fuerte que él!

Asustadísimo, el gigante caníbal soltó un grito huracanado capaz de hacer volar

a una vaca. Tomás no era tan grande como una vaca, así que el grito huracanado

lo levantó por los aires y lo envío de vuelta al parque.

¡¡Guau, guau!!

¡Sandón estaba allí, en el parque, esperando a Tomás!

-¡Uff, Sansón! ¡Qué susto me acabo de dar!

Datos del Cuento
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