Todos sabemos que las hadas nacen del interior de una flor. Solo si un hada desea muchísimo tener un bebé, nacerá un brote de esta planta especial en su jardín. Nicea era una alegre y encantadora Hada del agua. Gracias a su inmenso deseo de ser mamá pudo ver crecer un brote en el remanso de la cascada; en el río que era su hogar. Lo cuidó con mucho amor y dedicación hasta que floreció con un hermoso nenufar blanco. Si un Hada descuida o se desinteresa de su flor, ésta nunca se abrirá. Pero Nicea no era una de ellas y esperaba ansiosa el momento final.      Cuando a la salida del sol el nenufar blanco empezó a brillar especialmente, la reina de las Hadas visitó a Nicea. Le explicó que ser madre era una gran responsabilidad y conllevaba sacrificios. Dejaría de ser un Hada para pasar a ser solo "mamá".      Nicea recordó los días felices revoloteando hacia lugares lejanos, riendo, jugando y bañándose en el río con sus amigas sin ataduras ni responsabilidades. Cuantas aventuras vividas, cuantos deseos cumplidos con su varita... Todo ello se acabaría y daría paso al bebé; cuidarlo, amarlo, dedicarle toda la atención y todo su amor serían para él.      Nicea miró su maravillosa flor y se dió cuenta de que lo que le esperaba era un mejor,más hermoso y la mayor aventura que viviría nunca. Miró en el interior del nenufar y vió a su pequeña hadita del agua; la más hermosa y bella que había visto nunca. La cogió en sus brazos y desde entonces ocupó todo su corazón.      Nunca lamentó haber dejado de ser el Hada del agua, porque ser mamá era aún más emocionante.                                                                         FIN        Ser mamá es una decisión muy importante y no hay que tener dudas,ni miedos. Muchas cosas quedan atrás y no volverán, pero muchas otras nos esperan en esta gran aventura del mundo de los bebés. ¡¿TE LO VAS A PERDER?!...