Encima de un nenúfar que está justo en medio del estanque del parque García Sanabria, vive una rana muy peculiar cuyo nombre es Mari Juana.

Es esta rana una gran lectora de cuentos e historias de todo tipo, y le encanta compartir lo que lee con los demás habitantes del parque.

Un tiempo atrás, mientra leía uno de sus libros, le dió por pensar que sería maravilloso ser la protagonista de un cuento.

A medida que pasaban los días, crecía más y más en ella el deseo de ser la estrella principal de un cuento, y llegó a tal punto, que una tarde dejó su cómodo nenúfar para conseguir su sueño.

El primer cuento al que llegó le gustó muchísimo. Era sobre 7 enanitos y una bruja, así que, preguntó si podía ser la protagonista, pero le respondieron que no, porque una tal Blancanieves ya ocupaba dicho lugar.

Sin desanimarse, Mari Juana se dirigió a otro cuento en el que había un príncipe que se casaría con la princesa a quien le quedara bien un zapato de cristal que él llevaba en su mano. Mari Juana lo intentó, pero era tan grande que más que calzarlo pudo meterse en él y aún le sobraba zapato.

El tercer cuento al que se dirigió parecía estar pensado exactamente para ella. Sin lugar a dudas, Mari Juana podía desempeñar el papel principal, ya que trataba de un príncipe que había sido convertido en una rana. Pero en este también le dieron calabazas, porque la protagonista resultó ser una tal Tiana.

La pobre Mari Juana siguió intentándolo una y otra vez, pero no había manera de encontrar ningun cuento en el que encajara.

Desconsolada, Mari Juana volvió al estanque para descansar un poco en su querido nenúfar del que, pensaba, nunca debía haber salido. Cabizbaja, mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla, vio su rostro reflejado en la limpia y cristalina agua del estanque.

Se vio hermosa. Muy hermosa. Realmente parecía una princesa.

Y fue entonces cuando se dio cuenta de que no tenía que buscar en ningún otro cuento para que le dieran el papel principal. De hecho, ella era la protagonista de su propia historia... de su propio cuento.

Y colorín, colorado...el cuento de la rana Mari Juana se ha acabado.

Mili Torres.