Había una vez, un Rey muy bueno y justo, amante de su pueblo, preocupado por el bienestar de todos sus súbditos.
Un día en recompensa a su bondad un mago le regaló un anillo mágico, en cuyo interior estaba la clave de esa magia. Solo debía ser destapado cuando sintiera que estaba todo perdido, solamente en aquel momento conocería su poder.
Pasaron los años y el anillo continuaba guardado y sin abrirse.
Se desató la guerra con el reino vecino y este rey fue despojado de su reino y de sus posesiones. El recordó el anillo y cuando lo iba a destapar pensó que aún tenía bien a sus hijos y esposa. Lo guardó, pues no se sentía acabado.
Luego llegó una gran epidemia al país, su mujer y sus hijos murieron por la peste. Nuevamente tuvo el anillo en sus manos, deseaba descubrir la magia que le mitigaría su gran dolor y le haría sentirse mejor, pero se dio cuenta que él aún seguía con vida y poseía salud.
Pasaron muchos años, recuperó su reino y sus posesiones.
Este buen Rey llegó a viejo y enfermó gravemente. Cuando estaba por morir recordó el anillo, mandó que se lo trajeran. Levantó la piedra esperando descubrir la magia del anillo.
Y en su interior había un mensaje grabado que decía:
"Esto también pasará".
nos enseña que tenemos que confiar en nosotros mismos y no en ilusiones o mágia. Lo que hacemos en esta vida es lo importante y la gran sabiduría la adquirimos, dando y haciendo lo mejor posible dentro de cada uno. Al final hay un recuento no un cuento, por eso ESTO TAMBIEN PASARA; Al recuerdo que uno deja.