Existen algunos padres de familia que no dialogan entre ellos para disciplinar al hijo, y así frecuentemente se generan peleas entre ellos, y por si fuera poco, el niño o los niños resultan también afectados.
La siguiente metáfora nos lo ilustra:
"Un señor que tenía el pelo chino, se casó con una señora de pelo lacio. Nació su primer hijo con una singular característica: tenía un pelo chino en la cabeza por cada pelo lacio, es decir, tenía de ambos tipos de cabello distribuídos armónicamente en el cuero cabelludo. Pues bién, Papá y Mamá nunca se pusieron a dialogar para llegar a un acuerdo sobre el aspecto del cabello del niño, y decidieron actuar cada uno por su cuenta: Papá quería que el niño tuviera -como él- el pelo chino, y le comenzó a quitar cuando tenía tiempo los pelitos lacios; y Mamá quería que el niño tuviera -como ella- el pelo lacio, y en sus tiempos libres le quitaba los pelos chinitos......
Hasta que lo dejaron calvo y con lesiones capilares en la cabeza".
Papá y Mamá pudieron haber planeado enchinarlo, alaciarle el pelo o dejarle el pelo al niño como estaba, pero como eso no sucedió, ninguno de los dos Padres tuvo lo que quería, y el mas perjudicado fué el hijo.
Saludos desde México. Hago la aclaración que de este cuento no soy autor, lo leí de un facsímil, y desconozco al autor original.