Vive dios!que no hay cojones,
y mentando esa palabrucha,
se enzarzan en ardua lucha,
para así salvar los honores.
Pues sin duda hay tentaciones,
que siempre que uno escucha,
no puede si no darse una ducha,
para entrar en cientos de razones.
Y en ese momento de sin razón,
blandir en las manos la espada,
para cortar de tajo un cojón.
Y así entonces con la honra salvada,
poder mirar con gran satisfacción,
la alucinante expresión de su mirada.
Y por supuesto que hay que ser valiente,
pues hoy por hoy en esta corta vida,
que hay mejor que tenerla unida,
a su menudo cojón eternamente.
Más no siempre es conseguida,
poder mantenerlo todo latente,
pues por mucho que diga la gente,
lo mejor es tenerla siempre erguida.
Aunque una vez esto conseguido,
muchas veces la mentada se achica,
y se acurruca en su mullido nido.
Despierta mal llamada amiga,
que si no quedaré mal herido,
en el honor! y eso tiene miga.