Sonó la campana del recreo en la escuelita del barrio y los niños salieron todos contentos y en una gran algarabia. Carlitos buscó rápidamente en su bolsillo y sacó su gallito de algarrobo, mientras otros dos niños también se acercaban con sus gallitos en la mano. Se fueron a una esquina del patio lejos de los demás niños y echaron a pelear sus gallitos. Después de varias picadas el gallito de Carlitos se partió en dos pedazos. Bueno dijo Carlitos a sus dos amiguitos, mañana traigo otro gallito y estoy seguro que le va a ganar al de ustedes. Sus dos amiguitos guardaron sus gallitos en sus bolsillos y se dirigieron hacia su salón de clases. Carlitos cogió su gallito, hizo un hoyo en la tierra y lo enterró como si se tratara de un gallito de verdad. Bueno amigo, digo Carlitos, ganastes muchas peleas, pero me imagino que ya estabas muy cansado y te dejaste vencer. Todos los dias voy a venir para pedirte que me des suerte, cuando ponga a pelear mi otro gallito.
Esa tarde cuando Carlitos salió de la escuela se fue directo al monte a buscar otra algarroba y sacar más gallitos. No le gustaba el sabor de la algarroba ya que olia horrible y aunque su sabor era dulce, era un polvo amarilloso que al mezclarse con la saliva se volvia algo pegajoso. Pero como queria, los gallitos, se la comió como si fuera el manjar mas sabroso. Puso la semilla en su bolsillo y se fue a su casa. Luego cogió la semilla, le perforó un agujero en el centro con un clavo, le amarró un cordón al cual le hizo varios nudos para asegurar el gallito, y lo dejó listo para el otro día.
Al otro día a la hora del recreo tenía su otro gallito listo para la pelea. Tan pronto sonó la campana salió corriendo y se dirigió hasta donde había enterrado su otro gallito. Se arrodilló cerca de el y le pidió fervientemente que le ayudara a ganar esta pelea. Cuando sus dos amigos llegaron para la pelea de gallos, Carlitos estaba listo. Levantó su gallito en el aire y lo dejó caer fuertemente sobre el de su amigo Luis, el gallito de Luis se agrietó. Le tocó el turno al gallito de Antonio, Carlitos levantó el suyo el cual resplandeció con la luz del sol y cayó fuertemente sobre el gallito de Antonio el cual recibió una estocada tan fuerte que se partió en muchos pedazos. Bueno dijeron Luis y Antonio a Carlitos, tus gallitos han sido los mejores, han ganado todas las peleas. De ahora en adelante iremos contigo a buscar los gallitos para que sean tan buenos como los tuyos.
Los tres amigos se fueron a buscar los gallitos, pero comieron tantas algarrobas que todavia les duele el estomago.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado.
Isabel Rincon