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Categoría: Hechos Reales

Dime qué sucede

¿Y qué si yo creo en mis sueños?

¿Y qué si cada persona que me encuentro en mi vida tiene algo bello que ofrecerme?
¿Y qué si los demás desconfian, si los demás temen, si los demás se esconden en sus palabras o simplemente se esconden? ¿y qué si esgrimen orgullo, prepotencia, dureza para defenderse contra la verdad de sus corazones, no del mío?

¿Y qué si prefieren no ser honestos consigo mismos y les inquieta ver unos ojos sinceros de frente??

¿Soy yo menos por esgrimir ternura?, ¿soy acaso más vulnerable, más fácil de convencer, más débil porque le ponga rosas a las espinas?? ¿no forman ambos parte de una misma flor?

¿Y qué si mis palabras profundizan demasiado?, dime ¿y qué si no logró dar calor a un frío corazón?. ¿Es acaso mi culpa no lograr entrar o es tan solo que la forma de ese corazón se ha vuelto demasiado hosca e impenetrable para cualquier persona que le hable de sentimientos desnudos?
¿Y qué?, dime ¿y qué, si trato de ser feliz volcando en sinceridades mis emociones?

Entonces le oigo a alguien aconsejarme: no seas tan desprendida, no entregues tanto, conserva, quédate una parte, no hay que demostrar tanto. eso solo vale para que los demás ¡se aprovechen de tu corazón!, subestimen tus sentimientos.

¿Subestimar. mis sentimientos???, ¿subestimar? ¿los sentimientos?????

Yo es que no encuentro razón ni consuelo ante este mundo tan extraño. ¿Y qué si amo como lo hago?? ¿y qué si se me desbordan los sentidos?? será que sé repartirlos bien, no que tenga más que otras personas, que todos somos humanos; ¿y qué si soy generosa pero a cambio no pido que alguien sea igual de desprendido?

El miedo a ser felices, la duda, la desconfianza, los temores, las justificaciones y las mentiras las tienen otros, no yo. Yo estoy segura de lo que he sentido, de porqué sentí lo que sentí y cada mañana me despierto con esa certeza, porque me miro al espejo y entiendo de están hechos los sueños y las realidades, no hay nada que me confunda. Me levanto y miro al frente porque yo sí que no tengo nada que esconder. Por eso hablo, por eso me expreso, por eso me equivoco, por eso me levanto y por eso sigo.

¿Y qué si lloro, si me duelo por mis cosas y personas importantes? ¿Y qué si juzgo importantes y perdono a quienes no se lo han merecido? ¿y qué le sucede a otra persona si yo le veo al Sol una sonrisa?
¿Acaso está prohibido que la lluvia me duela? ¿que un cielo gris me traiga ausencias o que el cielo azul me inundé de dicha el corazón?
¿Acaso soy más diferente, más extraña, más inaccesible por que escribo de esta manera?

!Y qué!, dime, ¿y qué si intento que algo cambie?
¿Y qué si lloro cuando no lo consigo??
¿Qué sucede si agradezco de corazón una disculpa? ¿y qué he conseguido, si es lo único que poseo de verdadero en dos años?

¿Y qué???? dime tú. ¡y qué!.
¿Quién puede lastimarme ese recuerdo intenso de lo que he sentido? ¿Pueden acaso todos los que se portaron como feos y desleales amigos quitarse de encima la fidelidad y nobleza que yo tuve con ellos? Son ellos los que no podrían leer mis cuentos sin tener que bajar la cabeza y reconocer los detalles, los motivos, recordando.

Las personas poseen más valores en sus bolsillos que en sus ojos. Los sentimientos se utilizan como armas arrojadizas en vez de ser bellos regalos, la honestidad es un sacrificio que hay que planificar, una bebida de libertad que hay que dosificar y no un acto natural que se entrega con las manos abiertas por humanidad. Es dificil ser una persona auténtica y si me pongo a pensar por qué, el motivo es tan absurdo como lo son muchas cosas de esta vida.

Las apariencias engañan y vivir de apariencias se ha convertido en una virtud y defensa personal. A veces hay que hacer muchos malabarismos para conseguirlo, pero se hacen. Hay quien tira la piedra y luego se desentiende de cual es su efecto, de a cuantos les rebota su ira, incluso, con soberbia, trata de olvidar porqué la tiró, y ni se acerca con la humanidad de una disculpa a recogerla. ¿Y qué si la vida me ha demostrado que existen muchos que llamandose amigos se limpian las manos ante una injusticia y se ensucian por ello el corazón??.

Quien aprisiona, quien controla, quien manipula, quien se posiciona. vuelve a hacerlo. Y el motivo es sencillo: egoismo. ¡Y qué! ¿Y qué si me parece un motivo muy pobre, triste y poco digno para vivir una vida?

¿Y qué si yo expongo en palabras lo que todos sentimos en algún momento y que no nos atrevemos a confesar?

Solo tengo este mundo para expresarme de esta manera. ¿y qué si eso no me asusta y me da más fuerzas para rebelarme, para proseguir??

Dime tú, tú que dices conocer la verdad, tenerlo todo claro y no necesitas escuchar nada de mi:

¿es asumible para ti comprender que si no logras darme un abrazo de reconociliación en esta tierra, nos daremos ese abrazo ya en el cielo??

Dime. ¿y qué sucede en tu vida si en vez de escribir otro cuento. te cuento lo que está escrito?

Dime qué sucede, ¿en qué afecta a tu vida real que en mis sueños tu corazón sea mi amigo?
Datos del Cuento
  • Autor: Aonimo
  • Código: 17303
  • Fecha: 02-09-2006
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.28
  • Votos: 96
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2708
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Megan
invitado-Megan 16-10-2006 00:00:00

Querida niña, que bueno y grato es leerte, sabes expresar tan abiertamente tus sentimientos y pensares, con esas intenciones que tu corazón sabe poner, amor, dulzura y transparencia, que solo un corazón noble como el tuyo sabe darse.

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