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Categoría: Terror

Después de la muerte (Post mortem, capitulo I)

Sinopsis:

Charles Edward Donovan McGregor es un prepotente, ambicioso y multimillonario dueño de tres minas de oro y dos pozos de petróleo, además de tener muy buena posición económica y ser hombre importante de negocios, también es la cabeza de una familia que está por celebrar el matrimonio de su nieto. Sin embargo las cosas se complican cuando aparecen fugas de dinero y fraudes en una de sus minas, Charles, su esposa e hijo intentan saber cuál es el responsable de tal crimen, pero en la búsqueda del criminal Charles recibe heridas de bala y al morir de golpe deja la preocupación a su familia por saber el futuro que les espera. Tras una misteriosa mañana después de eventos sobrenaturales, Charles vuelve a la vida y en consecuente misteriosas muertes de infantes mujeres y toda clase de animales, y tras la muerte de su abogado, la policía interviene en el caso, lo que no saben es que Charles esconde un horroroso secreto que se convertirá en una pesadilla brutal para su familia y para todo aquel que intente ponerse en contra de él…

 

CAPITULO I

“La Muerte de mi abuelo y su extraño regreso a la vida”

 

Septiembre 30,1998

Era ya de noche, me preparaba para dormir, después de un día pesado en los negocios, entré a la mansión y solamente me imaginaba en mi recámara descansando, le pregunté a la sirvienta en donde se encontraba mi madre, padre y mis dos abuelos, ella me respondió que estaban arreglando una situación que había aparecido hace unas semanas atrás y que yo también intervine para solucionar el problema; fruncí el ceño, subí a mi recámara y me acosté sobre la cama. De pronto recordé que no me había cambiado de ropa y volví a levantarme, fue ahí cuando tocaron muy suavemente la puerta.

Julian: ¿Quién es?

Margaret: soy Margaret tu abuela.

Julian: adelante- le respondí.

Al verla tenía la cara pálida y los ojos llorosos

Julian: ¿Qué tienes abuela?, ¿Por qué lloras?

Margaret: Acaba de pasar una desgracia- me dijo con voz temblorosa.

Julian: ¿De qué se trata?

Margaret: Le dispararon a tu abuelo, está muy grave y agoniza ya no hay caso de llevarlo al médico, será mejor que vayas a verlo, tal vez no le quede mucho tiempo- me respondió, abrazándome fuertemente entre llantos y sollozos.

Entré rápidamente a su recamara, abrí totalmente la puerta y al acercarme mi abuelo estaba acostado, mi padre estaba de rodillas a la orilla de la cama y mi madre a la izquierda de mi abuelo sosteniendo su mano.

Entonces me dijo:

Charles: Acércate nieto mío.

Julian: Aquí estoy abuelo, como siempre lo estuve

Charles: Quiero pedirte un favor

Julian: Lo haré sin dudarlo abuelo, ¿qué puedo hacer por ti?

Charles: Me iré, pero viviré en tu corazón y mientras permanezca en el siempre estaré contigo y nunca estarás solo, quiero que soluciones esos problemas en los negocios junto con tu padre, te doy mi bendición para que te cases con Sara y nunca la dejes sola, cuida de tu madre y de tu abuela, mi hijo nunca tuvo la necesidad de cuidados extremos, siempre fue un hombre muy fuerte como yo, y también quiero que tu lo seas tras mi partida y  para que seas un hombre responsable, además te pido que nunca confíes en nadie ajeno a tu familia, ni siquiera en tus amigos, a veces debes desconfiar de tus amigos como si fueran tus peores enemigos, en especial en asuntos de negocios.

Después de un rato, mi madre se quedo con mi abuela en la recámara donde se encontraba mi abuelo tras esperar la triste muerte de mi abuelo; yo volví a mi recámara, me cambié de ropa y me recosté, caí en profundo sueño hasta la mañana siguiente.

A la mañana desperté, escuché tocar la puerta nuevamente:

Julian: ¡Adelante!

Margaret: Buenos días hijo…

Hilda: Espero que hayas dormido bien, hoy será un día muy largo, tenemos que arreglar lo del funeral de tu abuelo, además debemos de continuar con el problema de las minas y no se te olvide que tu hermana Elizabeth regresa de su viaje pasado mañana, ella no sabe lo de tu abuelo y tenemos que decirle; vamos  levántate, vístete y baja para desayunar, en unos cuantos minutos llegaran los del servicio funerario para arreglar todo lo relacionado con el velorio de tu abuelo.

Julian: Esta bien, llamaré a Sara para que nos acompañe, ella siempre le tuvo un afecto muy especial.

Hilda: Esta bien  hijo, andando.

Entonces bajamos todos al comedor; Augusta la sirvienta comenzó a servir el desayuno, en eso tocaron la puerta de la entrada.

Julian: Debe ser Sara, la llamé espero que la hagan sentir bienvenida.

Al entrar Sara, también entraron las personas del servicio funerario que venían acompañados de una ambulancia para bajar el cuerpo tendido de mi abuelo, y les dije que se encontraba en la parte de arriba; Sara se acercó y con voz tímida dijo:

Sara: Buenos días, lamento mucho su pérdida, Julian me comentó lo sucedido y vine de inmediato. Lo lamento Julian, siempre supe que tenias un afecto muy grande hacia tu abuelo- me abrazó y avanzando lentamente dio las condolencias a mi abuela y a mi madre.

Al dirigirme hacia el segundo piso junto con los señores de la funeraria un horrible  temblor se manifestó fuertemente, provocando mi caída y la de las otras personas, las sillas del comedor brincaban y mientras nos levantábamos lentamente, vimos como los platos caían al suelo, junto con las copas que estaban sobre la mesa, los candelabros se sacudían violentamente, el cuadro de mi abuelo que estaba en la pared de la chimenea cayó haciéndose mil pedazos, el piano que estaba en la sala tocaba solo por la fuerza del sismo a lo cual un rugido surgió siniestramente desde el suelo y se elev ó como el rugido de un león, muchas de las paredes fueron testigo de las muchas grietas que se formaron, los cristales de las ventanas se estrellaron y para finalizar, un horrido estruendo se escuchó por toda la casa, quien pudiera imaginar  lo que pasaba en ese momento, tal parece como si el mismo infierno se hubiera desatado bajo nuestros propios pies.

Al finalizar  tal evento, Augusta subió rápidamente para revisar que no hubiese daños graves en las recamaras, baños, etc., de pronto Augusta gritó horriblemente, yo corrí junto con Sara para saber qué fue lo que pasó, al llegar a la recámara donde se encontraba mi abuelo tendido nos encontramos con una imagen escalofriante, ¡¡¡¡mi abuelo se encontraba de pie!!!!! , la única expresión que logramos manifestar fue de terror y mientras el silencio gobernaba en ese momento, mi abuelo dijo:

¡¡Olvidaron llamarme para desayunar!!- y sonrió extrañamente en forma de burla.

Augusta cayó desmayada, mientras mi abuela, mi madre, Sara y yo estábamos en shock, tras ver tan impresionante imagen, era como si mi abuelo todo este tiempo nos hubiese jugado una broma…

Datos del Cuento
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