Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento

Cosas que importan

Marta, María y Ana eran tres amiguitas de la guardería que se conocían desde que sus madres, de pequeñas, las llevaban al parque.

Casi todo lo hacían juntas.


Un día la seño, vio que Ana estaba llorando en un banco del recreo.

-¿Qué te pasa, Ana?- preguntó preocupada

-Marta y María no quieren jugar hoy conmigo - contestó la niña con tristeza

-¿Y eso?- 

-No sé. María hoy quiere jugar con sus muñecas. Ella nunca me las presta, y Marta se ha comprado una tableta de chocolate y no me quiere dar ni un trocito chiquitito.

La seño de las niñas pensó cómo podía hacer que las niñas se hicieran otra vez amigas, así que inventó un juego. Las llamó a las tres a la clase. En el centro había tres cajas grandes.

-A ver niñas - explicó la profesora sonriendo - dentro de la caja, vais a meter lo que más queréis de tooooooooooooda la clase. Luego podréis pasaros el resto de la tarde jugando con lo que hayáis elegido.

María, corriendo, cogió sus muñecas y las metió en la caja. Luego fue al bote de la plastelina y cogió toda la que pudo, También la metió en la caja.

Marta fue directo al cesto de las chuches y cogió un puñado, que tiró en la caja, antes de irse a buscar a la estantería los puzzles..

Ana se quedó parada en el sitio.

-¿Qué pasa Anita, no quieres jugar?- preguntó la señorita

-Pero... ¿puedo meter en la caja lo que quiera?

-Por supuesto, igual que María y Marta - contestó

María se lo pensó una vez más, le dio la mano a la profesora y la ayudó a meterse en la caja. Luego fue corriendo a la estantería y cogió un libro muuuuy gordo de cuentos y del armario cogió unos cuantos gorros y telas.

Pasó una hora y María ya se había aburrido de jugar con sus muñecas y a Marta, que ya se había comido tooooodas sus golosinas, le empezó a doler la barriga y tuvo que dejar los puzzles para más tarde. Sin embargo, la seño y Ana no paraban de hablar y de reirse. De contar cuentos, de disfrazarse... 

Ana vio a sus amiguitas, que ya no se divertían tanto... y entonces fue a buscarlas y las metió también en la caja, para que se unieran a la fiesta.

Ahora las niñas vuelven a ser amigas. Juegan juntas con las muñecas de María y comen las tres de los pasteles que prepara la madre de Marta. Y por supuesto, todos los días, los últimos quince minutos de recreo, la seño les cuenta un cuento a las tres. 

Ese es el premio por haber aprendido que lo que de verdad importa, no es el dinero ni los juguetes, sino las personas con las que podemos compartirlos.

Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 460
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 44.202.183.118

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.633
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.508
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 53.552.815