Dos hormigas eran amigas y vivían muy felices; juntas trabajaban, y juntas se divertían, sin que nunca existiera algún problema entre ellas. Una tarde subieron a un naranjo y a pesar de todo el esfuerzo que hicieron sólo lograron que una sola naranja cayera del árbol. – Esa es para mí – gritó una de las hormigas, a lo que la otra hormiga le replicó: - No, es para mí.
Estuvieron mirándose frente a frente con serias intensiones de pelearse por la única naranja que habían derribado, cuándo de pronto ambas hormigas comenzaron a reírse, pero una risa de grandes carcajadas; ya que al parecer juntas recordaron al mismo tiempo, que a una de ellas le gustaban los gajos de la naranja y a la otra sólo le gustaba la concha, de tal manera que la naranja que habían derribado, sería para las dos; sólo que cada una tomaría la parte de la naranja que le gustaba, y así fue como disfrutaron del fruto de su trabajo y siguieron siendo amigas.
QUE LINDO SERÍA EL MUNDO SI TODOS APRENDIÉRAMOS A COMPARTIR COMO LO HACEN LAS HORMIGUITAS DE ESTE CUENTO. ESA ES LA CLASE DE LECTURA QUE ME GUSTA PUES SACAMOS BUENAS LECCIONES PARA PONERLAS EN PRÁCTICA NO IMPORTA LA EDAD QUE TENGAMOS; SIEMPRE APRENDEMOS ALGO.