El viento rugia con fuerza contra los viejos paneles de madera de las ventanas que una y otra vez se abrian y cerraban provocando un ruido estremecedor. Desde la oscuridad del gran comedor de la mansión se escuchaba el viento silvar por debajo de la puerta. Un rayo quebró por un momento la oscuridad del comedor y pudo verse en una silla un rostro tenebroso. Nuevamente el silencio recorrió la habitación. De pronto un grito y un aullido atravesaron el cuerpo de Sir Arthur Johns más conocido como Sire. Un tintineo de llaves anunció la llegada de la señora Florian que se aproximaba lentamente hacia el comedor, abrió la puerta y su candelabro iluminó la estancia.
- ¿Señor, que hace aquí a oscuras?, ¿Señor? ¡¿Señor?!
Sire no contestó. Su rostro estaba palido como la nieve y unos grandes ojos como platos se hallaban fijados en la puerta que la señora Florian acababa de abrir. Ella se acercó lentamente hacia él pero Sire seguía sin moverse. Cuando se encontraba apenas a dos metros de él se detuvo, la luz del candelabro proyectaba la sombra de Sire contra la pared del fondo pero la silueta que aparecia tenía algo inusual en la zona de la espalda. Un cuchillo de desmesuradas dimesiones del cual solo se veía el mango. La señora Florian estaba petrificada, no solo por la impresión de ver así al señor de la casa sino porque comenzó a escuchar una tenue respiración a pocos centimetros de su nuca. Subitamente un jarrón corto el aire y para la señora Florian en ese momento se apagaron todas las luces.
A la mañana siguiente, la mansión era un hervidero de gente entrando y saliendo. Un carruaje se detuvo frente a la entrada de la mansion. Desde la puerta la Señora Johns esperaba impacientemente la llegada de William Scott el más famoso detective de toda Inglaterra. La puerta del carruaje se abrió y William descendió de el y con paso decidido se acercó a la Señora.
- Buenos dias Señora Johns.
- Buenos dias Mr.William -respondió ella- lamento que hayamos tenido que conocernos en esta situación. Pero por desgracia no podré acudir a la recepción del Duque de Zeebrugge.
- Dejemos eso por ahora y vayamos directamente al asunto que me ha traido aquí. ¿Podría ponerme al corriente de lo sucedido? -preguntó él.
-Sólo se que mi marido apareció muerto esta mañana con un cuchillo clavado en la espalda y a su lado se encontraba el ama de llaves incosciente con un fuerte golpe en la cabeza.
-¿Tiene idea de quien pudo haber sido?
- No, que yo sepa mi marido no tenia enemigos.
-¿Alguien a quien le debiese dinero?
- Desde luego que no. Mi marido no era de esa clase de personas.
-¿Podria hablar con el ama de llaves?.
- Desde luego, se encuentra en su habitación con doctor.
El detective Scott entró en la mansión y tras detenerse a observar un momento el lugar de los hechos se dirigió a la habitacion del ama de llaves.
CONTINUARA..
Bien, un cuento interesante, pero no das escrito la segunda parte y estoy empezando a desesperarme. Así que tomate esto como un aviso porque todos tus fans esperamos con ansia la resolución del "asesinato"... Esperando novedades te saluda atentamente. La Bruja