el caos fue el comienzo...
Así fue al comienzo, al principio de las eras, del tiempo, cuando los volcanes y el fuego reinaban sobre la tierra. Dos enormes esferas estaban suspendidas en el espacio, nuestros satélites originarios. Nuestras lunas estaban ahí, aguardando siempre por nuestro génesis. Dos enormes gorilas miraban los acontecimientos, decidiéndose a subir a un árbol. En el momento que del espacio cae un extraño objeto. Al mirar nuestros amigos peludos aquella cosa, comienza la estampida de los gorilas y de todos lo seres a sus alrededores. De la esfera salen pesadamente nuestros antiguos padres, los dioses primordiales, surgidos del caos, del espacio. Ellos vienen de más allá de todas las galaxias conocidas. Se disponen a tomar el planeta. Al principio ellos no tenían cuerpo o estructura física, pero al llegar a Gea, nuestro planeta azul, se deciden por un hermano reptil, de ahí la afinidad de la humanidad con los reptiles, de Eva con la serpiente. El reptil se acercó a Eva, tenía la tecnología suficiente para llegar a ella. Modificó su ADN convenientemente luego de estos acontecimientos, la humanidad estaba emparentada con la serpiente. Surgieron dos clases de habitantes, los seres serpientes, de gran tecnología, que manejaban el cosmos y la energía , como sus padres y aquella no contaminada con la serpiente. A partir de este momento comenzó una batalla para apoderarse de Gea y sus recursos energéticos. Pero la humanidad no estaba sola, existían otros seres que veían a estos seres serpientes como intrusos o violadores de las leyes del Cosmos, eran los eternos vigilantes, nuestros Yedas, comenzó una etapa de luchas en Gea, donde los dos grupos se disputaban los recursos energéticos, sobre todo el oro, elemento necesario para la construcción de los chips de las naves de los reptiles. Luego de extenuantes luchas en Gea, por el poder, gran parte de los seres reptiles abandonaron el planeta y se refugiaron en una de las lunas, utilizándola como base de operaciones. Los Yedas sabían que debían actuar y lo hicieron, destruyeron una de las lunas, donde se ocultaban los reptiles, los trozos de rocas del satélite cayeron sobre Selene, nuestra actual Luna, casi destruyéndola. Los Yedas intervinieron y salvaron al satélite, modificándolo convenientemente con alta tecnología, para que regulara los ciclos de Gea. Al comienzo fue el caos, del caos llegaron nuestros padres primordiales y todavía ellos se esconden en el abismo.
Es una narrativa absorbente, tiene ritmo y cadencia..muy bien, además de tener una secuencia llana...