La historía que os voy a contar la conozco de primera mano, por que sucedió en mi vecindario.
Muy cerca de mi casa vivía una familia con dos hijos: Fernando, el mayor, y una pequeña, llamada Rocío.
Todo íba perfectamente en aquella casa, hasta el día en que Rocío contrajo una enfermedad. En poco tiempo, la vida de la pequeña se consumió, y a partir de entonces nada volvió a ser lo mismo. Desde la muerte de la niña, la familia se encerró en la casa y se les dejó de ver por el barrio.
Y así llegó la primera navidad sín ella.
El día de nochebuena, los tres se pusieron sus mejores ropas y salieron juntos al cementerio.
En la mano, Fernando llevaba un precioso ramo de flores que iba a colocar en la tumba de su hermana.
Hasta aquí, todo normal. La cuestión es que aún no habían conseguido superar la muerte de la niña, y ya se sabe que los recuerdos dolorosos pueden hacernos actuar de forma extraña.
Por eso también llevaban una cámara de fotografíca. Nada más llegar, se agruparon tras la lápida y le pidieron al guardián del cementerio que les hiciera una foto, manteniendo la ilución de que los cuatros estaban juntos, como cada Navidad.
Después rezaron y regresaron caminado a casa. La gran sorpresa se la llevaron cuando al recojer las fotos, no pudieron ahogar un grito de emoción cuando vieron claramente la figura de Rocío tras la lápida, acompañandoles.
Y le fantasma no era lo más terrible que se reflejaba allí:
Una especie de cable parecía rodear el cuello de la madre, una recta brillante apuntaba el pecho del padre y otra línea cruzava el cuello de Fernando.
Yo pude ver la foto por que me la enseñó la persona que la había revelado, y en aquel momento pensé que era un montaje de la familia para asustar a los vecinos, pero con el tiempo comprobé que el asunto era más macabro.
Carla, la madre, apareció un día muerta en el cuarto de baño. El conductor de la ambulancia que fue a recojer el cadáver dijo que alguien la había estrangualdo con el cable de la ducha.
Días despues tuvo que regresar para recojer el cuerpo sin vida del padre, le habían clavado un cuchillo en el corazón... Fernando, el único supervivíente de la familia, no tardó en seguirles hasta el Más Allá.
Tuvo un accidente de moto y, al caerse, le decapitó la valla quitamiedos de la autopista.
Nosotros siempre pensamos que rocio volvió del mundo de los muertos para llevarse a los suyos coen ella. Quizás la niña comprendió que solamente deseaban estar a su lado. La casa continúa deshabitada y los vecinos nos preguntamos si la familia que la compre correrá la misma suerte que sus antiguos inquilinos.
Muy bien Ely. Esta historia me ha gustado mucho. Comienza siendo muy triste pero termina siendo escalofriante. Saludos.