Su ritmo cardiaco empezaba ha dejar de latir mientras pasaba cada segundo, cada minuto. Su pequeño cuerpo iba cambiando de un calor tibio a un frió que petrificaba el alma, mis manos estrechaban las suyas en señal que estaría con ella asta el ultimo momento y me miraba con sus pequeños ojos no queriendo retirar mi imagen de sus pupilas, se resistía a serrar sus parparos y no volver a despertar. Un fuerte apretón de manos es lo único que recuerdo, empleo sus últimas fuerzas que le quedaban para estrechar mis dedos en señal que no quería sumergirse en el abismo al que se dirigía, y como una boca sin fondo donde no existe luz es donde ahora se encuentra, tal vez grita mi nombre y alza la mirada hacia el lejano aro de luz al que jamás podrá llegar. Pero el tiempo la ara olvidar y se convertirá en una sombra más, en una silueta sin forma, sin color, sin sentido ni sentimientos, sin noción de tiempo por que donde se encuentra no existe.
Mientras tanto yo he despertado después del desmaño que me causo ver su cuerpo rígido, mi ultimo recuerdo logra enfocar sus parparos cerrados y sus tiesos dedos anclados a los míos. Estamos en el velorio y me da gusto ver que tenías muchos amigos, vinieron a despedirse, a verte por última vez. Mientras te doy un beso en la frente se me ruedan mis lágrimas y caen en tu cara humedeciendo tu linda mejilla.
Mi pequeña, mi linda niña así te decía mientras mis brazos se encontraban en tu cintura y caminábamos por el parque. Para mi siempre fuiste pequeñita e inocente, y en realidad así lo era, tu corta edad no se comparaba con la mía y menos las experiencias de este mundo, a veces las tonterías que decías, que hacías o que hacíamos, en ves de hacerme sentir mal me hacían olvidar lo negativo de esta tonta realidad y así sentirme como niño con juguete nuevo.
He depositado en tu caja los discos de tus canciones preferidas, el pedacito de corazón de oro que me regalaste y que se une al tuyo, por que quiero que donde quiera que te encuentre tengas mi corazón completo y no una mitad, lo único que no depositare son nuestros recuerdos, por que para mi es lo mas especial. Se hunde el cajón donde te encuentras en lo mas profundo de ese abismo en que no hay marcha atrás, va un puño de tierra desde mis manos y parece volver el desmayo pero me resisto, quiero ser el ultimo que se marche, por que si lo recuerdas dije que asta el ultimo momento estaría contigo.
Tus padres tienen un ahogo tan grande, una herida que no sanara fácilmente, era su única hija, su adoración y ahora le reclaman a su Dios del por que de ese castigo que dicen ellos no se merecen, se consuelan entre brazos y te despiden mientras cubren tu sarcófago con el montón de tierra que se encuentra a tu lado.
Todos se han ido y me encuentro solo en tu tumba. La pequeña botella de brandy que escondía bajo el saco ahora se encuentra vacía, y aun no logro ahogar este sentimiento que me mata y así hundirme en lo más profundo de los infiernos, mi serenidad se termina en el momento que todos se marcharon a sus casas, ahora que estoy solo, no hay testigos de mis desafíos hacia el cielo, de la palabras que quería guardar asta este momento y que por mucho serán la miel amarga, las heridas de mi alma que no serraran. Me dirijo hacia un árbol y lo golpeo con todas mis fuerzas asta que el cuerpo ya no aguanta más, y me derrumbo en la lapida de tu tumba, lloro con todas mis ganas y mis últimas palabras son:
Aun después de la muerte,
Lizeth siempre te boy a amar.