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CAMINO DONDE NANDO

CAMINO DONDE NANDO
A la edad de nueve años, tenía yo una pésima condición física, en la actualidad mi condición es peor, pero era en ese tiempo, ya mala mi condición física, cuando fui invitado por mi benemérito maestro el ilustre y nunca bien ponderado Dr. FRANCISCO MONTENEGRO quien desde aquél entonces me había adoptado como discípulo en las ciencias y en las vagancias a un viaje esotérico a la cueva donde habitaba el brujo Jinotegano NANDO, quien demás está decir era presuntamente nuestro familiar.-
Era mi maestro, en ese entonces, un hombre sumamente delgado, pero atlético, con una barba hirsuta y desordenada, con un vigor y energía que en muy pocas personas he visto y había tomado la decisión de viajar hasta aquellas cuevas con la intención de obtener medicamentos naturales, hierbas y otras pociones, que pudieran curar el padecimiento espantoso que sufría mi hermano JAIME.- dolencias que nunca médico alguno había logrado descifrar.-
Había planeado el viaje en silencio, con mucha discreción y recuerdo que la noche anterior me dijo: “ Becutis, mañana debo partir hacia la gruta de NANDO, quieres venir?, Conociendo a mi maestro, supe que la aventura que nos esperaba, era impostergable, y con cierto temor respondí: Si maestro, y me dirigí a preparar en silencio los avituallamientos para el viaje.-
Recuerdo que contaba yo en ese tiempo con un salbeque o bolso con la figura de un gato, en el cual alisté dos docenas de rosquillas Jinoteganas, cuatro tamales pisques, y seis hojas de papel, un poco turbado me fui a dormir, con el temor y el nerviosismo de la aventura que íbamos a iniciar, ya desde aquel entonces el insomnio me perturbaba grandemente y las horas se me hicieron eternas, hasta que quedé vencido por el sueño , sueño que fue agitado y nervioso y en el cual miraba a un personaje de barba blanca que reía enigmáticamente en las sombras de la montaña Jinotegana.-

Me despertó el inmenso deseo de orinar, me levanté aproximadamente a las cinco de la mañana, fui presto al patio a regar con urea a mi árbol favorito y dos ventosidades que fueron como salvas para saludar a la mañana, mi maestro, ya se encontraba listo, como pude me bañé apresuradamente con el agua del barril, la que me sacaba gemidos por lo extremadamente helada, pero haciendo de tripas corazón, me logré bañar mientras el agua que caía en mi cuerpo se convertía en vapor.-

Comenzamos a caminar, pasamos por una casa, buscando a mi amigo MARLON MIGUEL quien sabiamente se reportó enfermo y dijo que no podría acompañarnos, con lo cual seguimos solos el viaje, los pinos nos observaban un poco desconcertados y con aires admonitorios a la entrada del cementerio, todo esto causó en mi un cierto sentimiento de desasosiego, ya que iba a explorar una realidad hasta el momento por mi desconocida, y siendo que para poder iniciar el ascenso al cerro de la Peña de la Cruz, era necesario cruzar el cementerio de la ciudad, me sentí sin lugar a dudas bastante nervioso, un poco asustado y lleno de incertidumbre.-
Mi maestro y guía, era un hombre enérgico, que caminaba con paso firme, llevaba un pequeño bolso, y no varió un centímetro su marcha al comenzar el ascenso, lo que me provocó también una seria dificultad, pues era un caminante consumado con muy buen paso, en el ascenso fuimos encontrando a un sinnúmero de personas que hacían la caminata en busca de medicina, me llamó la atención una joven de pronunciadas curvas quien en muchas partes del trecho caminó a nuestro lado, un poco temerosa de ver a aquel hombre barbudo con el niño gordo, pero dispuesta a hacer el esfuerzo por su dolencia, la cual no explicó, ni comentó.-

Encontramos a un joven que tenía el aspecto de un integrante de Los Creyentes de Agua Clara, quien también mostraba una tupida barba y una melena al estilo de MIKE JAGER, se acercó a nosotros y nos dijo: Que ondas, se van a lanzar un alacrán, a lo que mi maestro le señaló, no hermano, andamos en busca de medicamento.- El joven melenudo exclamó: “Yo ando, yo tengo, súper, ¿Si quieren una toncola?, mi maestro con la diplomacia que lo caracteriza le expresó de manera clara y calmada: ¡Amigo, agradezco tu ofrecimiento, muy amable, tenemos a una persona muy enferma y debemos apresurarnos, hasta luego, nos retiramos al momento de este personaje, quien nos dedicó una mirada de sorpresa, sin embargo al momento se internó en la montaña con rumbo a la PEÑA DE LA CRUZ.-
Seguimos avanzando, yo, sentía que mis pulmones iban a estallar, pude ver a la joven de las enormes curvas que también estaba exhausta, se detuvo un momento, mi maestro que poseía una excelente condición física se detuvo un momento y sacó una botella de su bolso, ofreciéndome agua, tomé ávidamente, mi maestro me aconsejó, con calma., no tomes mucho, si se toma mucho puede hacer daño, me arrebató la botella, al comprender que mi comprensión era corta, descansamos lo que yo consideré un par de minutos y continuamos, la dama de las curvas generosas al vernos avanzar, también prosiguió su marcha, yo sentía que cada paso que daba era el último y así proseguimos por espacio no se yo de cuanto tiempo, hasta que gracias a DIOS coronamos el cerro y luego era todo bajada .-

El lugar donde se encontraba asentado NANDO era un lugar realmente bello, lleno de frondosos árboles, rodeado de flores, volaban mariposas y se oía el canto de los pajarillos, era un lugar bello, un lugar de ensueño, la sombra era abundante y la casa inmensa, no habían en el momento que llegamos demasiadas personas, como comúnmente se mantenía el lugar, lo que me dio satisfacción, era NANDO un viejo ya achinado y de barba blanca impresionante como la de MERLIN, su cuerpo era nervudo y fuerte y su aire despreocupado, nos saludo con total jovialidad ¿Cómo están Indios? ¡A la Puta! ¿y esta culona? ¿Qué es lo que te pasa a vos? Le dijo a la joven de pronunciadas curvas, ella apenada y triste le dijo: quiero hablar en privado con usted, bueno dijo él pasa adelante, ella entró en la casa, no tardaron mucho, en escasos diez minutos salió la muchacha toda apurada y nerviosa, el iba detrás muerto de la risa, incluso le gritó: “ No mamita, eso es de nación, ese nalgatorio no lo puedes perder, además así nos gustan las mujeres aquí, ja, jo, je, la pobre muchacha se fue avergonzada, y presurosa, tanto camino, tanto sudor y este viejo decía que nada se podía hacer, así pensé yo para mis adentros, claro deben recordar que yo era muy joven en aquel entonces.-
Siguiente caso, dijo NANDO, mi maestro le expuso, Esta familia está muy acongojada un joven de quince años, ha perdido la razón, ningún médico ha encontrado la solución ¿puede usted ayudarnos? No sé dijo NANDO, que me trajiste de él, dame sus prendas, mi maestro entregó una camisa, una pulsera y un mechón de cabello.- Nos dijo, esperen aquí Indios, ya vuelvo y se metió a la casa.-

Salió al cabo de media hora y dijo este caso es difícil, luego, fue a una arboleda, luego tomó el camino contrario, después se volvió a meter a la casa y al cabo de unos minutos salió y dijo: Mira Flaco este fue un trabajo mandado a hacer a Terrabona, pero tiene solución, primero que se tome estas cascaras en agua cocida, luego, le das este polvo que te estoy dando una toma por treinta días, después lo bañas con estas hierbas, y por último me lo traes, si mejora va a aceptar venir con vos, si no mejora se va a negar, te lo advierto, mucho cuidado, no vaya a ser que la emprendan contra vos, luego se dirigió a mi y me dijo: JUEPUTA vos si sos suertero, que gordo estás jodido, comes mas que un chancho seguro, te voy a dar algo, toma y me entregó un muñeco con forma muy bonita, prométeme me dijo que lo vas a enterrar en el patio de tu casa y vas a escribir en la pared SOY FELIZ, si le dije yo, entre asustado y confundido, cuidadito no lo haces me dijo.-

Mi maestro le dijo, ¿Cuánto le debo?, el se sonrió divertido y le dijo: Ya me pagaste, pero no te acuerdas, y sobre la pregunta que me quieres hacer, te tengo que decir que yo no soy brujo, soy curandero, Curandero de hierbas y de tierra, pero conozco al brujo, vive más adelante, pero solo yo lo conozco nadie más lo conoce, porque has de saber que a los verdaderos brujos, nadie los ve, nadie los percibe, y muy pocos los entienden, vos hace lo que dije y si puedes vuelve, pero si el trabajo es fuerte corres el peligro que se vuelva en tu contra, el suertero es este chavalo, porque lo trajiste siendo inocente pero vos cuídate y si ves mejoría en JAIME tráelo, pues si no lo traes no te prometo nada.-

Amigos casi no recuerdo como volvimos, solamente recuerdo que volvimos por el mismo camino y nos encontramos al joven de los alacranes que corría desnudo por el bosque riendo a más no poder, la joven de las curvas pronunciadas había vuelto a una velocidad excesiva y no la pudimos ver nuevamente, fue un paseo bonito y quisiera terminar mi historia aquí, pero lamentablemente debo continuar a mi pesar….

Mi hermano JAIME mejoró unos días con el nuevo tratamiento, incluso comenzó a trabajar, tenía una novia e íbamos juntos al cine, casi todo había vuelto a la normalidad, pero un funesto día mi hermano volvió del trabajo con una libra de chorizo, que el mismo cocinó y comió con deleite, cuando le preguntaron que donde lo había comprado con total inocencia señaló: No se, me lo dejaron en el trabajo, una pariente, ¿Quién? Le preguntó mi mamá, no lo sé respondió él, nuevamente comenzó a deambular por la casa, nuevamente comenzó a hablar incoherencias, nuevamente se enfermó, pero las cosas no quedaron sólo en eso.-

Mi maestro, mi benemérito maestro y benefactor fue arrollado por un bus en la ciudad de Managua, cuando salía de su trabajo, estuvo entre la vida y la muerte, fuimos a la ciudad de Managua casi todos y recuerdo que yo no tuve valor para verlo, estaba grave, fue expuesto a catorce operaciones distintas, no sé cuantos injertos y sufrió terriblemente, su esposa, su madre, sus hermanas y mi mamá oraron por él, por muchos días, casi tres meses después salió del peligro, mostró una entereza de ánimo inmensa, se sobrepuso y hoy en día es un hombre que auxilia a muchos incluso a quien les narra estos hechos, por lo cual creo que el mal no pudo exterminarlo, pero sin duda alguna debo decirles que estos sucesos me dejaron hondamente impresionado y ahora puedo decirles que existen otros caminos que no conocemos y que no debemos transitar, pues quien entra por casualidad en ellos, a menudo es atacado por fuerzas desconocidas.-

NANDO, ya murió, lo que hizo en su vida le sobrevive, fue un alma Jinotegana, que a su modo ayudo a los suyos, por una razón para mi desconocida, el percibió otra realidad, era un campesino sumamente humilde, pero que tenía un conocimiento distinto al que nosotros poseemos, creo que más adelante se develará el misterio.-
Datos del Cuento
  • Categoría: Misterios
  • Media: 5.29
  • Votos: 24
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