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Categoría: Infantiles

Avril y Sheivad

Había una vez un unicornio con el nombre de Avril, el siempre fue muy feliz en El Valle Encantado, mas Barcog (un demonio) quería extinguir por completo a los unicornios, ya que uno de ellos mato a su prometida a sangre fria.
Avril se entero de los planes de Barcog y el no estaba dispuesto a morir por un capricho de un simple demonio, así que fue a la busca de un mago muy poderoso, que le podía cumplir solo 2 deseos, este gran mago era Lumbert Wert, mas vive en el Horizonte Lejano junto al Bosque de los Mil Gritos.
Avril se dio a la búsqueda de Lumbert Wert y ya tenia pensado cuales eran sus deseos, eran muy simples, el primero era que Barcog muriera y el segundo, que lo hiciera a el invencible.
Se internó en la Gran Caverna De Los Neverons (ellos eran unos duendes muy avaros, corruptos y si criticaban su estatura ellos eran capaz de matar) Avril no le importó y entro rápidamente, la caverna era muy obscura así que Avril tuvo que hacer que su cuerno se iluminara para ver donde pisaba. Muy cerca de un montículo encontró a una mujer muy bonita, de cabellos largos y con una tiara con zafiros y diamantes; ésta gran mujer tenia lagrimas en sus hermosos y dulces ojos, Avril tuvo curiosidad y así que le fue a preguntar que es lo que le ocurría. Ella al darse la vuelta solo se seco las lagrimas y le dijo – Por que estas aquí, tierno unicornio – Avril solo contesto – Voy en busca de Lumbert Wert, y este es el camino más corto; mas dime tu nombre, bella dama – Ella le contestó – yo me llamo Sheivad y son una hada –Avril le preguntó -- ¿Pero, por que un hada está llorando? – Sheivad le explicó – Es que un Neveron mató a mi prometido y se lo comió; solo dejo el brazalete que yo le regalé – A ella le brotaron de nuevo las lagrimas, pero Avril le dijo a Sheivad (como consuelo) que fueran con Lumbert Wert y así le podría conceder dos deseos y uno de esos podría ser que su prometido retornara. Shevad aceptó, ya que no tenia otra opción y así los dos fueron en busca de el mago Lumbert Wert. Se internaron en la caverna tratando de encontrar la salida y teniendo mucho cuidado de no tropezarse con ningún Neveron; a lo lejos distinguieron una luz resplandeciente que segaba la vista de cualquier ser, ellos pensaron que era la salida, mas estaban equivocados. Al internarse aun mas en la luz segadora, solo pudieron ver unas personas a lo lejos, ellos pensaron en preguntar como salían de ese gran laberinto; al acercarse a uno de ellos, se dieron cuenta que era un Neveron, mas no le importó a Avril y preguntó -- ¿ Hola buen Duende, me podrías decir como salgo de aquí, y ayudarme a encontrar a Lumbert Wert? – este Neveron se le quedo mirando y solo contestó – ¿Me viste cara de guía de turistas?—Avril le comentó – Perdóname por ofenderte, mas pensé que eras una buena persona – El Duende le contestó – Bueno, no te preocupes, yo se donde se encuentra Lumbert Wert – Sheivad le dijo al Duende – Indícanos, te lo vamos a agradecer – El Duende les dijo – yo me llamo Keiland, y los ayudo si me ayudan a ayudarlos, ustedes me entienden, todo en esta vida tiene un precio – Sheivad contestó – Bueno, te daré mi tiara y el brazalete de mi prometido, mas dinos donde está Lumbert Wert – Sheivad le dio sus tesoros a Keiland y este contestó – Esta bien, el mago se encuentra de vacaciones en El Abismo De La Eternidad a unos cuantos pasos de aquí – Avril le preguntó -- ¿Pero como salimos de aquí? – Keiland contestó rápidamente – Al fondo a la derecha – Sheivad y Avril dieron las gracias y se marcharon.
Cuando iban saliendo se encontraron a un hombre con cara roja, picos en la espalda y cola enroscada; Sheivad grito -- ¡Es Barcog! Corre Avril, corre – Barcog se dio cuenta de la presencia de un unicornio y trato de tomarlo por el cuello para matarlo, mas opusieron resistencia y salieron corriendo con desesperación, esperando que Barcog no los alcanzara. Lograron llegar a un lugar de sombra y trataron de esconderse del demonio detrás de un arco; Barcog pasó junto a ellos, mas no los vio. Ellos se sintieron aliviados ya que Barcog no los había visto, mas esperaron 10 minutos más, ya que Barcog podría volver a pasar y podría atrapar a Avril. Después de mucho minutos Avril y Sheivad siguieron su camino hacia El Abismo de la Eternidad y cuando estaban a punto de llegar se encontraron a un hombre mayor, con barbas largas y blancas; y consideraron en preguntar en donde se encontraba el gran mago. Sheivad preguntó al hombre – Amable persona, ¿Nos podrías decir como encontramos a Lumbert Wert? – El hombre contestó a la bella hada -- ¿Para que lo quieres hallar? – Avril dijo – Yo contesto esa pregunta, es que hay un malvado demonio que lleva por nombre Barcog y quiere extinguir a lo unicornios; y quisiera que Barcog muriera antes de que matara a mas de mis amigos – Después de que dijo esto Avril, el hombre manifestó estas palabras – esto que pides es muy arriesgado y difícil, ¿No quieres algo más? – Avril contestó – No, mas lo pensaré cuando este en frente de Lumbert Wert – Cuando termino de decir esto Avril, el hombre flotó y adquirió una aurora de luz; y en ese momento se dieron cuenta que habían llegado a su destino, el hombre mayor era el gran Lumbert Wert. Sheivard y Avril se arrodillaron ante el gran mago y Lumbert Wert dijo con una voz estruendosa – Díganme cuales son sus dos deseos – Sheivad con su mirada de esperanza dijo – Mi único deseo es que traigas a la vida a mi prometido Letherin, que murió en manos de un Neveron -- Después de que dijo esto Sheivad sintió la presencia de algo más, volteo hacia el oeste y vio a lo lejos el rostro de su amado, llegó junto a ella, la levantó con una suavidad, la tomó por la cintura y se fueron desvaneciendo hacia la nada. Avril le preguntó a Lumbert Wert que a donde se habían ido, y este contestó – Se han ido a su lugar ideal, su hogar – Avril le dijo a Lumbert Wert – Mi deseo, como ya te lo había dicho, es que Barcog muera y así poder tener la libertad de los unicornios – Lumbert Wert le contestó al unicornio – tu deseo será concedido cuando salgas de este abismo, pero dime cual es tu segundo deseo – Avril le dijo, muy preocupado – Mi segundo deseo, es que a todo el mundo le des luz y así poder tener una felicidad absoluta – Lumbert Wert le dijo a Avril que era el primer ser que pedía para todos y no solo para el, así que dijo – Tu deseo será concedido, y por tener este acto de nobleza te daré el deseo que ya habías pensado, desde este momento serás invencible – Avril sintió que sus patas ya no estaban en el suelo, dio un giro y se sintió en la dicha de la vida. Avril ya tenia todo lo que un unicornio podía tener, Felicidad y prosperidad para siempre. Avril regreso a El Valle Encantado buscando a su pareja ideal para encontrar la dicha eterna.
Así termina esta historia, con Alegría y Felicidad para todo el mundo encantado.

Fin.
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
JAIME
invitado-JAIME 12-05-2004 00:00:00

Es un cuento muy bueno, y me diverti mucho al leerlo, creo que se tiene una gran imaginacion, y espero que sigas escribiendo, ya que veo que solo tienes un cuento en la red. Muy bueno.

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