Es fines de noviembre en Argentina. Todos los niños y jóvenes andan con pruebas y exámenes, muchas actividades, idas y venidas y preparar las fiestas, buscar fechas y lugares de vacaciones… Una época muy a las prisas.

   Almendra, una niña de siete  años que vive con sus padres, su hermano mayor de diez y su hermanito menor de dos, estaba muy preocupada porque no veía muy bien las cosas en su casa con su familia. Una tarde salió al patio a juntar flores para un trabajo de plástica. Fue allí cuando buscando y buscando vio un maravilloso trébol de ¡cinco hojas!!! Lo tomó con sus manitos y cerrando los ojos pensó cinco deseos!!!

  ¿Cuáles son los cinco deseos? Como Almendra es una niña muy buena y servicial, no dudó en pedir un deseo para cada uno de su familia. A su padre le pidió que en su trabajo le dieran las vacaciones que necesitaba, a su mamá que no esté tan estresada con todo cuanto realiza, a su hermano Martín que le vaya bien en el colegio y a su hermanito Fede que se le pase el mal de ojos. Hasta acá van cuatro deseos. Pero… falta uno… ¡Sí! ¡Falta el de Alme!!! Por haber tenido la suerte de encontrar el trébol, se merecía también uno para ella. Pidió poder ser la protagonista en la obra de teatro de fin de año de su grado.

Al día siguiente el sol brillaba como nunca. Almendra despertó feliz sintiendo en secreto que todos los deseos se iban a cumplir. Dentro de los cinco días se fueron cumpliendo los cinco deseos a cada uno. A su padre le dieron las vacaciones para fin de año, su mamá estaba de mejores ánimos y mucho más al ver armonía en el hogar. Martín aprobó todo con muy buenas notas gracias a una maestra nueva suplente muy bonita. A Fede se le pasaron todos los berrinches gracias a su mascota con quien podía jugar, un cachorrito quele compraron. Y Alme pudo ser la protagonista de la obra gracias a que la chica popular de la clase se fue a vivir a otra ciudad con su familia.

María Valeria Glanzmann