~Había una vez una aldea que era muy pobre, sus habitantes trabajaban mucho y comían poco ya que esta aldea pertenecía a un rey malvado que les quitaba casi el total de sus productos. Este rey mandaba torturar al que lo desafiaba y le metía en prisión, la maldad de este rey era tan perversa que se deleitaba con a ver sufrir a esta pequeña aldea.
Un día un viejo campesino encontró una cueva hacia la entrada de una enorme montaña, nadie volvió a saber de el jamás. Los “sabios” de la aldea les decían a sus habitantes que esa era la entrada al mismo infierno.
Esta cueva se cerraba un poco cada año y esto le daba alegría al pueblo pues -como ya dije- creían que era la entrada al infierno.
Un joven decidió entrar a la cueva para verificar si lo que se decía era cierto, el pueblo lo llamaba loco pero el no les hizo caso y entró, como era de esperarse nunca salió.
Diez años después un señor de muy buen parecer y bien vestido llegó a la plaza de la aldea, juntó a todo el pueblo y dijo lo siguiente:
-Hola hermanos míos, yo soy aquel joven que hace diez años entro a la cueva…
-¡Eres un ereje!- Gritó un señor desde la muchedumbre.
-Les digo que soy yo, cruce la cueva y afronte sus peligros pero cuando el largo túnel terminó llegue a un hermoso valle lleno de vida, animales preciosos, fuente de agua inagotable…
-¡Cállate!, por tu bien -dijo uno- no vaya a ser que el rey te mande a prisión.
-Bueno –prosiguió- la entrada se esta cerrando y ya casi no hay espacio para pasar, el que me crea venga con migo.
Un grupo de personas lo siguieron y entraron a la cueva. Los demás los creían locos. Dentro de cinco años la cuevas se cerro completamente y nadie mas pudo entrar por que prefirieron vivir en la miseria dando sus productos al malvado rey en vez de comenzar de nuevo en un hermoso valle donde no hace falta NADA!