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¡Del por qué me gusta el jazz!

Cada vez que me preguntaban, pero ¿Por qué te gusta el jazz? no sabía responder y salía con una de las frases más tontas que han salido de mi boca "pues no te lo podría explicar, solo me gusta y ya", pero después del sábado pasado ya se explicarlo.

Ese sábado asistí con dos muy buenos amigos a un concierto de Magos Herrera, cantante de jazz que había visto un par de veces en vivo, una cuando inauguraron la cafetería en el Poli allá en Zacatenco, lo único que recuerdo es a Tino Contreras en la batería “baqueteando” siempre con un palillo en los labios y otra ya hace mucho tiempo en un Café en la colonia Nápoles, Betzy Peccannis empezaba a “Jazzear”.

Era la primera vez que íbamos a este lugar llamado "PAPABETO Jazz Bristo" cerca Plaza "Galerías" sobre circuito interior, ya lo habíamos visto anunciado y siempre decíamos "hay que ir" pero ya saben no a todos les gusta esta música y creen que estos lugares de "jazz" son caros y hasta inaccesibles para gente común y corriente como nosotros. una de dos, tienen una imagen errónea del jazz en general o solo es un pretexto para no ir a este tipo de lugares "aburridos" como mucha gente los describe.

En fin, llegamos al "PAPABETOS" con algunas dificultades porque se me olvidó apuntar la dirección del lugar, pero bueno ya estábamos ahí y en verdad les digo que este lugar parece una cantina clásica con la diferencia de que al fondo del local hay un escenario con un hermoso piano de cola negro , un contrabajo, una bella batería de color maple, una guitarra electroacústica con cuerdas de nylon y tres pedestales que sostenían el mismo número de micrófonos, digo esto pues normalmente en una cantina "cantina" habría un mariachi o un grupo versátil de estos que son capaces de echarse un bolero o un reggaetón sin sentido o con mucho depende de cómo se vea. bueno ese es un tema largo que tocaremos en otra ocasión.

Bueno estábamos en. ¡ah sí! entramos al lugar y la atmósfera era tranquila y acogedora y un mesero amable nos llevó hasta la mesa que habíamos reservado días antes y lo primero que observa uno de mis amigos fue un letrerito que estaba en nuestra mesa igual que en las del resto del lugar que indicaba que por cuestiones de salud de la cantante no se podría fumar durante esa noche dentro del local, ¡Ja, ja! yo no fumo pero los dos amigos con los que iba no los reconocería si no llevaran un cigarro en la boca; todo se tensó y surgieron las clásicas bromas como: "YA vámonos, así yo no juego" o "Ne'l quién les pegó", pero ya saben en estos casos todo lo salva "UNA CHELA FRIA", bueno tres en ese momento y un par de órdenes idénticas durante la noche acompañadas por una orden de papas con hierbas muy ricas por cierto y un plato de pollo como marinado o algo así igual de rico que las tubérculos que les platicaba antes.

La plática se tornó interesante mientras esperábamos que comenzara el concierto, en eso estábamos cuando por el sonido del lugar, el dueño pedía disculpas y explicaba el porqué de los letreritos que prohibían fumar y después anunció la presencia de un invitado especial, se trataba de un pianista cubano llamado Gabriel Hernández que conminó a calentar el escenario acompañado por los músicos de Magos, Jorge "Luri" Molina al contrabajo y en la batería Alex Kautz del cual hablaremos más adelante; El pianista cubano vestido de traje y corbata se acomodó en el piano y comenzó a sacarle notas increíbles mientras sus compañeros tomaban sus instrumentos y le comenzaban a dar ritmo a la melodía que hábilmente tocaba el isleño.

Y ahí estábamos mis dos amigos y yo escuchando como la buena acústica del lugar hacía que algo mágico llegara a nuestros oídos. La melodía empezó a subir de intensidad, el pianista sudaba por el esfuerzo, mientras el feeling del contrabajista lo hacía gritar y el baterista con la mirada fija en un solo punto del lugar hacía pensar que las notas improvisadas por supuesto estuvieran anotadas en alguna pared del lugar sin que lo estuvieran, no pude más que decir WOW! Y si señores, era oficial, era "JAZZ" y Xchel, uno de los amigos que me acompañaba preguntó mientras luchaba intensamente por meter el tenedor en una papa ¿Estará muy cañón tocar así como el pianista?. no hubo risas pero si un par de caras serias que decían "Primero atínale a la papa y luego piensas en el piano".

Cuando terminó la pieza subió Magos Herrera y sus coristas, que por cierto son sus sobrinas y son gemelas, ¡Mh coristas mh gemelas!; que comenzaron a cantar a capela un estribillo alegrón que daba pauta a una bella instrumentación para la canción "El Negrito" gran rola al igual que todo el repertorio que se echaron esa noche, gran noche. Otra de las canciones que nos llamó mucho la atención fue una versión que tocaron de la canción "Sembrando Flores" que en realidad es en portugués pero no me atrevería a poner un título mal escrito por mis deficiencias en ese idioma.

Fueron dos sets de hora y media cada uno y todo salió a pedir de boca, al final de la noche supe por qué demonios me gusta el jazz:

Porque el jazz es eso: pasión, locura y por qué cada vez que lo escucho tengo esa sensación de gozo y placer que solo provoca estar con amigos que no acaban de sorprenderte.

El Jazz es un arte y como tal no se entiende ni se puede explicar simple y sencillamente. . . ¡Se siente!
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
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