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Categoría: Sueños

.-*Si supieran*-.

Lo conocí el tercer día de mi nacimiento y desde entonces nunca lo pude olvidar. Recuerdo siempre su electrizante sonriza, sus brillantes y expresivos ojos y su suave y gentil voz. Era para mí una persona super especial, junto a él pasé mis primeros años de vida; aquellos momentos inolvidables de mi niñez. A su lado siempre me sentí protejida, amada y querida.

El día menos pensado una malévola noticia conmovió mi vida. Una terrible y terminal enfermedad le estaba consumiendo sus días. Lentamente le fue quitando sus energías, sus palabras y su albedrío. Por cosas de la vida ya él no podria estar mas tiempo con migo, una gran barrera prevista por el destino poco a poco nos separaba...

No fué fácil la despedida, yo lo amaba tanto, yo siempre lo tenía en mis pensamientos lo quería, pero no podía ir en contra de las leyes de la naturaleza. El último adios fue doloroso, fue lo peor que me había pasado, sufrí lloré y lo besé con mucho cariño pues sabía que ese sería el último beso que le daría.

Estaba cansada, muy agotada, ya mi cuerpo no resistía más. Entonces decidí tomar un breve descanso, hechar a un lado los desagrados, pensar en otras cosas que me hicieran olvidar por un momento la horrible pesadilla que estaba viviendo. Fue entonces cuando una colorida luz iluminó mi visión. No lo podía creer, era él, estaba muy sonriente y fuerte como en sus buenos tiempo y suavemente me dijo:
-Si supieras que ya no siento mas dolor,que me siento joven otra vez y que ahora siento que puedo respirar. Si supieras que ya no tengo miedo, porque siento mucha paz y tranquilidad.

No resistí, corri hacia él y lo abracé fuertemente, mientras por mi rostro rodaban lágrimas de sorpresa, lágrimas de felicidad.

-Si supieran lo bien que estoy ni tú, ni tu abuela, ni la familia lloraría por mí. Allá donde estoy el aire es freco, puro y relajante; el ambiente suave y verdaderamente amigable. Si supieras que el lugar es realmente hermoso, tan hermoso que no tengo palabras para describirlo. Hay un rico olor a flores y una enorme y hermosa cascada que brota agua cristalina. Todo allí tiene un toque de paz y de tranquilidad, el amor se siente en el ambiente y todo parece un sueño hecho realidad. También hay muchos árboles frutales y las frutas son mucho más dulces allí. Alli no hay contaminación, ni malicia, ni prejuicios, ni discrimen, allí solo reina la paz y el amor. Hay también muchos animales, inclusive unos que nunca había visto. Todos vivimos unidos y felices. Allí todo es perfecto...

Me regaló una dulce sonriza y delicadamente sacó de su bolsillo un precioso y delicado pañuelo de borde dorado, con el cual seque mis lágrimas.

-Si supieras que al principio no sabía hacia donde me dirigía, solamente habia una luz brillante y hermosa que me llevaba hacia ella y mientras más me acercaba más intensa se tornaba. Luego una suave y delicada melodía me dió la bienvenida. De mi espalda (señalandola) éstas dos hermosas alas salieron envolviéndome en un suave coquilleo que me hizo reir. Si supieras que frente a mi un enorme portón se abrió y allí estaba mami, junto con todos mis hermanos, esperandome con los brazos abiertos...

Le sonreí tímidamente mientras él proseguía.

-Si supieran que un ángel pronunció mi nombre y al mirarlo señaló una ventana. Al asomarme por la ventana pude ver mucha gente vestida de negro, eran ustedes (se le cortó la voz y tristemente sollozó) mi familia, tu abuela, mis hijos, mis nietos, amigos y conocidos.

Tomó una breve pausa respiró profundo y dijo:
-Si supieran que se me partió el alma al ver que todos lloraban y que el centro y causa del sufrimiento era yo. Si supieran que el ángel me tomó de la mano y me llevó hasta el mismo centro del funeral y yo trataba de consolarlos pero nadie me hizo caso. Si supieran que los amo y los seguié amando. Si supieran que yo desde allá arriba los vijilo y cuido todos los días. Si supieran que me hacen mucha falta y que mi mayor consuelo es el saber que algún día todos estaremos juntos.

Me tomó de las manos, me dió un beso en la frente y me dijo:

-Mi nietecita, si todos ellos supieral al igual que tú lo bién que estoy, no estubieran por mí llorando. Si almenos supieran que yo estaré el día menos pensado en el portón al igual que como estaba mi mamá, esperándolos con los brazos bien abiertos.

De momento me dió una pequeña guiñada y me sonrió. Luego un brillante rayo de luz iluminó mi vista. Me desperté asombrada, envuelta en un mar de lágrimas y con un delicado pañuelo de borde dorado en mi mano...
Datos del Cuento
  • Categoría: Sueños
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1 comentarios. Página 1 de 1
Eduardo
invitado-Eduardo 28-09-2003 00:00:00

Entiendo por el sufrimiento que pasaste y esa paz que consolo tu alma, tambien entiendo el amor que sientes por ese ser querido, que ya no estara mas contigo, entiendo lo que viviste y la emoción que sentiste

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